NOVIEMBRE  23

28.11.2021

....Hasta que el día amanezca y Cristo, la Estrella de la Mañana, brille en sus corazones. 2 Pedro 1:19

Pedro establece una clara conexión entre estudiar la Palabra de Dios y tener una relación salvífica con JESUCRISTO, "LA ESTRELLA DE LA MAÑANA". Jesús se llama a sí mismo, "LA ESTRELLA resplandeciente de la mañana" Apoc. 2:28. UNA ESTRELLA saldrá de Jacob. Núm. 24:17 La Estrella de Jacob señaló el camino a la Estrella de Belén, cuyos rayos fulgurantes han brillado en los corazones de millones que se han regocijado en la Luz de Su Persona y Su Presencia. Jesús se llama a sí mismo, "LA ESTRELLA resplandeciente de la mañana". Apoc.22:16 Y dijo: "Les daré también LA ESTRELLA DE LA MAÑANA." Apocalipsis 2:28, y esta experiencia será dada a los creyentes vencedores. Cuando juntamos todas estas Escrituras, significa Cristo en nuestro corazón; no solo como nuestro Santificador, sino como una Persona Divina, un Consolador, un Guía y un Invitado Celestial.

¡LA ESTRELLA DE LA MAÑANA, brillando dentro de nuestros corazones! No hay nada más elevado o más profundo en la experiencia humana que estar poseído por Dios: "Ser el templo y la morada del Espíritu Santo." Este es el clímax de la Expiación. Es el fundamento y médula del cristianismo. El Apóstol dice que este misterio ha estado oculto durante siglos y generaciones, pero se revela en los últimos días a los santos. Este misterio es Cristo, la Estrella de la mañana, formada en ti y en mi, la esperanza de gloria; Col. 1:27 No simplemente Cristo con nosotros o por nosotros; no Cristo en profecía o Cristo en la cruz, o Cristo en los cielos, por maravilloso que sea, sino ¡Cristo entronizado en el corazón humano! ¡Cristo reinando, gobernando, controlando los afectos, conquistando la voluntad, trayendo todo apetito y pasión del alma y de nuestro cuerpo bajo sujeción!

Notemos, que Pedro menciona dos cosas: El amanecer y la estrella. La estrella de la mañana anuncia el pronto amanecer, el comienzo de un nuevo día. Sabemos que el amanecer significa la mañana eterna donde no hay dolor, ni pecado, ni Satanás. Cristo regresa en gloria y Él traerá Su luz a este mundo. En aquel día se alegrarán con júbilo aquellos que han esperado Su venida. ¡Las estrellas brillan en la noche! Vivimos en la era nocturna de esta dispensación. Jesús es comparado con la salida del sol en Su segunda venida, pero mucho antes de que tenga lugar la salida del sol y el amanecer, debemos tener LA ESTRELLA DE LA MAÑANA, Cristo,muy dentro de nuestros corazones brillando como el presagio del día eterno.

El Espíritu Santo en la Biblia es representado por fuego, y leemos en Éxodo 40, que cuando se completó esa hermosa estructura conocida como el tabernáculo: el arca del pacto en el lugar santísimo, los candelabros, la mesa de la proposición de los panes y el altar de oro en el lugar santo y cada cortina - que Moisés y Aarón dedicaron y ungieron con aceite, y esa Presencia ardiente en los cielos comenzó a descender, y una nube llenó toda la tienda, y el resplandor entró en el Lugar Santo y el Lugar Santísimo, y entre las alas de los querubines y el propiciatorio finalmente descansó la resplandeciente Shekinah. De ahí en adelante Dios le habló a Moisés, no desde el monte, sino desde el tabernáculo.

El apóstol Pablo tuvo esta doble experiencia en su propia vida. En su camino a Damasco tuvo el resplandor de la presencia de Cristo amaneció sobre él, Y esta manifestación visible del SEÑOR lo postró y convirtió de un perseguidor violento a un humilde seguidor de Jesús. Hechos 9:3 La estrella de la mañana anuncia un nuevo día, un nuevo comienzo, esto es lo Cristo hace cuando creemos en Él. Y Pablo después de ser llamado a predicar, dijo: "¿Le agradó a Dios revelar a su Hijo en mí? Gálatas 1:16 Esto fue algo completamente diferente de la experiencia de Damasco, Cristo, la estrella de la mañana, fue entronizado dentro de su corazón. Podemos obtener la vida y los dichos de Jesús de los cuatro evangelios, pero se necesita el Espíritu Santo para revelar en nuestro corazón, la vida, el temperamento y el carácter de Cristo.

Nuevamente, esta doble bendición que menciona Pedro: "el amanecer y la estrella", fue bellamente ilustrada en la Columna de Fuego que guió a Israel.éxodo 40:34-38 Primero, vemos su presencia en los cielos guiando, flotando y protegiendo de los enemigos; pero llegó un día y un momento cuando Cristo vino en carne, en que esa nube ardiente símbolo del Espíritu Santo se convirtió en una presencia tanto interna como externa. Cuando entregamos nuestro corazón para ser el templo del Espíritu Santo; con todas sus facultades, el "hombre viejo" es expulsado, el yo es destruido y LA ESTRELLA DE LA MAÑANA, Cristo, entronizado en nuestro interior. - John Hames