ABRIL 24

"Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya." Lucas 22:42
En la oración de Jesús se muestran las dos voluntades de Cristo, la humana y la Divina. Cuando Jesús dice: "NO mi voluntad", expresa lo que la "naturaleza humana", desearía en vista de tan grandes sufrimientos y agonías. Sin embargo, Él buscó hacer la voluntad de Dios. Eligió más bien que se llevara a cabo el alto propósito de Dios, en lugar de abandonar ese propósito, por los temores de su naturaleza humana. En esto dejo un modelo de oración para todos en los tiempos de aflicción. Es correcto, en tiempos de calamidad, buscar la liberación. Pero al igual que el Salvador, también, en tales tiempos, debemos someternos alegremente a la voluntad de Dios, confiando en que en todas estas pruebas es sabio, misericordioso y bueno.
Dios hace lo que le place en todo momento, y yo no debo hacer lo que yo quiera si es contrario a Su voluntad. Si alguna vez mi voluntad tiene propósitos contrapuestos a los de la voluntad de Dios, lo correcto es que mi voluntad se sujete a la Suya. Es sabio hacer La Voluntad de Dios que es para Su gloria y para mi felicidad. La voluntad de Dios es infinitamente más benéfica para mí que mi propia voluntad. Y aunque la voluntad de Dios parezca oscura y sin sentido, según mi criterio, la voluntad de Dios es infinitamente más benéfica para mí que mi propia voluntad; porque Él es especialista lo que según mi mente finita es un mal, convertirlo en un bien, para mi y para muchos. Pues, a los que aman a Dios TODAS las cosas cooperan para un bien. Rom.8:28
Rendirse totalmente a la voluntad de Dios, trae paz y felicidad, la mayoría de las aflicciones tienen su raíz en la voluntad propia. Quien se somete a la voluntad de Dios, deja de estar ansioso, agobiado o estresado. Experimenta una dulce calma, es decir, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Filip. 4:7 Y entra en el reposo del SEÑOR, porque rendirse a la Voluntad de Dios por completo, implica Fe, plena confianza que el SEÑOR decidirá para mi vida lo mejor, sea cual sea la circunstancia. Por eso aconseja Pablo: Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo. Heb.4:11 Y todos aquellos que se rebelan contra la voluntad Divina, dice: "No entrarán en mi reposo." Heb.3:11 No entrarán en mi paz, no tendrán la vida abundante que he venido a darles. Juan 10:10
Hoy es enseñada una falsa doctrina a los creyentes, que dice que someterse a la voluntad de Dios, es ser un mediocre, un perdedor sin aspiraciones y sin sueños, incluso, que es falta de fe. Pero, Jesucristo, Rey de reyes y SEÑOR de señores, dijo: NO bajé del cielo para hacer mi voluntad sino la Voluntad del que me envió. Juan 6:38. Por lo cual, si el Hijo obedeció hasta hacer la voluntad del Padre, cuánto más debe obedecer el verdadero creyente para cumplir la voluntad Divina, como enseña Juan a cumplirla, diciendo: El mundo pasa y sus deseos, mas el que hace la Voluntad de Dios permanecerá para siempre. 1Juan 2:17 Los que queremos permanecer siempre, debemos hacer la voluntad de Dios, que es eterno.
Solo podemos someternos totalmente a la Voluntad de Dios, por la obra del Espíritu Santo en nosotros, no es por ningún esfuerzo humano, ni por ningún sacrificio. Se logra en oración, entregando tu propia voluntad, tu Yo, con sus deseos, sueños, aspiraciones y anhelos al SEÑOR, para que se haga Su voluntad y no la tuya. Se logra siguiendo el ejemplo del SEÑOR, quien en fuerte aflicción y agonía, clamó: "Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya." Que en cualquier circunstancia, esta también sea nuestra oración.
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ORACIÓN: "SEÑOR mío, tu sabes lo que a mi me conviene, haz de mi lo que quieras. Me pongo en tus manos suceda lo que suceda. Te doy gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que tu Voluntad se cumpla en mi y en todas mis obras, no deseo vivir para mi sino para Ti, permíteme SEÑOR lograrlo de manera digna y perfecta. Concédeme desear, querer, y obrar siempre lo que a Ti mas te agrada, lo que mejor te parece a Ti.
SEÑOR, que mi voluntad esté siempre de acuerdo con Tu Santa Voluntad, que no pueda querer o no querer sino lo que Tu quieras o No quieras. Concédeme independizarme de los vanos criterios del mundo y aceptar de buena gana el no ser reconocido debidamente por los hombres y el vivir siendo desconocido en esta vida. Concédeme poner mi confianza y mi esperanza en Ti mucho mas que en los demás bienes que atraen mis deseos y esperanzas. Que tu seas siempre la verdadera Paz de mi corazón. Aquí estoy SEÑOR para hacer Tu Voluntad...AMEN" Tomas de Kempis