SEPTIEMBRE 24

17.12.2022

"El invierno ha pasado, la lluvia ha cesado y se ha ido;" Cantares 2:11

"El invierno ha pasado". Las estaciones a menudo hablan de la vida que estamos viviendo; El invierno tiene su propósito; como todas las estaciones.Ya están cerca las cosechas y los frutos. En otras palabras, significa que la primavera y el verano están por delante para poder trabajar en buenas condiciones. La época de invierno trae frío, hibernación, muerte sobre la naturaleza, la vida natural está en retirada y todo parece sin vida. Pero cuando llega la primavera, vuelve el calor, la vida, el color por todas partes.

Espiritualmente hablando, "El invierno ha pasado". Significa que es el tiempo de la salvación de las almas; y la venida del Espíritu Santo. Así que "el invierno" de estar lejos del SEÑOR y de estar en pecado ha "pasado" para el creyente. Cristo, el "Sol de Justicia" naciente, ha disipado las nubes y la "lluvia". El invierno para un alma perdida es que hay vida en su cuerpo físico, pero el alma está entregada al pecado y al yo. No hay fruto producido que perdure. No se encuentra vida dentro de ellos. respiran, existen, se mueven pero solo por la gracia y la misericordia de Dios.

El alma está muerta en sus delitos y pecados. Pero al final del invierno, la vida comienza a mostrarse. Y así el alma que ha vivido en la muerte por tantos años, al creer en Cristo y escuchar Su Palabra, el alma comienza a ser vivificada por el Espíritu Santo pasa de muerte a vida. Y las escamas de los ojos les son quitadas como a Pablo y pueden ver que el invierno espiritual ha pasado. El alma que rechaza a Cristo continúa en invierno. Pero para el alma que lo recibe y cree en Él, "el invierno ha pasado y han cesado las lluvia". Dan Biser

"El invierno ha pasado". Según el Espíritu me da a entender, se refiere al tiempo en que el SEÑOR Jesús no andaba en público, porque habían conspirado contra Él y querían matarlo. Por eso les decía: "Mi tiempo aún no ha llegado, pero el tiempo de ustedes es siempre oportuno." Juan 7:6 Y otra vez: Suban ustedes a la fiesta, yo no subo porque mi tiempo no se ha cumplido. Sin embargo, después subió, no abiertamente, sino en secreto. Juan 7:8-10 Ese invierno duró desde entonces hasta la llegada del Espíritu Santo, que reavivó de nuevo los corazones aturdidos de los fieles, como fuego que el SEÑOR envió expresamente sobre la tierra. Era invierno cuando Pedro se calentaba a las brasas, con su corazón no menos helado que su cuerpo. "Porque hacía frío y se calentaban", Juan 18:18. -Bernardo

El SEÑOR sabía que aún no había llegado el tiempo de enviar su Espíritu Santo, y que cualquier esfuerzo de sus discípulos sin Él, no daría los frutos de la fe y de las buenas obras. Porque aún era invierno en el corazón de sus discípulos y los esfuerzos propios, serían vanos y harían inútil todo el trabajo derrochado para cultivar las almas. Pero cuando envió el Espíritu Santo sobre Pedro, y los demás que esperaban en Jerusalén, fueron revestidos del poder de lo alto; para "ser testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra". Hechos 1:8. " Y recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el SEÑOR nuestro Dios llame." Hechos 2:38-39. Pedro, quien antes había negado a Cristo, recibió tal poder del Espíritu, que en su primera predicación se convirtieron como tres mil y perseveraban en la doctrina de Cristo." Hechos 2:41-42.

El invierno pasó para Pedro y para todos lo que reciben el Espíritu Santo, pasan de estar en frialdad de su amor a Dios y a Cristo, de mostrar desinterés a sus ordenanzas; de ser religiosos con apariencia de piedad, a estar en luz y fuego en sus corazones, que arden de amor al SEÑOR, a Su Palabra y reciben poder para obedecerla, a ser fructíferos en gracia y buenas obras; a disfrutar de mucha calma, serenidad, y paz y alegría en el Espíritu Santo. En resumen, de ser como árboles en invierno, secos y sin frutos, pasan a vivir en el Espíritu, a tener vida en abundancia, "porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz." Rom.8:6. A estos, que antes estaban en sus delitos y pecados, que han pasado de muerte a vida, que andan en el Espíritu y tienen el Espíritu de Cristo, Él dice: "El invierno ha pasado, la lluvia ha cesado y se ha ido."