JUNIO 26

13.09.2022

No se adormecerá el que te guarda. Jamás se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. El SEÑOR es tu guardador; Salmo 121:3-5


Esta es una seguridad de una belleza exquisita: "No se adormecerá el que te guarda". El cuidado terrenal siempre se interrumpe. El amor humano se desgasta y olvida. Del ojo humano no podemos decir: "Nunca duerme". Pero, el SEÑOR, nuestro Guardador, está despierto, mientras nosotros dormimos. El hijo de Dios está bajo la mirada del SEÑOR, en cada momento del día o de la noche, en cualquier parte de este mundo, por eso, puede decir con bendita confianza: " Los ojos del SEÑOR están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia,". Salmo 33:18


El cuidado del SEÑOR es tanto general como específico. El creyente no se pierde en la multitud, Dios nos tiene contados, y aunque falte uno, Él sabe quién es, y todo su corazón se pone en la búsqueda del que falta. Como el buen pastor que teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, deja las noventa y nueve,y va tras la que se perdió, hasta encontrarla, y la pone sobre sus hombros gozoso. Lucas 15:3-7. Esta es la enseñanza de toda la Biblia. "El SEÑOR es mi Pastor." "El SEÑOR es mi luz y mi salvación". "Él llama a sus ovejas por su nombre". No debemos preocuparnos por la inmensidad del número de los hijos de Dios, ni preguntarnos cómo es posible que Dios piense en cada uno de ellos. Es tan fácil para un Dios infinito velar por cada uno de los millones de sus hijos, como para un padre y una madre humanos finitos cuidar individualmente a cada uno de sus hijos. No debemos quedarnos perplejos con la pregunta de cómo nuestro Padre Celestial en Su grandeza puede brindar cuidado personal y ayuda individual. Los incrédulos piensan que el SEÑOR está demasiado ocupado para tener cuidado de cada uno. Pero nosotros los que creemos en Él, nunca debemos temer que el SEÑOR olvide al más pequeño o al más débil de nosotros en cualquier momento de necesidad, mientras cuida de su vasto universo. El que alimenta al gorrión hambriento, ¡puede oír y responder al clamor de sus propios hijos! "Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal." 1 Pedro 3:12

En nuestra impotencia y debilidad, hay algo maravillosamente consolador y reparador que debemos tener presente: "No se adormecerá el que te guarda." ¡el ojo del amor eterno está siempre vigilándonos! En tiempos de guerra, los soldados se duermen en sus tiendas, incluso en presencia del enemigo, sin temor, porque durante toda la noche los centinelas vigilan el campamento. Y así descansemos en perfecta paz, en medio de las enemistades y peligros de este mundo, porque Dios está velando por nosotros. Sólo tenemos que alejar continuamente nuestros ojos y corazones de los frágiles refugios de la tierra, mirando a Dios y sólo a Dios en busca de ayuda. Si hacemos esto, la protección Divina para nuestra vida nunca fallará ni por un momento. Si hay alguna ruptura en esta protección, es porque dejamos la custodia divina y tomamos en nuestras manos el cuidado de nuestra vida. La culpa entonces será sólo nuestra, no de Dios. Siempre cierta y segura es la promesa: "Tú guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado." Isaías 26:3"

El SEÑOR es tu Guardador". "¡Qué mina de significado tenemos aquí!; es oro puro, y cuando sea acuñada con el nombre del Rey, bastará para pagar todos nuestros gastos desde el nacimiento en la tierra hasta nuestro reposo en el cielo. Aquí hay una persona gloriosa: El SEÑOR, que asume el cargo y lo cumple en persona. "EL SEÑOR es tu Guardador". ¡Podemos apropiamos de esta declaración divina! Sí, podemos seguir adelante hacia Jerusalén; sí, podemos viajar por el valle de sombra de muerte sin temer mal alguno. - C. H. S."


Sin embargo, no debemos concluir que en esta protección divina nunca conoceremos la pérdida o el dolor, que no tendremos nuestra propia lucha con el pecado y con los enemigos de nuestra vida. No hay en toda la Biblia, una promesa de que la vida del creyente será una vida fácil, una vida sin peligro, dificultad o prueba. Esta no sería la mejor misericordia para nosotros. Muchas de las mejores cosas de la bendición y el bien divinos nos llegan a través del dolor y no pueden llegarnos de ninguna otra manera. "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de los cielos." Hechos 14:22. No hay entrada al cielo sin aflicción. Hay alegrías que nunca podemos experimentar, hasta que soportamos el dolor y la pérdida. Hay posibilidades de belleza en nosotros, que solo pueden ser reveladas en el horno de la prueba.


Jesús fue perfeccionado a través del sufrimiento. Heb.2:10 Es decir, incluso su naturaleza sin pecado era incompleta, hasta que sufrió. Eliminar las dificultades de nuestra experiencia sería robarnos muchas de nuestras alegrías más dulces y tesoros más ricos. Hay grandes bendiciones que sólo pueden obtenerse venciendo. Nuestras cargas son los dones de Dios para nosotros, cada una de las cuales encierra un bien, una misericordia, que seríamos más pobres si no las tuviéramos, y que solo podemos obtener si llevamos las cargas que el SEÑOR nos ayuda a llevar, "Él hace fácil la carga". Tampoco podemos escapar de la tentación, "hay una bienaventuranza para el hombre que soporta la tentación", Santiago 1:12, pero cuando Dios nos guarda, aún la tentación que debemos enfrentar, no tendrá poder para hacernos daño. -J.R.Miller