FEBRERO  24

03.04.2022

"En mi lecho, por las noches, he buscado al que ama mi alma; Lo busqué, pero no lo hallé." Cantares 3:1

"Por las noches". El alma está afligida. El SEÑOR en el que hallaba amor y consuelo se ha retirado, no puede conciliar el sueño. Su ausencia es tinieblas y Su presencia es luz, de modo que el alma se siente absolutamente sola, confundida y angustiada. "Andaba en tinieblas y carecía de luz" Isaías 50:10 , y como antes del amanecer la oscuridad es mayor, así el alma por el pecado. " Sus iniquidades han hecho separación entre ustedes y Dios." Isaías 59:2 El corazón del creyente se inquieta y angustia cuando es consciente del alejamiento de Aquel a quien ama, y la sensación de separación se vuelve insoportable.

"He buscado al que ama mi alma." Su amado(Cristo) está ausente pero ella lo busca. La gente busca la verdad, la gente busca aceptación, la gente busca diversión, entretenimiento, la gente busca dinero y poder. Pero todas esas cosas van y vienen y se cuentan como madera, heno y hojarasca. Cristo es eterno y dará al alma que le busque vida eterna con Él en la eternidad.

Muchos no lo buscan y cuando finalmente se acercan para encontrarlo, él no está allí. Ellos lo buscan, pero lo han entristecido, apagado, limitado y resistido. Tan llenos de sí mismos, tan llenos de cosas terrenales, no se han dado cuenta de que lo han llevado del primer al último lugar en su diario vivir. Y qué triste, muchos cristianos han hecho esto durante semanas, meses y ¡Ay! durante años. Nunca se dieron cuenta realmente de que el SEÑOR se había ido del lugar principal en sus corazones, agendas y pensamientos. Solo se dan cuenta que lo necesitan hasta ese momento de tragedia y dificultad. Entonces, y sólo entonces, lo buscan.

Sólo Cristo es el premio supremo a buscar en esta vida. Es esta vida la que nos da la oportunidad de buscar a Cristo y la vida eterna. Los ángeles y los demonios pueden buscarlo, su eternidad está fijada. Los muertos no pueden buscar, su tiempo de oportunidad ha pasado. Lucas 16:22-31 Los no nacidos aún no han llegado y su momento está por llegar. Es para ti y para mí que tenemos el aquí y ahora para buscarlo. Busca a Cristo, mientras tienes la oportunidad, búscalo y lo hallarás: "Busquen al SEÑOR mientras pueda ser hallado; llámenlo mientras se encuentre cerca. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos. Vuélvase al SEÑOR, quien tendrá de él misericordia; y a nuestro Dios, quien será amplio en perdonar." Isaías 55:5-6 -Dan Bisier

"Lo busqué pero no lo hallé" Que nuestros corazones estén humillados y abatidos ante la pérdida de la presencia misericordiosa de Dios. Que triste es buscar al SEÑOR pero no hallarlo esta es la mayor de las pérdidas, es una pérdida amarga. "He perdido mi salud, he perdido un hijo precioso, he perdido a una esposa amable, que era el deleite de mis ojos y la alegría de mi corazón; he perdido una propiedad costosa, he perdido un amigo íntimo, He perdido un negocio próspero. ¡Oh, pero lo que amarga todas mis pérdidas y les da un aguijón es esto: Que he perdido la presencia de la gracia de Dios que una vez disfruté! "

Esta pérdida es una que todos los consuelos externos nunca pueden compensar. Cuando se pone el sol, nada puede evitar la oscuridad. La pérdida de la presencia de la gracia de Dios es una pérdida que tendrá un alto precio para ser recuperada. ¡Oh los suspiros, los gemidos, los gritos fuertes, las oraciones fervientes, las muchas lágrimas que costará la recuperación de la presencia Divina! -Thomas Brooks

Dime dónde perdiste a Cristo y yo te mostraré el lugar más probable dónde hallarlo. ¿Lo has perdido en tu cámara secreta, por descuidar la oración? Si así es, allí debes buscar y hallarlo. ¿Lo perdiste a causa del pecado? Entonces sólo lo hallarás abandonando el mal y mortificando con la ayuda del Espíritu Santo, los miembros en los cuales reside la concupiscencia. ¿Lo perdiste por ser negligente en el estudio de las Escrituras? Entonces debes buscarlo allí. Busca a Cristo en donde lo perdiste, pues Él no se fue.

Procura, pues, al hallar al Maestro, estar estrechamente unido a él. Pero, ¿Cómo es que lo has perdido? Cualquiera hubiese pensado que tú jamás te separarías de tan precioso amigo, cuya presencia es tan dulce, cuyas palabras son tan consoladoras y cuya compañía es tan querida. ¿Cómo es que no lo miraste continuamente por temor a no perderlo de vista? Sin embargo, ya que lo dejaste ir, es una bendición que ahora lo estés buscando, aunque gimas tristemente, diciendo: "¡Oh, si supiese dónde hallarlo!" Sigue buscándolo, pues es peligroso estar sin el SEÑOR. Sin Cristo eres igual a una oveja sin pastor; igual a un árbol sin agua; igual a una hoja marchita en la tempestad, no unida al árbol de la vida. Búscalo con corazón íntegro y lo hallarás. Entrégate a una búsqueda insistente, y, sin duda, lo hallarás para tu gozo y contentamiento.- C.H.Spurgeon