JULIO 26

"Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré". 2 Crónicas 18:13
El rey de Judá Josafat hizo una alianza con el malvado Acab, rey de Israel. Juntos decidieron atacar Ramot de Galaad y acabar con los sirios que habían ocupado la ciudad. Pero Josafat quiso primero buscar el consejo del profeta Micaias. Y Acab consultó a los profetas de Israel que eran cuatrocientos(400), quienes para agradar a Acab profetizaron lo que él quería escuchar, predijeron victoria y éxito, diciendo: "Sube a Ramot de Galaad y tendrás éxito, pues el Señor la entregará en manos del rey". 2 Crónicas 18:1-11
Pero Micaías, verdadero profeta y siervo de Dios, a quien solo le importaba agradar a Dios, dijo: "Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré.... Ahora el SEÑOR ha puesto un espíritu de mentira en boca de estos tus profetas, pues el SEÑOR ha decretado el mal contra ti". 2 Crónicas 18:22 Como resultado ambos reyes fueron derrotados y Acab fue muerto.
Notemos la desigualdad en número entre los profetas falsos y los verdaderos. ¡Cuatrocientos (400) profetas de Acab profetizaron éxito, y solo Micaías habló de parte de Dios! Bien dijo el SEÑOR, Jesús: "Se levantarán MUCHOS falsos profetas y a MUCHOS engañarán" Mat.24:11. Quiere decir; que los verdaderos profetas serán POCOS. Y vemos ejemplos en la Biblia que esto se cumple: ¡Cuatrocientos (400) profetas de Acab profetizaron éxito, y solo Micaías dijo la verdad! Lo mismo ocurrió con Elías en el monte Carmelo con los profetas de Baal que eran 450. 1 Rey. 18:19. Y hoy, los verdaderos profetas que van contra la corriente son Pocos, y nadie los escucha.
"Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré." ¡Qué ejemplo tan vívido de un profeta incorruptible que está comprometido con la verdad de Dios y Su Palabra! Ningún malvado como Acab, y ningún creyente que claudica entre Dios y el mundo, debería estar muy tranquilo en la presencia de un profeta ungido por el SEÑOR, que no teme decir la verdad de parte de Dios y dar palabra de advertencia cuando es consultado. Que ejemplo para estos tiempos de apostasía, para estos tiempos en los que abundan los autoproclamados "apóstoles y profetas de la prosperidad ", aseguran tener la última revelación de la Palabra de Dios, y solo profetizan lo que la audiencia quiere escuchar: "Tendrás éxito, riquezas, fama".
Micaías decidió hablar la PALABRA DE DIOS y NO lo que los hombres querían oír. Acab, quería que le profetizaran siempre palabras bonitas, palabras que complacen sus propios deseos, palabras que no lo confronten con el pecado, tal como quieren muchos en la actualidad. No quieren escuchar las advertencias de peligro que el SEÑOR hace, lo mismo que en tiempos de Isaías, dicen a los profetas: "No nos profeticen la verdad. Dígannos mentiras, profeticen falsedades." Isa.30:10 Pero escucha lo que te dice el SEÑOR: " NO ESCUCHEN las palabras de los profetas que les profetizan; que los alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca del SEÑOR. Dicen atrevidamente a los que me irritan: EL SEÑOR dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre ustedes." Jer. 23:16-18
Acab, se refirió a Micaías, así: "Lo detesto porque cuando él habla de parte del SEÑOR nunca me dice nada agradable. Siempre dice lo que no me gusta." 2 Cron. 18:7 Micaías, estaba dispuesto a ir contra la corriente, a enfrentar las consecuencias, a ser rechazado por muchos. Así mismo ocurre hoy, con quienes se atreven a decir lo que el SEÑOR dice en Su Palabra, contra los que reinan como Acab, esto es, los líderes religiosos, profetas y maestros del falso Evangelio de la Prosperidad, son señalados de no ser de Dios porque no están de acuerdo con lo que dice la mayoría, son menospreciados, criticados. Y el verso en el que se escudan para callar toda voz de la verdad, es: "No juzquen, para que no sean juzgados". Pero es la misma Palabra de Dios por la que éstos serán juzgados. Juan 12:44 Por eso, el siervo verdadero de Dios como Micaías no teme decir lo que Dios habla en Su Palabra, sabe que no es nada personal con nadie, solo está comprometido con el SEÑOR y Su verdad. "Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré".
Rechazan al mensajero por el mensaje de parte de Dios. Su odio contra quienes les advierten está realmente dirigido hacia Dios. Se indignan porque no pueden salirse con la suya por su espíritu orgulloso. No pueden soportar el contraste entre los hijos de Dios y ellos mismos. No te sorprendas si el mundo te odia. Muestra que no eres más del mundo de lo que era tu Maestro. Jesús dijo: "Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán". F.B.Meyer Micaías, estaba dispuesto a recibir persecución y castigo de los hombres. Acab ordenó: "Echen a éste en la cárcel, y aliméntenlo con poco pan y poca agua hasta que yo vuelva en paz. 2 Crón. 18:26 Los profetas falsos son instrumentos usados por el diablo, para desviar al pueblo de Dios de Su Palabra y llevarlos a la derrota. Alimentan a sus seguidores con poca Palabra de Dios, y si con mucho de sus propias visiones, sueños y revelaciones falsas. Usan mal la Palabra de Dios, la malinterpretan o la acomodan a su propios intereses. Pero los verdaderos siervos de Dios dicen como Micaías: "Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré".
Como consecuencia de no escuchar las advertencias de la PALABRA DE DIOS, y por escuchar a los profetas falsos que hablan por su propia cuenta, solo éxito y prosperidad: "Acab rey de Israel, murió en esta batalla, y la palabra de Dios en boca de Micaías se cumplió. "La batalla arreció aquel día, y el rey de Israel fue sostenido en el carro frente a los arameos hasta la tarde; y murió al ponerse el sol. 2 Cron. 18:34. El SEÑOR nunca deja en vergüenza a sus siervos. Josafat, decidió escoger el camino fácil, el de la mayoría, se dijo así mismo: "Si 400 profetizan éxito, será porque tienen razón." Siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Ef. 2:2. Pero ten presente que el camino fácil, lleva a la muerte eterna.
Que el SEÑOR envíe para estos tiempos verdaderos profetas, que hablen PALABRA DE DIOS, como Micaías, siervos de Dios que confronten el pecado, que se atrevan a decir lo que Dios dice y no lo que la gente quiere oír, aunque vayan contra lo que mayoría dice. Siervos y siervas de Dios, que sigan el ejemplo de Pedro y Juan, que cuando fueron encarcelados y se les prohibió hablar la Palabra de Dios, respondieron: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres". Hechos 5:29 ¡Creyente, amado del SEÑOR, Él te está hablando por su Espíritu! ¡Pide que abras tus oídos espirituales y escucha hoy su voz! "Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré". ¡Amén!
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