DICIEMBRE  24

26.12.2022

"Yo he rogado por ti para que no te falte la Fe". Lucas 22:32

La fuerza para soportar el dolor está lista antes de que se haga la herida; porque de otra manera el enfermo podría perecer. Es decir, antes que que venga la prueba, la tentación, las dudas por la incertidumbre y el temor, el SEÑOR Médico Divino, intercesor de intercesores, quien "vive para interceder en favor nuestro" Heb. 7:25,lo sabe todo y nada le toma por sorpresa ni le está oculto, ya había previsto el peligro, diciendo: " Simón, Simón, mira que Satanás los ha pedido a ustedes para sacudirlos como si fueran trigo" Luc.22:32 !Qué maravillosa y que reconfortante seguridad! el saber que el SEÑOR Todopoderoso, ha proporcionado en contra de la prueba y la tentación la más poderosa y eficaz de las intercesiones: "Yo he rogado por ti".El creyente siempre está en peligro de caer, que maravilloso saber que El SEÑOR ha ofrecido por cada uno con especial fervor la oración de intercesión. La oración no es para que pueda escapar de la prueba, ni siquiera para que pueda escapar ileso, sino para que su fe no falte, para que, y por muy bajo que caiga, no esté completamente abatido. ¡Cuán a menudo nuestro SEÑOR anticipa nuestras horas de prueba con Sus oraciones! Le debemos a ellas que no desfallezcamos ni caigamos, o que cayendo no volvamos atrás. Este es el mejor uso que podemos hacer incluso de nuestros fracasos; nos enseñan humildad, y nos enseña el poder intercesor del SEÑOR que nos ayuda y libra. -FB Meyer

Es sólo a través de este poder intercesor del SEÑOR que se sostiene la fe. Es de gran importancia que los cristianos sepan dónde está el secreto de su fuerza. Se encuentra, en primer lugar, en la intercesión de Cristo y, en segundo lugar, en la fe que les queda. No reside principalmente en sí mismos, ni por el vigor de sus sentimientos o en la fuerza de sus resoluciones. Los propósitos formados en nuestra propia fuerza son como la casa que se edifica sobre la arena, que es barrida por el primer soplo de la tempestad o la primera marejada. ¡La firmeza y fe del creyente no reside en sí mismo, sino en Cristo! "El autor y consumador de la Fe". Heb.12:2 He Su fuerza está en el fundamento sobre el que descansa, el cual es Cristo, la Roca inconmovible de los siglos y en su obra: "He rogado por ti".

La oración del SEÑOR fue respondida así: la tentación vino a todos los apóstoles; todos cayeron; Pedro, incluso negó a Cristo, pero el resultado de la caída no fue tan desesperada como en el caso de Judas, sino un amargo remordimiento y un valiente arrepentimiento. De modo que, es restaurado, no por el poder meritorio y la eficacia de sus propias oraciones, ¡sino por las oraciones de Cristo! Cuando Pedro fue llevado al arrepentimiento, oró; pero hay una pregunta previa: ¿Qué lo llevó al arrepentimiento? Si el SEÑOR no hubiera orado primero por él, nunca hubiera orado. Si el SEÑOR no hubiera orado por él su fe había fallado. - J. McCosh,