SEPTIEMBRE  27

18.09.2021

MEJORES SON TUS AMORES QUE EL VINO Cantares 1:2

Se puede hablar del amor de Cristo en plural, porque se manifiesta en muy diversas maneras:

- ¡Oh, el amor de Jesucristo en el pesebre de Belén, el amor de Jesús en el taller de Nazaret, el amor de Jesús en Su santo ministerio, el amor de Jesús en la tentación en el desierto, el amor de Jesús en Sus milagros, el amor de Jesús en Su comunión con Sus discípulos, el amor de Jesús soportando la vergüenza y el reproche por causa nuestra, el amor de Jesús siendo tan pobre que no tenía dónde recostar Su cabeza, el amor de Jesús soportando tal contradicción de pecadores contra Sí!

.- El amor de Cristo es mejor que el vino porque se obtiene sin dinero. Muchos hombres se han empobrecido, y han despilfarrado su caudal, por causa de su amor al placer mundano, y especialmente debido a su afición por el vino; pero el amor de Cristo ha de obtenerse sin dinero. ¿Qué dice la Escritura?: "Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche." El amor de Cristo no ha sido comprado; y es incomparable. El amor de Jesús es otorgado a Su pueblo gratuitamente; no porque lo merezcan, o porque llegaran a merecerlo alguna vez; no porque, por algún mérito propio lo hubieran ganado, o porque por sus propias oraciones lo hubieran alcanzado. El amor de Cristo es la cosa más libre del mundo: libre como el rayo del sol, libre como el torrente de la montaña, libre como el aire. Llega al hijo de Dios sin compra y sin mérito, y en este sentido es mejor que el vino.

.- El amor de Cristo es mejor que el vino porque es mejor que todos los deleites temporales: El vino es símbolo del deleite y cualquiera que sea la dicha que hay en el mundo (y sería una necedad negar que hay algún tipo de placer que incluso los hombres más ruines conocen), el amor de amor de Cristo es mucho mejor que cualquier símbolo de placer en este mundo. El mundo nos seduce para tentarnos a través de los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Muchos son los que buscan satisfacer sus deseos sin entender que el pecado los conduce a la destrucción.

El amor de Jesús trae un gozo que es ideal para los ángeles, un gozo que continuaremos disfrutando en el propio cielo, un gozo que vuelve a la tierra semejante al cielo; por tanto, Su amor es mucho mejor que el vino. Quien se deleita en este amor encuentra todo lo que embelesa, regocija y satisface el corazón. No hay nada en el amor del SEÑOR Jesucristo que queramos quitarle; no hay nada en Su amor que sea impuro, nada que sea insatisfactorio.

.- El amor personal de Cristo es mejor que el vino: ¡Ay!, pero la dulzura para nosotros se dio cuando nos dimos cuenta de este amor, y al fin fuimos conducidos al pie de la cruz, confesando humildemente nuestros pecados. ¿Podría pedirles a quienes puedan hacerlo, que regresen a aquel feliz momento? Allí estaban al pie de la cruz, destrozados, pensando que no había esperanza para ustedes; pero alzaron su mirada al Cristo crucificado, y Sus benditas heridas comenzaron a derramar un flujo abundante de sangre preciosa sobre ustedes, y vieron que Él fue herido por sus rebeliones, que fue molido por sus pecados, y el castigo de su paz fue sobre Él y por Su llaga fueron ustedes curados. En ese preciso instante, sus pecados fueron todos quitados; vieron con una mirada de fe al Salvador sangrante, y cada mancha y estigma y mácula de su pecado fueron todas eliminadas, y su culpa fue perdonada para siempre.

.- El amor disciplinario de Cristo: Siempre que ha colocado la cruz sobre nuestras espaldas, ha sido porque nos ha amado tanto que no podía dejar de hacerlo. Él nunca nos suprimió algún goce sin tener el propósito de aumentarlo, y siempre fue realizado por el bien de nosotros. Tal vez no podamos decir en el presente que el amor disciplinario de Cristo haya sido siempre dulce para nosotros, pero lo diremos algún día, y yo puedo decirlo ahora: Bendigo a mi amado SEÑOR por todo lo que ha hecho por mí, y no podría decir todo lo que le debo al yunque, y al martillo, y al fuego y a la lima. Bendito sea Su nombre porque muchos de nosotros podemos decir: "Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra." Salmo 119:67 Por tanto, el amor disciplinario de Cristo es también "mejor que el vino."

.- El amor de Cristo en la copa, donde Su amor precioso es almacenado para Su pueblo; el amor de Sus promesas, dadas a nosotros; el amor de Su providencia; el amor de Su intercesión, pues Él suplica por nosotros; el amor de Su representación, pues Él está a la diestra del Padre como el Representante de Su pueblo; el amor de Su unión con Su pueblo, pues somos uno con Él: Él es la cabeza, y nosotros somos los miembros de Su cuerpo; el amor de todo lo que es, y todo lo que fue, y todo lo que será, pues en cada capacidad y bajo todas las circunstancias Él nos ama, y nos amará sin término. Su rico y abundante amor hacia Su pueblo; yo lo llamo amor en la copa, este amor Suyo para todos los santos que Él ha almacenado para ellos.

"En esto consiste el amor." "¡Miren cuál amor" hay en la cruz! ¡Qué sorprendente amor hay allí! ¡Oh!, entonces, tengamos el amor de Cristo en la copa, el amor del que podemos beber diariamente, el amor del que podemos beber personalmente justo ahora en este instante, el amor que será todo nuestro, como si no hubiesen otras personas en el mundo, y, sin embargo, un amor en el que millones de millones tienen una igual participación con nosotros.

Verdaderamente, mejor es Su amor que el vino; es la propia esencia del cielo; es mejor que cualquier cosa que podamos concebir. ¡Que Dios nos conceda un goce anticipado de los amores del cielo en la presente realización del amor de Jesús, que es el mismísimo amor, y por medio del cual el propio cielo vendrá a nosotros! -Charles Spurgeon

SEÑOR, por medio del Poder de Tu Santo Espíritu, revela tu amor que es mejor que el vino, a todo aquel que por Tu voluntad divina lea este mensaje. Gracias SEÑOR, bendito y alabado sea tu Santo Nombre por siempre. Amen.