NOVIEMBRE 27

Bien has hecho con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu Palabra. . . Llegue mi clamor delante de ti, oh SEÑOR; conforme a tu Palabra dame entendimiento. Salmo 119: 65, 169
Aquellos que viven de acuerdo con la palabra de Dios, característicamente tendrán este testimonio. "Has tratado bien a tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra". Esto es cierto, porque la palabra de Dios es nuestra fuente integral de la dirección del Señor y de Su provisión. Cuando se necesita la misericordia de Dios para salvación para una nueva vida, uno debe volverse a la palabra de Dios. "Venga también a mí tus misericordias, oh SEÑOR, tu salvación según tu palabra" (Salmo 119: 41). Cuando se necesita revivir para aquellos que tienen una nueva vida, uno debe volver a acudir a la palabra de Dios. "Estoy muy afligido; vivifícame, oh SEÑOR, según tu Palabra... Postrada está mi alma en el polvo; vivifícame según tu Palabra" (Salmo 119: 107, 25). Cualquiera que sea la necesidad, el Señor nos invita a afrontarla de acuerdo con Su Palabra.
Cuando no comprendemos los problemas de la vida que nos agobian dolorosamente, es hora de volver a correr hacia el Señor y Su palabra. "Llegue mi clamor delante de ti, oh SEÑOR; dame entendimiento conforme a tu palabra". Muy a menudo, la perplejidad es nuestra difícil situación humana. Hay una palabra del SEÑOR para cada tiempo.
Cuando las circunstancias que nos rodean, o la confusión dentro de nosotros, traen gran angustia, es hora de confiar una vez más en el SEÑOR y Su palabra. "Te ruego que me consueles conforme a la Palabra que has dado a tu siervo" (Salmo 119: 76). ¡Qué consuelo puede llenar nuestro corazón si permitimos que el Señor hable palabras de paz y consuelo de las Escrituras en nuestra vida!
Cuando nuestro hombre interior está tan agobiado que imaginamos que nuestra fuerza espiritual se ha ido para siempre, tenemos otra gran oportunidad de buscar al Señor en Su palabra. "Mi alma se derrite de la angustia; fortaléceme según tu palabra" (Salmo 119: 28). La palabra viva y poderosa de Dios puede traer fuerza de nuevo a nuestra cansada alma.
Cuando nos hundimos en un mar de abatimiento, nuestro Dios y Su palabra son nuestro remedio suficiente. "Susténtame conforme a tu palabra, para que viva; y no dejes que me avergüence de mi esperanza" (Salmo 119: 116). Su palabra vivificante nos sostiene, demostrando una vez más que nuestra esperanza en el Señor nunca es en vano.
Cuando estamos atrapados o atados y necesitamos ser liberados, Dios nos rescatará nuevamente a través de Su poderosa Palabra. "Llegue mi súplica delante de ti; líbrame según tu Palabra" (Salmo 119: 170). ¡El SEÑOR es nuestro gran libertador! - Bob Hoekstra
El entender las cosas espirituales es un don de Dios. Nuestra comprensión de la Palabra de Dios viene por medio de la enseñanza, pero también de la experiencia; apenas entendemos nada hasta que lo experimentamos. Esta experiencia iluminadora es un regalo de Dios, y hemos de esperarlo de Él en oración. El tener el juicio iluminado por la luz celestial y conformado a la verdad divina es un privilegio que sólo Él puede conceder la gracia. Muchos que se cuentan por sabios según el mundo, pero son necios según la Palabra del SEÑOR. Que nos hallemos entre estos hijos dichosos que son enseñados por el SEÑOR. - C. H. S.
ORACIÓN: Amado SEÑOR de la Biblia, te alabo por la obra integral de Tu palabra en mi vida. Día a día, por favor dame entendimiento, consuelo, fuerza y liberación. todo conforme a tu palabra. - Bob Hoekstra