ENERO  24

02.01.2022

"Y tú has dicho: Yo te haré bien". Génesis 32:12.

Cuando Jacob estaba al otro lado y Esaú, su hermano, venía con hombres armados, Jacob buscó fervientemente la protección de Dios, diciendo: Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; Génesis 32:11 Los tiempos de temor deben ser tiempos de oración: lo que sea que cause miedo, debe llevarnos de rodillas a nuestro Dios. Esta es una oración humildisima, directa en sus peticiones y también llena de fe.

"Y tú has dicho: Yo te haré bien". Jacob interpreta esta promesa como: "Yo estaré contigo": Gen 28:15 Porque la promesa de la presencia de Dios incluye y asegura todos los buenos necesarios para sus hijos; contiene todo lo que el corazón puede desear o necesitar. Esta promesa fue tan dulce para él, que la repite y la saborea, haciéndola rodar como azúcar en la boca. Dios "lo habló una vez, lo escuchó dos veces"; como David, Sal 62:11 Las promesas de la Palabra de Dios son especias preciosas que, machacadas hasta que dan olor por la predicación de la Palabra, producen un aroma celestial y sobrenatural en las almas del pueblo de Dios. - John Trapp

En su Oración Jacob presentó este poderoso argumento: "Tú has dicho: Yo te haré bien" Esta es una de las súplicas más poderosas que podemos hacer para instar a Dios: "Haz como has dicho. Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar". Salmo 119:49 Oh creyente, si puedes recordarle a Dios Su propia promesa, tienes ventaja, porque las misericordias prometidas son misericordias seguras. Debemos tener cuidado de recordar Su promesa, presentarla y defenderla en el altar.

"Y tú has dicho: Yo te haré bien" ¡Oh, qué fuerza tiene este argumento! Jacob está atando a Dios a su propia palabra. "Tú has dicho". El atributo de la fidelidad de Dios es un magnífico pilar del altar del cual uno puede asirse; pero la promesa que tiene en sí el atributo y algo más, es un sostén aún más poderoso: "Tú has dicho: Yo te haré bien". Lo ha dicho Él, ¿y no lo hará? Núm.23:19 "Sea Dios verdadero y todo hombre mentiroso". Rom.3:4 Cada palabra que sale de Sus labios, será firme y se cumplirá.

Salomón, al inaugurar el templo, usó el mismo argumento poderoso. Suplicando a Dios que recordara la Palabra que había hablado a su padre David y bendijera aquel lugar. Cuando alguien da un pagaré, su honor está empeñado en él. El lo firma y debe cumplirlo a su debido tiempo, si no quiere perder su crédito. Nunca se dirá que Dios deja de pagar sus cheques. Los créditos del Altísimo nunca fueron denunciados y nunca lo serán. El los paga puntualmente. Nunca los anticipa, pero nunca los posterga. Escudriña la Palabra de Dios y compárala con la experiencia del pueblo de Dios y hallarás que los dos concuerdan desde el principio hasta el fin. Muchos profetas y patriarcas desde la antigüedad han dicho con Josué: "ustedes saben con todo su corazón y con toda su alma que ninguna de las buenas palabras que el SEÑOR su Dios habló acerca de ustedes ha faltado. Todas les han sido cumplidas, ninguna de ellas ha fallado."Josué 23:14

Si tienes una promesa divina, no debes solicitar su cumplimiento con dudas sino con certeza. El SEÑOR está dispuesto a cumplir Su promesa, si no, no la hubiese hecho. Dios no promete solo para tranquilizarnos, no nos mantiene en esperanza por un tiempo con la intención de desentenderse después de nosotros. Cuando habla es porque tiene la intención de hacer como ha dicho. -C.Spurgeon