MAYO 26

¿Quién subirá al monte del SEÑOR? Salmo 24:3
El Monte del SEÑOR es, en realidad, el cielo más alto, donde Él tiene su morada. Es el monte escogido en el que están congregados la gloriosa compañía de los ángeles y los espíritus de los justos, es decir, de todos aquellos que el SEÑOR recibe en su rebaño y han sido lavados con la Sangre del Cordero que quita los pecados, y los llama a la pureza. El camino hacia la cima de este monte, se da paso a paso. El alma del creyente ha de refinarse, poco a poco con la ayuda del SEÑOR y Poder de Su Santo Espíritu.
Subir esta cuesta espiritual no es fácil, mientras ascendemos nos encontraremos con debilidades, enfermedades, problemas económicos y en general aflicciones, y hasta nos veremos tentados a retroceder. Este ascenso es el camino angosto que lleva a la vida eterna. Mat.7:14. No es fácil abandonar un deseo de la carne, desprenderse de una mala compañía, abandonar el curso del pecado, entrar en una vida de virtud, vivir una vida en comunión con el SEÑOR y mantenerse firme en ella; y quien quiera ascender esta cuesta no podrá hacerlo a menos que haga frente a una y otra de estas dificultades y las venza. ¿Quién subirá al monte del SEÑOR? "El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.» Apoc. 3:5. Es cierto que el monte es escarpado, pero Dios es Omnipotente; es verdad que la montaña es prominente, pero más prominentes aún son el amor y la gracia de Dios. Él te llevará hasta el final; cuando no puedas caminar Él te llevará en Sus brazos; y cuando el camino sea tan escarpado que ni siquiera te puedas arrastrar en él, Él te levantará como sobre alas de águila y te llevará a Su reposo prometido.
Desde los elevados montes puedes mirar a los lados y ver los lagos y los ríos. En aquel lado, los verdes y risueños valles, y, muy lejos, el salvaje bosque oscuro. La vista es amplia, pero ¡cómo será la vista que tengamos en el cielo! Allí «conoceré como soy conocido». Aquí vemos oscuro, como en un espejo, pero allí nos veremos cara a cara. Y, lo que es más importante, lo mejor de todo, mis ojos verán al Rey en su hermosura. Contemplaremos su rostro. Miraremos en sus ojos. Beberemos amor de la fuente de su corazón y escucharemos la música de su amor de sus dulces labios; entraremos en su compañía, y tendremos el paraíso en su regazo.¡Sube cristiano, sube! ¡Cristo te está esperando! Vamos, pisa el espinoso camino y asciende, porque Cristo espera en la cima con los brazos abiertos y diciendo: "Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono». Apoc.3:21
Todo lo que veremos en la cumbre del monte de Dios será nuestro. Miramos desde los montes terrenales y vemos, pero no poseemos. Aquella mansión que está allá no es nuestra; ese arroyo cristalino no nos pertenece; esos extensos campos son hermosos, pero no nos pertenecen. Pero en las cumbres de los montes del cielo poseeremos todo lo que veamos. Poseeremos las calles de oro, y las arpas de armonía, las palmas de la victoria, los gritos de los ángeles, los cánticos de los querubines, el gozo de la Trinidad Divina y el canto de Dios descansando en Su amor, y regocijándose por nosotros con cantos, es más, Dios el Eterno mismo será nuestro, y será nuestro por los siglos de los siglos. ¿Qué mejor ánimo puedo darles a ustedes cristianos, cansados, fatigados, desfallecidos y al borde de la desesperación? Tengan ánimo. Desháganse de sus penas hoy pues ya han tenido suficiente para sentirse abatidos; ¡Oh!, recuerden que la cima les compensará por el esfuerzo de subir hasta allá. Aunque la ruta sea escabrosa, por muy larga que sea es corta, y el reposo, el reposo enmendará todo. ¡Oh, cristiano, los hombres sufrirán más para enriquecerse de lo que tú sufrirás para ser hallado en Cristo! Prosigue, sigue adelante, permanece firme en el SEÑOR, amadísimo, y habiendo acabado todo, descansa.- C.Spurgeon