SEPTIEMBRE 23

En las palmas de Mis manos, te he grabado; Isaías 49:16
Parte de la maravilla del versículo es la respuesta del Señor al lamento de incredulidad de Sión: El SEÑOR me ha abandonado; el SEÑOR se ha olvidado de mí ¨Isaías 49:14 ¡Cuán sorprendida parece estar la mente divina frente a esta malvada incredulidad! ¿Qué puede ser más sorprendente que las dudas y los temores infundados de las personas favorecidas de Dios?
Sus palabras amorosas de reprensión debieran hacernos ruborizar, porque es como si él clamara: ¨¿ Cómo podría haberte olvidado si ¨en las palmas de las manos te tengo grabada¨? ¡Cómo te atreves a dudar de mi recuerdo constante de ti cuando el recordatorio está grabado en mi propia carne!¨
¡Oh, incredulidad, qué extraño fenómeno eres! ¿Qué nos resulta más increíble, la fidelidad de Dios o la incredulidad de su pueblo? Él cumple mil veces su promesa para nosotros y, sin embargo, a la siguiente prueba volvemos a dudar de Él. El SEÑOR nunca falla, porque él no es un pozo seco, un sol del ocaso, un meteoro que pasa, ni un vapor que se esfuma. No obstante, a pesar de esto, la ansiedad nos atribula continuamente, las sospechas nos obsesionan y los temores nos perturban como si nuestro Dios fuera un mero espejismo en el desierto.
¨He aquí¨, en este contexto, es una palabra que intenta provocar admiración. Aquí, en efecto, tenemos un tema para maravillarnos. Efectivamente, el cielo y la tierra debieran estar admirados de que un pueblo tan rebelde esté tan cercano al corazón del Amor infinito que estén escritos en las palmas de Sus manos. Fíjate que el SEÑOR dice: ¨Te tengo grabada¨ y no ¨tengo grabado tu nombre¨.
Así es, tu nombre está ahí, pero eso no es todo. ¨Te tengo grabada. ̈ ¡Presta atención a todo lo que esto implica! Tengo grabada a ti, tu imagen, tu caso, tus circunstancias, tus pecados, tus tentaciones, tus debilidades, tus deseos, tus obras; yo he grabado todo acerca de ti, todo lo que se refiere a ti; te he puesto por completo allí. ¿Dirás una vez más, que tu Dios te ha abandonado cuando te tiene grabado en la propia palma de Su mano?
A la luz de esto, ¿volverías a afirmar que tu Dios te ha abandonado cuando en realidad te ha esculpido en las palmas de sus manos? - Charles Spurgeon
He aquí
que en las palmas de las manos te tengo esculpida: Esto tiene un obvio y
hermoso cumplimiento en las heridas que provocaron los clavos en las manos de
Jesús. Tal como Jesús le dijo a Tomas después de que había resucitado, mira las
palmas de mis manos (Juan 20:27).
Cuando vemos las marcas de los clavos en las manos de Jesús, podemos ver como Él nos tiene grabados en las palmas de sus manos. Con un amor tan grande, ¿Cómo podría Dios olvidarse de su pueblo?