AGOSTO 28

17.11.2022

"Que los fieles se alegren en Su triunfo; que canten aún sobre sus camas." Salmo 149:5

Que los cristianos canten aún en el lecho del dolor. Que los cristianos canten canciones en la noche, canciones en las prisiones, como Pablo y Silas. Pocas vidas tienen el vigor que pueden y deben tener. La mayoría vive en forma quejumbrosa. La mayor parte de la vida viven de lamentos, ya sea pronunciados en voz alta o en los pensamientos. Pero, la verdadera Fe canta aquí y cantará más adelante. Si tu fe no es alegre, desconfía de ella, sino es capaz de transformar cada acción en alabanza, y sino se regocija en intentar la captación de la armonía de la vida nueva en Cristo. Mostremos que el gozo del SEÑOR es nuestra fortaleza, porque el mundo debajo de su alegría exterior tiene mucha tristeza y soledad.Las estrellas entonan un inaudible himno de alabanza en su majestuosa marcha a través del cielo, y este canto no es solo para las estrellas, también el corazón humano puede entonarlo. Siempre podemos hallar un motivo para alabar a Dios, alguien encontró una razón diciendo: "Oí cantar un ave en la oscuridad invernal. En su canto decía algo digno de recordar: "Estamos más cerca de la primavera de lo que estábamos en otoño". Sí, y con aquel mismo sentir, por muy tristes que sean las circunstancias que nos rodean, podemos recordar siempre que estamos un día más cerca del cielo que ayer, un día más cerca de nuestro destino eterno de gozo y paz.

Que importa que ahora nos rodeen las tinieblas, el frío y la tormenta, ¡Se acerca la eterna primavera! ¡Ya vienen las flores! ¡Ya viene el canto de las aves! ¡Ya vienen las suaves brisas y el azul del cielo! Cada día de oscuridad, está más cerca del día de la luz. No podemos contar las bendiciones, no podemos pesar ni contar nuestros sentimientos de gratitud hacia ti, ¡Oh Dios, SEÑOR nuestro! Oh, démosle a Él alabanzas como nuestro SEÑOR, a Él que nos redimió con Su propia Sangre, quien pronto nos reunirá en casa para ser como Él y estar para siempre con Él, démosle alabanzas. Cantemos ahora nuestros aleluyas, cánticos de alabanza en la noche, mientras esperamos la Estrella resplandeciente de la mañana. Y el fin de todo para la tierra y el cielo será el coro de aleluya, una alabanza que nunca morirá en toda la eternidad. ¡Aleluya! ¡Amen!

ORACIÓN: ¡Cuánto te debemos a ti, SEÑOR Dios nuestro, nosotros que hemos sido rescatados por tu sangre preciosa, salvados con tan gran don, y ayudados por tan glorioso beneficio! ¡Cuánto has de ser temido y amado por nosotros indignos; cuánto has de ser bendecido y alabado, honrado y glorificado, tú que así nos amaste y nos salvaste, así nos santificaste y nos glorificaste! Pues a ti te debemos todo lo que podemos, todo lo que sabemos, todo lo que vivimos. ¿Y quién tiene algún bien que no proceda de ti?, tú eres nuestro Dios y SEÑOR del que proceden todos los bienes. Dígnate, pues, por tu gloria y por el honor de tu nombre santo, enriquecernos con tus bienes, a fin de que por ellos podamos servirte, agradarte según el Espíritu de la verdad, y darte diariamente las gracias debidas por los beneficios con que nos ha llenado tu misericordia.

Porque sin el auxilio de tu gracia no podemos servirte ni agradarte. Pues toda gracia excelente y todo don perfecto viene de arriba, y desciende del Padre de las luces, en el que no hay variación ni alguna sombra de cambio. Sant.1:17 Bendice, alma mía, al SEÑOR, y todo lo que hay dentro de mí bendiga tu santo nombre. Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no te olvides nunca de sus beneficios. Bendigan al Señor todas sus obras, y en todos los lugares a donde se extiende su poder, bendice alma mía al SEÑOR. Alabemos al Señor a quien alaban los Ángeles, adoran las Dominaciones, temen las Potestades; a quien los Querubines y Serafines gritan sin cesar: ¡Santo, Santo, Santo! Unamos nuestras voces a las voces de los ángeles, y alabemos al SEÑOR según lo permite nuestra debilidad. Amén. -Agustín