JULIO  22

02.07.2021

Jesús le respondió: «Ahora tú no comprendes lo que estoy haciendo, pero lo entenderás después». Juan 13:7

No puedo siempre comprender los caminos por los que Dios me conduce. El porqué, el cuándo y el dónde son con frecuencia un misterio. Pero puedo confiar en Su sabiduría, y sé que Su camino es el mejor; Su corazón es misericordioso, y en su amor descanso.

Parado a orillas de un río, observaba los remolinos cercanos a la ribera. El remanso hizo que el agua hiciera su recorrido río arriba a lo largo de la ribera. Mi primera impresión fue que el río estaba corriendo en sentido inverso al que le correspondía, pero cuando miré hacia la corriente principal vi que seguía su camino directamente hacia el mar.

Dios con toda la fuerza y el poder que tiene a Su disposición, trabaja de esta misma manera. Sus realizaciones silenciosas son serenas, indirectas, profundas y lentas en apariencia, de modo que tenemos que explorarlas para poderlas comprender y apreciar en su verdadera magnitud.

Dios en silencio pero confiadamente mueve sus obras maravillosas día tras día. En las experiencias cotidianas, en el trabajo, en la iglesia y en la sociedad Dios da a veces la impresión que estuviera sufriendo una derrota y que los movimientos de Su gracia y Providencia fueran fracasos de modo que todos Sus planes están trastornados y todo resulta en el sentido inverso del que quiere darle.

El creyente debe quitar la vista de los remolinos de la frustración del presente, y fijarla en la corriente completa del propósito de Dios para sus hijos y darse cuenta que Él está ganando las batallas por métodos invisibles, silenciosos y difíciles de comprender.

Dios conquista un corazón y por medio de ese corazón derrama su propósito como un río. Dios realiza Sus conquistas por medio de los creyentes que permanecen en absoluta dependencia de Él; haciendo que vivan por Fe. En Su programa no hay lugar para el "Yo", Todo está destinado a Cristo. Sus hijos tienen éxito cuando y donde los incrédulos piensan que es un fracaso. Vencen a sus enemigos por medio del amor. El resto lo dejan al cuidado de Dios. El SEÑOR sale siempre vencedor. Él sigue haciendo Sus maravillas entre los telones y bajo la superficie de las aguas rugientes. -M. Taylor