SEPTIEMBRE 25

17.12.2022

Pasados cuarenta años, se le apareció un Ángel en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardía.... diciendo: " He visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora pues, ven, te enviaré a Egipto." Hechos 7:30-32- 34

Aquella fué una larga espera en preparación para una gran misión. Cuando Dios tarda, El no está inactivo. Él está preparando Sus instrumentos, Él está madurando nuestras facultades, y en el momento señalado nos levantaremos con el poder que necesitamos para realizar nuestra tarea. Aún Jesús de Nazaret permaneció oculto durante treinta años, creciendo en sabiduría antes de que Él empezara Su trabajo. - Jowett.

Dios nunca hace las cosas de prisa, por el contrario, invierte muchos años en todos aquellos que espera utilizar para un gran trabajo. El nunca piensa que los días de preparación son demasiado largos o penosos. A veces el ingrediente más difícil de soportar en el sufrimiento es el tiempo. Un dolor agudo que dura poco tiempo se sobrelleva fácilmente; pero cuando la aflicción nos atormenta constantemente durante muchos años de la misma manera y con la misma rutina de desesperación agonizante, el corazón llega a perder su fortaleza y sin la gracia de Dios, con toda seguridad nos hundiríamos en el mar de la desesperación. La prueba de José duró mucho tiempo. A menudo Dios nos enseña llevándonos a lo profundo del fuego con dolores prolongados. "Él se sentará como un refinador y purificador de plata," Mal.3:3; Pero Él sabe por cuánto tiempo, lo mismo que un refinador, Él detiene el fuego en el momento que vé Su imágen reflejada en nosotros.

Quizás no veamos ahora el resultado del bellísimo plan que Dios está escondiendo en la sombra de Su mano; puede aun estar escondido por mucho tiempo; pero la fé puede estar segura que Él está sentado en el trono; esperando con calma la hora cuando con un éxtasis de oración diremos, "Todas las cosas han obrado para mi bien." Rom.8:28 Lo mismo que José, tengamos más cuidado en aprender todas las lecciones en la escuela de la aflicción. Cada lección "necesita" un tiempo de espera, y una vez que estamos preparados, podemos tener por seguro que nuestro rescate llegará.

Después nos daremos cuenta que si no hubiese sido por las lecciones que nos enseñaron durante nuestras pruebas, no hubiésemos podido ocupar un lugar elevado para rendir un gran servicio. Dios nos está educando para el futuro, para un servicio más elevado y para obtener mayores bendiciones. Si poseemos las cualidades que nos capacitan para ocupar un trono, no habrá nada que pueda impedirlo cuando llegue el tiempo elegido por Dios. No robes el mañana de las manos de Dios. Dá tiempo a Dios para que te hable y revele Su voluntad. El nunca obra demasiado tarde; aprende a esperar. "El nunca llega demasiado tarde; Él sabe lo que es mejor. No te molestes en vano, descansa hasta que Él venga, aprende a esperar el tiempo que Él tiene para ti y para que actúes.

"Los hombres se engañan a sí mismos, si piensan que Dios no puede hacer lo que considera bueno en cualquier lugar; puede llevar a su pueblo a un desierto, y allí hablarles cómodamente. Se le apareció a Moisés en una llama de fuego, pero la zarza no se consumió; lo cual representaba el estado de Israel en Egipto, donde, aunque estaban en el fuego de la aflicción, no se consumían. Dios se compadece de los problemas de sus hijos y de los gemidos de su pueblo perseguido, y su liberación surge de su misericordia. Y esa liberación fue típica de lo que hizo Cristo, cuando, por nosotros los hombres, y por nuestra salvación, bajó del cielo." Mathew Henry