MAYO  24

08.07.2022

"Ha llegado el tiempo de podar las vides; y se oye la voz de la tórtola en nuestra tierra." Cantares 2:12

Ha llegado el tiempo de la poda; por medio de la fe en Cristo en su Pasión y Resurrección, efectivamente, se podan y se quitan los pecados de los hombres. La Poda es una obra constante de Dios. Él está limpiando continuamente del creyente todo aquello que le impide dar buen fruto; las plagas y las ramas secas de los malos deseos y tentaciones, "Cada rama en mí que no tiene frutos, se quita". Gran parte de la obra de purificación de nuestro Señor es llevada a cabo por medio de aflicciones de un tipo o de otro. Pero, entonces, el fin compensa con creces la dolorosa naturaleza de los medios. Si podemos producir más fruto para nuestro SEÑOR, no nos importará la poda ni la pérdida de follaje. "Y si fuera doloroso sangrar, es peor marchitarse. Mejor ser podado para crecer que cortado para quemarse. " Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego." Mateo 7:19 (Trapp)

Además de la tribulación la limpieza es obrada por la Palabra, que es el cuchillo podador con el que el gran Labrador, Esposo de la iglesia obra, porque la Palabra: Condena al pecado, inspira santidad, promueve crecimiento, y revela poder para victoria. EL SEÑOR continúa lavando a su iglesia a través de la Palabra. Efe. 5:26. Dijo Jesús: "Ustedes ya están limpios por la Palabra" Juan 15:3. "Por la Palabra seremos hechos más agraciados y más útiles. El SEÑOR, que nos ha hecho fructíferos, en una medida, operará en nosotros hasta que alcancemos un grado más alto de fecundidad. ¡Señor Jesús, apresúrate a cumplir en mí Tu palabra de gracia, y hazme abundar en fruto para tu alabanza! -Spurgeon

"Se oye la voz de la tórtola": En primer lugar es el Verbo de Dios, Cristo, quien habla al alma de cada creyente que le pertenece, la que compró a precio de Su Sangre. Cristo es oído antes de que Él sea visto por el ojo de la fe. La voz, es la Palabra que engendra el fruto de la fe. La voz del SEÑOR se oye en la tierra por medio de Sus promesas, porque "la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" Rom.10:17, y se confirma con la visión. La visión confirma lo escuchado. Por eso dijo el SEÑOR: "Vayan y díganle a Juan lo que han visto y oído." Luc.7:22 ¡Oh palabra abreviada, pero viva y eficaz! Puedo asegurar sin vacilar lo que he percibido con los ojos y los oídos. Resuena la trompeta de la salvación, brillan los milagros y el mundo cree. Las palabras se aceptan en seguida, si se comprueban con portentos. Así, los Apóstoles fueron a predicar el mensaje por todas partes, ayudándoles el SEÑOR y confirmando La Palabra con las señales que la seguían. Marc.16:20. -BernardoLa voz del SEÑOR resuena con fuerza; la voz del SEÑOR resuena imponente. Salmo 29:4 Justo después de la poda, cuando el SEÑOR ha limpiado el alma de los malos deseos, de lo superfluo y vano. Superados estos obstáculos, cuando se encuentra libre de toda distracción, el alma puede avanzar, porque está preparada para tener una comunión más profunda con el SEÑOR, en la que recibirá más luz y revelación. Como la tórtola es una ave que pasa su vida en parajes ocultos y apartados ama la soledad de los montes y el retiro de los bosques, así mismo Jesús se apartaba se de la multitud y del bullicio, buscaba lugares solitarios para orar. Mat.14:23, Marc. 1:35, Luc.5:16. Y el creyente es inducido y atraído por el mismo SEÑOR, para que esté a solas con Él y escuche su voz: " la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón." Oseas 2:14. Para que habite en lo secreto de Su presencia, todos los días de su vida, escondido en Su santuario.... Oculto en lo reservado de su morada . Salmo 27:4-5. Definitivamente, esta es la mejor parte que eligió María, la cual no le será quitada: "Estar a los pies de Cristo escuchando Su Voz," Luc.10:39-42


"En nuestra Tierra". Considera con qué dulzura dice el Dios del cielo: "En nuestra tierra". Escuchen todos los habitantes de la tierra: El SEÑOR es grande con nosotros. En su infinito amor el Verbo,Cristo, se hizo hombre y habitó entre nosotros, pero sin pecado, Juan 1:14 y Heb.4:15. En su naturaleza humana ¡Cuánto le agradó unirse a la tierra y a la esposa que eligió en la tierra! "En nuestra tierra." Palabras pronunciadas por el SEÑOR como Esposo. Por eso, reclama la tierra como algo suyo, pero como patria, no como posesión. ¿Por qué no? Terrena es su esposa, terrena la sustancia de su cuerpo; Él es su Esposo porque los dos un solo espíritu.1Cor.6:17 Si tienen una misma carne, porque " somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos." Ef.5:20. Entonces, porqué no también la misma patria. El cielo pertenece al SEÑOR, dice, y la tierra se la ha dado a los hombres. Por tanto, en cuanto el hijo del hombre, Cristo, hereda la tierra, como Señor la domina, como creador la administra, como Esposo se une a ella. Pero en su naturaleza divina, claramente rehúsa pertenecer a ella, pero no rechaza su comunión con ella. La plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él" Col. 2:9. El cielo es su Trono y la tierra estrado de Sus pies. Isa. 66:1 y Mat.5:35. Esto es lo que el Espíritu Santo ha puesto en mí para decir a propósito de que el Esposo, Cristo, ha usado estas palabras tan benignas diciendo: "En nuestra tierra." -Bernardo de Claraval