SEPTIEMBRE  22

18.09.2021

»Simón, Simón, he aquí Satanás te ha pedido para zarandearte como a trigo. Pero yo he rogado por ti, que tu Fe no falle.. Lucas 22:31-32

¿Alguna vez has experimentado un tiempo tan difícil que temiste que tu fe se derrumbara? El día que recibí el diagnóstico de autismo de mi hijo, algo dentro de mí se quebró. Entre lágrimas, garabatee en los bordes de mi devocional diario, No sé cómo mi fe va a sobrevivir a este golpe. El diagnóstico marcó el inicio de un período de tres años de oscuridad. Las fisuras pequeñas en mi matrimonio rápidamente se convirtieron en grietas enormes. Mentiras que había creído acerca de Dios, que aparentaban ser pequeñas, de repente se volvieron grandes. Lágrimas, temores y luchas interminables con mi Padre celestial se multiplicaron.

¿Alguna vez has experimentado algo similar? Quizás tú también has experimentado el golpe fulminante de un diagnóstico sorpresivo o devastador. Quizás has perdido un ser amado, y tu corazón afligido no puede asimilar el dolor. Tal vez los meses recientes de aislamiento social, temor y agitación han pasado la factura, golpeando tu fe. ¿Dónde está Dios en toda esta oscuridad? Como yo, podrías encontrarte en una temporada de "zarandeo" - un período de dolor profundo con el propósito divino de purificar y reforzar tu Fe. Para que la prueba de su fe, mucho más preciosa que el oro (el cual perece, sin embargo es probado con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesúscristo, fuere manifestado. 1Pedro 1:7 En la Biblia, "zarandear" se refiere típicamente al proceso de separar y limpiar el trigo de su parte no comestible, la cascarilla. Del mismo modo, los tiempos de purificación juegan un rol importante separando la cascarilla inútil de nuestros corazones.

No somos los primeros seguidores de Jesús en someternos a un refinamiento de este tipo. Hace siglos, el Apóstol Pedro experimentó esto. Es más, Jesús nos dijo que esto vendría: »Simón, Simón, he aquí Satanás me ha pedido para zarandearte como a trigo. Pero yo he rogado por ti, que tu Fe no falle. Lucas 22:31-32 Pedro se resistió a la idea de que su fe alguna vez fallaría, y sin embargo, horas después de que Jesús pronunciara estas palabras, Pedro acobardado estaba ahí sentado, alrededor del fuego con extraños, ¡negando que alguna vez conoció a su Salvador!

Fue su peor momento - pero como resultado, el temor, la duda y el temor fueron removidos por el zarandeo. Mientras Satanás esperaba sacudir a Pedro de la historia, Dios lo fortaleció, purificó para convertirlo en la "roca" que Cristo usaría para edificar Su iglesia v Mateo 16:18 Cristiano, Dios quiere hacer lo mismo contigo y conmigo. Como Pedro, podemos aprender a sobrevivir e incluso prosperar como resultado de una temporada agobiante. Mientras luchas por tu fe, aquí hay algunas cosas importantes para recordar:

1. ESTAS SIENDO PURIFICADO: Se siente increíblemente aterrador e inquietante cuando llega un tiempo de zarandeo, pero estas temporadas juegan un rol vital en nuestro crecimiento espiritual. ¡Las Escrituras nos dicen que han de esperarse! Al igual que Pedro, tenemos pecados, creencias y comportamientos que necesitan ser removidos. Porque tú nos has probado, oh Dios; nos has refinado como se refina la plata....pasamos por el fuego y por el agua, pero tú nos sacaste a un lugar de abundancia. Salmo 66:10-12

2. MANTENTE EN ORACIÓN: Cuando nuestra fe es zarandeada, necesitamos la oración nada consuela y fortalece más en tiempos de tribulación que la Oración: "En mi angustia clamé al SEÑOR, y Él me respondió." Salmo 120:1 Además debes saber que no estás solo Jesucristo está a tu lado para darte todo lo que necesitas en ese tiempo de oscuridad, además Él está pidiendo por ti para que tu fe no falte, Él vive siempre para interceder por nosotros. Él oró por la fe de Pedro y Sus discípulos.

3.- TEN PRESENTE EL PROPÓSITO DE DIOS: Al permitirnos pasar por estas temporadas nos está llevando a una fe más profunda, transformándonos tiernamente a través de la tristeza. Como resultado, somos equipados para animar a otros en las dificultades. Él nos consuela en Todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que Él nos ha dado a nosotros.2Cor.1:4 ¡No te imaginas cómo Dios usará este tiempo en tu vida para ayudar a otro!

Mi propia temporada de zarandeo, aunque dolorosa, me llevó a una comunión mucho más profunda con mi Padre celestial, ¡más dulce de lo que jamás podría haber imaginado! Pasamos por el fuego y por el agua, pero tú nos sacaste a un lugar de abundancia. Salmo 66:12 Ahora, cuando miro atrás, mi alma está en paz. Estoy eternamente agradecida por toda la "cascarilla" que Dios removió de mi corazón. Y Él fielmente también hará lo mismo por ti - sólo deja que Él te guíe.

ORACIÓN: Padre Celestial, gracias por amarnos lo suficiente como para purificar nuestra fe. Confesamos nuestra tendencia a dudar de Ti en temporadas difíciles. Ayúdanos a seguir luchando por nuestra fe, susténtanos con Tu gracia hasta que Tu obra en nosotros esté completa. En el Nombre de Jesús, Amén. - Meredith Houston Carr Sin embargo, él conoce el camino en que ando; cuando él me haya probado saldré como oro. Job 23:10