JUNIO 27

"Porque Él inflige dolor, pero da alivio; Él hiere, pero Sus manos también sanan." Job 5:18
Como el cirujano, que hace una
herida, la limpia para sacar el tumor y la infección, aplica el medicamento,
luego la cierra y coloca el vendaje: Así el SEÑOR, Médico Divino,
espiritualmente hablando; con el bisturí, esto es, con "la espada del
Espíritu que es Su Palabra", corta y abre el corazón, inquieta y da dolor,
pone al descubierto el tumor cancerígeno del pecado, lleva al
arrepentimiento, la humillación por todas nuestras transgresiones. Porque la
palabra no sólo corta sino que limpia el corazón, porque dice: "Ustedes ya
están limpios por la Palabra..." Juan 15:3. La Palabra restaura y
transforma el corazón: "La Palabra de Dios es perfecta, que restaura
el alma", Salmo 19:7. La Palabra libera, salva, da vida eterna:
"El que oye mi Palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna, no será
condenado, Y ha pasado de muerte a vida." Juan 3:36
Jesucristo, Médico
Divino, como el Buen Samaritano vierte en el corazón herido de muerte por los
pecados, el aceite de Su Espíritu, el vino de la gracia de perdón y la
misericordia, sana, cierra y venda las heridas que causó. Él " llevó
sobre sí nuestros males, y sufrió nuestros dolores". Isaías 53:3. Después
de sanar el alma herida, la conduce no a una posada temporal, sino
permanente, es un refugio seguro, donde experimenta, paz, alivio y
descanso: " ¡Al abrigo del Altísimo y bajo las sombra del Omnipotente!
" Salmo 91:1. Él Médico Divino está abierto a todos, no niega Su
poder sanador y salvador a nadie. Y no abandona, sino que cuida del enfermo día
y noche, le rodea de compasión y le muestra Su infinito amor. Lucas 10:26-34
"Porque Él inflige dolor, pero da alivio; Él hiere, pero Sus manos también
sanan."
¡Miren, el Altísimo tiene que
ver con los enfermos, heridos y tristes! ¡El está en medio de los enfermos como
el buen Médico! Su profunda simpatía con los que lloran es una marca especial
de su bondad. El SEÑOR siempre está sanando y vendando; esta tarea no es nueva
para Él. No es una tarea del pasado de la cual ahora ya está cansado, porque
todavía está sanando y vendando, como lo ha hecho y lo hará. ¡Ven corazón
herido y quebrantado, ven al Médico que nunca se cansa de sanar; muestrale tus
heridas para que las alivie y sane! C. H. S. "El SEÑOR sana a los
quebrantados de corazón, y venda sus heridas" Salmo 147:3
"¿Haz sido herido por el
pesado azote del dolor, y por los clavos de la cruz? No mires las segundas
causas. Los hombres pueden haber sido los instrumentos, pero Dios es el Agente.
La copa ha sido presentada por un Judas, pero el Padre lo permitió; y es por
tanto la copa que el Padre te ha dado a beber. ¿No la beberás? ¡Cuánto debe
amarte Él, para atreverse a infligir esta terrible disciplina, que hace temblar
en la balanza tu amor y tu confianza, que Él valora tan infinitamente! "No
desprecies la disciplina del SEÑOR, ni desmayes cuando eres reprendido por Él;
porque el SEÑOR al que ama, disciplina y azota a todo el que recibe por
hijo". Hebreos 12:6
No mires hacia atrás, ni a lo
que has sufrido; ¡mira hacia arriba! Tan ciertamente como Él inflige el dolor,
Él dará alivio; tan pronto como haya causado la herida, sus manos comenzarán a
sanar. Deja que la carne sea lacerada y sangre. Así que cuando el corazón
parece desangrarse, el SEÑOR está obrando, vendando y sanando. Piensa en esas
manos amorosas y tiernas, que modelaron los cielos, sanaron a los enfermos y
tocaron los ojos de los ciegos, están posadas sobre ti para sanarte. Confía en
Él; te ama infinitamente, y no permitirá que ninguno de los que confían en Él
sea avergonzado. Rom.10:11 Puede ser que un médico por bueno que sea, falle,
pero si Cristo emprende la cura, puedes estar seguro de ella. No temas.
"El que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará." Fil.1:6
Sin embargo, debemos tener cuidado y cerciorarnos de que nada de nuestra
parte impida que la vida del Hijo de Dios fluya a través de nosotros, como la
savia de la vid a través de cada rama. - F.B.Meyer