MARZO  26

10.05.2022


"Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros; estaremos alegres". Salmo 126:3


Algunos cristianos son propensos a mirar el lado oscuro de las cosas, y descansan más en lo que ellos han hecho que en lo que Dios hizo por ellos. Pregúntales cuál es su impresión acerca de la vida cristiana, y te describirán sus continuas luchas, sus intensas aflicciones, sus penosas adversidades y la perversidad de sus corazones, y apenas harán alguna mención de la ayuda que Dios les concedió. Pero un cristiano cuya alma goza de salud, se adelantará y dirá con alegría: Hablaré no de mí mismo, sino hablaré para glorificar a mi Dios. "Él me hizo sacar del pozo de la desesperación y del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios." Salmo 40:2 "Grandes cosas ha hecho el Señor conmigo, estaré alegre."

Una experiencia como esta es lo mejor que cualquier hijo de Dios puede presentar. Es cierto que tenemos pruebas, pero es también cierto que somos librados de ellas; es cierto que tenemos nuestras corrupciones, y con dolor lo reconocemos, pero no es menos cierto que tenemos un poderoso Salvador que subyuga estas corrupciones y nos libra de su dominio. Al mirar atrás, haríamos mal si negásemos que hemos estado en el Pantano del Desaliento y que nos hemos arrastrado por el Valle de la Humillación, pero haríamos igualmente mal si olvidamos que mientras cruzábamos esos lugares, hemos estado seguros y hemos sacado provecho. Gracias a nuestro Poderoso Ayudador y Guía no hemos permanecido allí, pues Él nos llevó a un lugar de abundancia. Cuanto más intensas son nuestras pruebas tanto más sentidas son nuestras acciones de gracias a Dios, quien nos acompañó siempre y nos preservó hasta ahora. Nuestras aflicciones no pueden perjudicar la melodía de nuestra alabanza, pues ellas tocan el bajo en el canto de nuestra vida. "Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres". C.Spurgeon


"Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros". El pueblo de Israel, fue librado de la cautividad temporal, pero la liberación inmensa e incomparable por la cual la humanidad fue puesta en libertad del poder de sus enemigos, no es temporal, sino eterna. Por lo cual entendemos este Salmo como una profecía de redención que había de venir por Jesucristo, y la publicación del Evangelio, por el cual progresa el reino de Cristo y son vencidos la muerte y el diablo con todos los poderes de las tinieblas." -Thomas Stint

Todo acto de liberación divina es motivo de gozosa alabanza. Jesús vino a "proclamar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel." Nosotros estábamos en nuestros delitos y pecados fuimos salvados por Gracia. Ef.2:5 Y no solo fuimos liberados del cautiverio del pecado, Satanás y la ley; sino que además nuestra redención contiene muchas bendiciones grandes y gloriosas en ella, ¡como la justificación, remisión de pecados, la adopción y la vida eterna! Todo lo que el SEÑOR Jesús hizo por nosotros es algo demasiado grande, de incalculable valor y es un motivo de gran alegría. Nuestro Todopoderoso Libertador nos ofrece todo esto como un acto gratuito de amor y misericordia. ¡Cómo no exaltar más allá de toda estimación el valor de nuestra redención y salvación, que se nos ofrece gratuitamente; "¡sin dinero y sin precio!". Por eso nosotros, que hemos creído, podemos decir exactamente igual como los que volvían a Sión(lugar donde Dios habita): ¡Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros, qué alegría, qué gran gozo!


Nuestro Todopoderoso Libertador no solo nos ha redimido, sino que ha dado sus órdenes a todos a lo largo de su vasto imperio, para socorrernos en nuestro trabajo y para impartir todo lo que necesitemos para sustento de nuestra vida espiritual y física. A los mismos ángeles en el cielo se les ordena acompañarnos en todo nuestro camino, acampar a nuestro alrededor, sostenernos para que no tropecemos con nuestro pie en una piedra, y ministrarnos en todo lo que necesitamos. Nuestro Redentor y Salvador Jesucristo, realmente ha hecho grandes cosas en nuestras vidas, nos ha sanado, nos ha alimentado y nos ha sustentado, nos ha preservado y por encima de todo esto y lo más importante, nos salvó de una condenación eterna. ¡Nos salvó de la cautividad del pecado, la muerte y todos los poderes de las tinieblas! Y también a nuestra familia porque Él prometió: "Cree en Jesucristo y serás salvo tú y toda tu familia". Hechos 16:31

Por la sangre derramada del Cordero de Dios, los que hemos creído ahora somos libres para andar en la luz, para vivir rectamente en Su justicia! "Nos eligió para que seamos su pueblo santo y amado por Él". Col.3:12. Ahora, con toda libertad y confianza podemos decir con los que regresaron de su cautiverio a Sión: ¡Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros y estamos alegres!