SEPTIEMBRE  25

18.09.2021

Echa sobre el SEÑOR tu carga, y él te sustentará. Salmo 55:22

Echa sobre el SEÑOR tus cargas, sean dolores por enfermedad, tristezas, preocupaciones económicas. Pero, no hay carga más pesada que la de las culpas, errores y pecados; Asegura David, que el pecado es una carga muy pesada: "Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como pesada carga, pesan mucho para mí." Salmo 38:4. Echa sobre el SEÑOR esta carga, Él concede Su perdón con generosidad: Abandone el malvado su camino, el perverso sus pensamientos, y vuélvase al Señor, Que tendrá de él compasión, Al Dios nuestro, Que será amplio en perdonar. Isaías 55:7 Y no solo te dará la Su salvación, además aliviará tu carga, dándote completa paz.

La mejor manera de calmar la tristeza es saber que «el SEÑOR cuida de mí». 1 Pedro 5.7 Creyente no deshonres la fe cristiana exhibiendo siempre un ceño fruncido por la preocupación. En cambio, echa tu carga en el SEÑOR. ¿Por qué te tambaleas siempre bajo un peso que tu Padre ni siquiera siente? Lo que a ti te parece una carga imposible de llevar, a él no le añade ni lo que pesa una mota de polvo. No hay nada tan deleitoso como: Descansar en las manos de Dios, Y conocer solo su voluntad. - Charles Spurgeon

Oh, hijo que sufres, sé paciente. Tu soberano Dios no te ha dejado de lado ni te ha olvidado. No te entregues al desánimo... ¡Confía! ¡Confía eternamente! Usa las armas de la Fe contra los vendavales de los problemas y al final tus enemigos serán vencidos y acabará tu sufrimiento. El SEÑOR te cuida. Sus ojos están fijos en ti, Su corazón se conmueve por tu sufrimiento y Su mano omnipotente no dejará de brindarte ayuda. Incluso la más oscura nube de tormenta se derramará en lluvias de misericordia y la más oscura noche dará paso al sol de la mañana. Si eres miembro de su divina familia, él vendará tus heridas y sanará tu corazón herido. Nunca pongas en duda la gracia de Dios por causa de los problemas que hay en tu vida, cree que Él te ama muchísimo, tanto en momentos de dificultad como en los momentos felices.

¡Qué tranquila y pacífica sería tu vida si tan solo le dejaras a Dios tu carga económica! Aquel que alimenta las aves también te proveerá todo lo necesario. Elías tan solo con «un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en el jarro» 1 Reyes 17:12, sobrevivió la hambruna ¡y tú harás lo mismo! Si Dios cuida de ti y te sustenta, ¿por qué vas a preocuparte? Si confías en Él con toda tu alma, ¿acaso no puedes confiar con tu cuerpo? Él jamás se ha negado a llevar tus cargas, ni tampoco ha desmayado bajo su peso. ¡Vamos! Basta ya de inquietarte y preocuparte, deja todas tus cargas en las manos de Dios, que está lleno de gracia. -William S. Plumer

El temor y la preocupación son pecados, no obstante, por lo general los consideramos sencillamente inevitables y entonces los toleramos en nuestra vida. Pablo dijo: «Todo lo que no proviene de Fe, es pecado» Romanos 14:23. Sin embargo, por la Palabra descubrimos que la Fe puede coexistir con algo de duda. Si no piensa en el hombre que trajo a su hijo a Jesús para que fuera sanado, diciendo: «Sí creo; ¡Ayuda a mi incredulidad!» Marcos 9:24. Qué magnífica selección de palabras, dado que ese pedido de ayuda fue hecho a Cristo que dijo: «En el mundo tendrán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo» Juan 16:33. Padre, te doy gracias porque «en todo esto somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó» Romanos 8:37. Gracias porque nosotros, por medio de ti, somos tu pueblo, Y conformamos un ejército de «vencedores». - Jim Reimann