ABRIL 21

"Las vigas de nuestra casa son de cedro, y de ciprés los artesonados". Cantares 1:17
Es evidente, que con estas palabras se denomina a la Iglesia cedros de Dios. "Los llamarán robles de justicia, Plantío del Señor, para que Él sea glorificado". Isaias 61:3 Se refiere a la Iglesia, que es casa espiritual y casa de Dios , no hecha por hombres, eterna en los cielos, pues, "Dios "no habita en templos hechos por manos humanas" Hechos 17:24. La casa que Cristo mismo construyó, que es Su Iglesia; y como dijo el Apóstol Pablo: "Esa casa somos nosotros". Heb. 3:6
Efectivamente, el cedro nos da la idea de majestuosidad, estabilidad, durabilidad e incorruptibilidad, indica cómo deben ser los creyentes que representan a las vigas. Porque es necesario que sean vigorosos, el cedro se distingue por su resistencia a las calamidades externas. Los fuertes vientos, el granizo, la lluvia y las heladas ayudan a su crecimiento y promueven su firmeza. Asi los creyentes permanecen firmes en la presencia del SEÑOR a pesar de las adversidades: El justo... Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Salmo 92:12 Aquí el cedro se utiliza como emblema del progreso del alma. Un cristiano crece como Cedro en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; avanza en la vida divina y abunda cada vez más en los frutos activos y pasivos del Espíritu.
El cedro y el ciprés también son conocidos por su belleza y su aroma agradable. El uso de estos árboles en la construcción de una casa simboliza la belleza que podemos encontrar en nuestra relación con Dios. Cuando buscamos esa relación y seguimos sus mandamientos, encontramos la belleza del amor, la paz y la armonía en nuestra vida espiritual. "Piense cada uno que es una casa espiritual, si vive según el Espíritu. Porque, dice; el templo de Dios es santo, y ese templo somos nosotros. Velen, pues, hermanos, no sea que ese edificio espiritual que son ustedes, se tambalee y desplome, cuando comience a elevarse, si no está bien apoyado y cimentado en Cristo. Procuren, insisto, sostenerlo con vigas inalterables e inamovibles, como es el temor de Dios que dura para siempre; la obediencia, la paciencia, ya que está escrito que la paciencia de los humildes no perecerá; la bondad que, perseverando inflexible bajo el peso de cualquier construcción, dura por todos los siglos, como dice el Salvador en el Evangelio: "Quien persevera hasta el final, ese será salvo". Mat.24:13 Y sobre todo fomenten el amor, que no falla nunca, porque es más fuerte que la muerte, Cantares 8:6
"Y de ciprés los artesonados". El ciprés, por la calidad, el
perfume y la incorrupción de su madera, representa también el adorno de la casa
de Dios, según dice David: ¡La santidad es el adorno eterno de tu templo!
Salmo 93:5, porque debe demostrar a todos la integridad de su vida y de
su fe en Cristo, para que sea considerado como un artesonado bellamente
decorado. Pues está escrito: "La santidad es el adorno de tu casa, SEÑOR,
para siempre". Así hace referencia a la santidad y a la perseverancia de
la gracia indeficiente. Por tanto, el elegido para el decoro y la belleza del
templo, debe estar ataviado con las buenas obras y no sólo en su interior, para
dar buen testimonio también externamente. Estas maderas encierran otras
propiedades que conllevan su sentido espiritual". -Bernardo