ENERO 17

07.01.2023

"Y a Aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según Su poder que obra en nosotros". Efesios 3:20

La oración tiene que ver con Dios, con su capacidad para obrar. La posibilidad de la oración es la medida de la capacidad de Dios. Esto es, nos manda que pidamos, y recibiremos, Mat.7:7, porque Dios puede hacer todas las cosas. Puede hacer incluso más de lo que pedimos o entendemos; los pensamientos, las palabras, la imaginación y los deseos humanos no pueden medirse con la capacidad de Dios. Porque la oración no sólo descansa sobre promesas, sino que obtiene más promesas: crea promesas.

Elías, por ejemplo, tenía la promesa de Dios que Él enviaría lluvia, pero no tenía la promesa de que le enviaría fuego. Por fe y oración obtuvo fuego, y también agua, pero el fuego vino primero. Igualmente, Daniel no tenía una promesa específica de que Dios le daría a conocer el sueño del rey, pero él y sus asociados se unieron en oración, y Dios reveló a Daniel el sueño del rey y su interpretación, y sus vidas fueron salvadas ( Dan. 2). Ezequías tampoco tenía ninguna promesa de Dios de que lo sanaría de la enfermedad que amenazaba su vida. Al contrario, llegó a él Palabra del SEÑOR, por boca del profeta, de que tenía que morir.Sin embargo, oró en contra del decreto del Todopoderoso, con fe, y consiguió que Dios cambiara la orden, y vivió, Isaías 38:1-2-8,

La majestad y el poder de Dios para hacer al hombre y al mundo, que está sosteniendo todas las cosas, se halla siempre delante de nosotros como la base de nuestra fe en Dios y la seguridad y urgencia de la oración. Esto nos lleva a meditar así: Si Él creó los cielos, la tierra y Todo lo que en ellos hay, Salmo 146:6, también puede hacer cualquier cosa por nosotros. Él puede hacer y darnos "mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos". Las promesas de Dios para aquellos que verdaderamente oran son tan grandes y Dios se pone tan plenamente en las manos de los que oran que nos deja perplejos. No acabamos de comprenderlo y nos quedamos tambaleando, incluso llegamos a dudar.

Realmente, las promesas de Dios a la oración han sido recortadas por nosotros a causa de nuestra poca fe, y han descendido al nivel de nuestras estrechas nociones sobre la capacidad, la generosidad y los recursos divinos. Tengamos siempre en cuenta y no nos permitamos dudar ni un momento que el Padre Celestial hará lo que promete. Sus promesas son su propia Palabra. Su veracidad se halla en juego y El no puede permitirse faltar a su Palabra. Sus promesas son para gente sencilla y corriente, dice que lo hagan, Él intenta hacer lo que dice por los que oran como Él dice que lo hagan, porque "fiel es el que prometió". Heb 10:23.

"El que a su propio Hijo no perdonó, sino que lo entregó por nosotros, ¿cómo no nos dará con Él Todas las cosas en abundancia?" Rom. 8:32. ¡Qué base para la oración y la fe, sin medida, en anchura, profundidad y altura! La promesa de darnos Todas las cosas está respaldada por la llamada a que recordemos el hecho de que Dios ha dado libremente a su Hijo Unigénito para nuestra redención. El que diera a su Hijo es una garantía de que Él dará libremente Todas las cosas a aquel que cree y ora. ¡Qué confianza tenemos en esta afirmación divina para que pidamos de modo inspirado! ¡Qué atrevimiento tenemos aquí para peticiones amplias! No en la rutina y en lo común, sino con peticiones grandes. Pues las peticiones grandes magnifican la gracia y añaden gloria para Dios. -Edward M.Bounds

"La oración debería ser el aliento que respiramos, la idea de nuestro pensamiento, el alma de nuestros sentimientos, la vida de nuestro ser, el sonido que percibe nuestro oído y el crecimiento de nuestra madurez espiritual. La oración, en sus dimensiones, es longitud sin fin, anchura sin límites, altura sin tope y profundidad sin fondo; Ilimitada, inacabable, insondable e infinita. - Homer W. Hodge

"¡Quién tuviera una fe que no retrocede a pesar de los ataques enemigos, que no tiembla ante ningún peligro, ni aunque a sus pies el abismo se abra! SEÑOR dame esta fe del tamaño del grano de mostaza, eso me basta, la necesito. Con ella no me importa lo que venga, cada lucha será aquí una victoria y más allá, el premio, eterna gloria.... Amen". !Atrevámonos a creer, porque nuestro Dios es poderoso para hacer Todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, mediante Su gran poder que actúa en nosotros! A Él sea la gloria".