DICIEMBRE 26

"A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altivos ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, el cual nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos". 1 Timoteo 6:17

Una disposición altiva con frecuencia es engendrada por la riqueza. Los ricos pueden verse tentados a mirar con desprecio a los pobres, como si ellos, por supuesto, fueran los favoritos del Cielo porque han sido muy favorecidos con los bienes materiales. Pablo advierte contra el peligro de ser soberbios, es decir, elevarse por encima de los demás bajo el sentido de su importancia debido a sus riquezas. Advierte también contra el peligro afín, que separa, no tanto de los hombres como de Dios, a saber, poniendo su esperanza en sus riquezas. "Jesús miró a su alrededor y dijo: "¡Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!" Mar. 10:23 Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús respondió: "Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que CONFÍAN en las riquezas!" Mar.10:24

La dificultad de los ricos es que su dios son las riquezas, las idolatran y adoran. "Y avaricia, que es idolatría". Col.3:5, y los idolatras no heredaran el reino de Dios. 1 Cor.6:9. Es un gran riesgo para un hombre rico decirle al oro: "Tú eres mi esperanza; y al oro fino, tú eres mi confianza" (Job 31:24), Nuestra confianza en las riquezas es muy incierta porque pueden tomar alas y huir Prov.23:5; porque la muerte nos puede quitar del disfrute de nuestras posesiones; "Desnudo vine a este mundo, y desnudo saldré de él", Job 1:21. Hubo un tiempo en que el bien terrenal no era nuestro, y llegará un momento en que dejará de serlo. Entonces, no debemos convertir en esencial lo que solo pertenece a nuestro estado terrenal. Seamos agradecidos con lo que Dios nos da: "Así que, teniendo sustento y abrigo estemos contentos". 1Tim.6:8.
Las riquezas no pueden satisfacer el hambre profunda del corazón humano. El amante del dinero, al poner un valor falso sobre el dinero, lo convierte en una trampa y un instrumento de daño para sí mismo y para los demás, y una pérdida eterna para su propia alma; El creyente, al tener su confianza en el Dios vivo obtiene el verdadero significado de las riquezas; las convierte en una posesión gozosa para sí mismo y su prójimo, es un alimentador de la virtud desinteresada y la ganancia eterna."Sino en el Dios vivo, el cual nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos". 1 Timoteo 6:17 Confíemos, por lo tanto, en el Dador, no en el regalo. El regalo es incierto; El Dador vive para siempre. Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en el cual no hay cambio ni sombra de variación. Sant. 1:17. Nuestro SEÑOR Jesús siempre está dando y ni por un instante retira su mano. Mientras haya un vaso de gracia que no esté lleno hasta el borde el aceite de la vasija no se detendrá. Jesús es un sol que siempre alumbra, es un maná que siempre cae, es una roca en el desierto que siempre da raudales de vida que proceden de su costado herido. La lluvia de su gracia siempre desciende; los ríos de su generosidad corren siempre, y la fuente de su amor fluye constantemente.

Como el Rey nunca puede morir, así mismo Su gracia nunca puede faltar. Diariamente tomamos frutos de él, y diariamente sus ramas se inclinan hasta nuestras manos con una nueva provisión de su misericordia. Hay siete días de fiesta en sus semanas, y en sus años hay tantos banquetes como días. ¿Quién ha vuelto alguna vez vacío de su puerta? ¿Quién se levantó de su mesa insatisfecho, o de su seno sin hallar en él un paraíso? Sus mercedes son nuevas todas las mañanas y frescas todas las noches. Cada tic-tac del reloj nos habla de las múltiples bendiciones de nuestro Dios. ¿Cómo engrandece mi alma al que me colma de bienes, y me corona de misericordias? ¡Oh si mi alabanza pudiese ser tan incesante como su bondad! ¡Alma mía despierta! ¡Oh Señor, de mañana oirás mi voz; De mañana presentaré mi oración a Ti! Salmo 5:3. -C. Spurgeon