SEPTIEMBRE 26

"SI ALGUNO TIENE SED, VENGA A MÍ Y BEBA." JUAN 7:37
Uno de los símbolos por los que la Biblia representa el Espíritu Santo, ES EL AGUA. El Espíritu Santo hace en el terreno espiritual, lo que hace el agua en el plano material; El agua purifica, refresca, sacia la sed y convierte el campo estéril en tierra fructífera. Y el Espíritu Santo purifica el alma, la sacia, sustenta, y transforma el corazón endurecido por el pecado, lo ablanda, convirtiéndolo en tierra fértil que reverdece, florece y da mucho fruto para la gloria de Dios.
"El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en Él; Juan 7:38 Esta fuente Divina que regenera, transforma, restaura y satisface el alma, está disponible para todos los que creen en Él, en Su Salvación, como dice Su Palabra. Es para quien tiene sed de ser justificado de todos sus pecados, porque con el corazón se cree para justicia. Rom.10:10, por Su Sangre derramada en la Cruz. "Bienaventurados (dichosos) los que tienen hambre y Sed de Justicia(de Cristo) porque ellos serán saciados." Mateo 5:6
La gracia del Espíritu Santo, cuando entra en un alma y permanece en ella, fluye con poder, fluye con gozo porque tomó agua de los manantiales de la Salvación. Isaías 12:3 Fluye desbordada por la paz que le fue concedida, ¡puesto que Todos sus pecados fueron expiados y perdonados! Fluye de manera abundante y constante, hasta quedar satisfecha con la gracia divina, la bondad y amor del SEÑOR. ¡Ah! Si el hombre conociera el poder secreto de la Fuente viva, Cristo, que hace grato cada día y cada hora, no se cansaría de beber hasta recibir Su gracia Redentora. - James Buckman
"El SEÑOR te pastoreará siempre, en las sequías( en tiempos difíciles, pérdidas, escasez, soledad, enfermedad) saciará tu alma y serás como huerto de riego, cuyas aguas nunca faltan." Isaías 58:11 Las fuentes del SEÑOR las encontré donde más la necesité. El SEÑOR del camino conoce la vida de Sus hijos sedientos, de modo que las fuentes se abren en el momento en que el alma se siente seca y próxima a desfallecer. ¡Al pie de la colina de la dificultad se halla un manantial! ¡Sí! Las fuentes salutíferas del SEÑOR elevan su corriente cristalina hasta el cúmulo de tristezas, oposición de los enemigos y penas agobiantes. !Alma mía, tu manantial está cerca, ¡ está aquí mismo! ¡No salgas a buscarlo! Tu sequía ha terminado, las aguas están a tus pies - J.H.Jowett
La sed puede ser mala en sí misma, y no haber signos de gracia, sino más bien signos de pecado de deseos desordenados que buscan ser gratificados con mayores lujurias; pero no es por la bondad de la criatura que se hace la invitación, es por el Señor Jesús que la envía libremente, y sin acepción de personas. El pecador debe venir a Jesús, no a las obras y ordenanzas, sino a la persona del Redentor, "quien llevó él mismo nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero" 1 Pedro 2:24. El sangrante, moribundo y resucitado Salvador, es la única estrella de la esperanza del pecador. ¡Oh, por la gracia ven a Él y bebe, antes de que el sol se ponga! No hay que esperar o prepararse tanto como se puede intuir.
Beber es una acción que no requiere ni exige aptitud ni habilidad alguna. Un ignorante, un ladrón, una prostituta pueden beber; desciende, esto es, humíllate, ríndete, y bebe que lo pecaminoso no es impedimento para aceptar la invitación a creer en Jesús. No se necesita una copa de oro, ni un cáliz de joyas; la boca del necesitado y sediento es bienvenida a beber del torrente que cae. Los ampollados y sucios labios del pecador, pueden tocar la corriente del divino amor; no pueden contaminarla, sino que serán purificados. Jesús es la fuente de la esperanza. Escucha la voz amorosa del amado Redentor como nos invita a cada uno de nosotros, diciendo: "SI ALGUNO TIENE SED, VENGA A MÍ Y BEBA." - C. Spurgeon
Si vas al manantial y miras sus aguas burbujeantes, no saciarás tu sed. Debes beber el agua. De la misma manera, no basta con contemplar a Cristo para recibir la bendición. Debes hacerle entrar a tu vida y dejar que Su Espíritu Santo llene tu corazón. Cristo se nos presenta como la Fuente en el desierto. El agua fluyó de la hendidura de la peña. Éxodo 17:6 Comprendamos el significado de la bendición: Jesús derramó Su Sangre en la Cruz, para proveer el agua que sacia la sed de nuestra alma. - J.R. Miller
Día feliz cuando encontré la fuente, por mi se abrió; bajé y bebí, y libre fui, mi alma a Cristo adora hoy. Fuente eternal, mi sed calmó el puro y limpio manantial. A la vida entró ya, cantando mi alma de gozo va. Soy feliz, soy feliz y en su favor, me gozaré. En libertad y en luz me vi, cuando por fe a Cristo me vi, cuando por fe a Cristo fui y mis pecados lavé en la corriente carmesí. Abbie Mills
Hay un precioso manantial de Sangre de Emanuel, que purifica a cada cual que se sumerge en Él. El malhechor se convirtió pendiente de una cruz; él vio la fuente y se lavó, creyendo en Jesús. Y yo también mi pobre ser allí logré lavar; la gloria de su gran poder me gozo en ensalzar. ¡Eterna fuente carmesí! ¡Raudal de puro amor! Se lavará por siempre en Ti el pueblo del SEÑOR. - Lowell Mason