NOVIEMBRE 2

Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, Proverbios 3:1
Las lecciones reales del libro de los Proverbios escrito por Salomón, se resumen en: "El temor del Señor y el conocimiento de Dios". Conoce al SEÑOR; esta es la suma de todo lo que tiene que decirnos. Las palabras "hijo mío" no se pronuncian al azar ni se insertan sin significado. En ellas Dios nos habla como a hijos. El tema aquí es la Palabra Divina, su naturaleza y la forma en que debemos recibirla.
La Palabra de Dios es: .- Verdadera. No parcialmente sino totalmente. "Tu palabra es verdad." Juan 17:17 .- Es vida. "Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida." Juan 6:63 Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque tendrás una vida larga llena de paz. Prov.3:1-2 .- Es Preciosa más que el oro: Así lo consideró David diciendo: "Por tanto, amo tus mandamientos más que el oro, sí, más que el oro fino." Salmo 119:127 Y esta mina de oro fino se puede excavar para buscar revelaciones con la ayuda del Espíritu Santo, y meditando mucho en ella. Tiene mucho en la superficie; pero mucho más en lo profundo. Puedes ir tan recóndito como quieras, y esta mina nunca se agota. "Hijo mío, guarda mis palabras, y atesora mis mandamientos contigo." Prov.7:1 .- Es accesible. "Porque muy cerca de ti está La Palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas." Deut.30:9 No puede estar más cerca; pues, está «en tu boca y en tu corazón» .- Es Comprensible. Porque las palabras de un padre para su hijo deben entenderse.
La Biblia nos enseña a conocer y a temer a Dios por medio de sus preceptos y advertencias: "Si la buscas como a plata, y la procuras como a tesoros escondidos.... Entonces entenderás el temor del SEÑOR, y hallarás el conocimiento de Dios." Prov. 2:4-5 La Biblia termina en Dios y comienza con Él. Viene de Dios y vuelve a Él, llevándonos con Él. La Biblia tiene que ver especialmente con el mundo venidero, incluso en aquellos libros que se ocupan de los deberes y preocupaciones de este. Deja que tu Biblia te lleve directamente a Dios; deja que cada lectura te enseñe más de Él. Tal como fue el objetivo de Dios al escribir la Biblia, así sea el tuyo al leerla. Asegúrate de encontrar a Dios en cada versículo
Recibe la Palabra de Dios. Tómala como verdadera, divina, infalible pero no dictatorial. Escúchala, como la voz de Dios, como Su mensaje. Deja que Sus palabras fluyan a tu oído y a tu corazón. Estúdiala con todo el vigor de tu alma y hazlo con amor, reverencia, devoción y fe. Este tesoro debe ser guardado, registrado y pesado en el corazón, buscado y meditado día y noche. Salmo 1:2 Al explorar este tesoro debemos orar para ser guiados por el SEÑOR, es la llave para abrir sus cámaras; la luz para mostrarnos todos sus recovecos. Debemos acudir al SEÑOR para que nos enseñe: Pues "Si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios". Santiago 1:5
Notemos en conclusión la conexión de todo esto con Cristo: Él es "la Palabra de Dios" Juan 1:1 y la Biblia es "La palabra de Dios". Jesús conecta las dos cosas: "Si permaneces en mí y mis palabras permanecen en ti". Juan 15:7 El testimonio de toda la Escritura es de Cristo; Él es su Alfa y Omega. Es a través de Él que tenemos el conocimiento y el temor de Dios. Conocerlo es conocer al Padre, y lo encontramos en La Palabra. Juan 14:9; cuanto más indagamos en la palabra, más de Él encontramos. La palabra Testifica de Él. ¡Escudriñen las Escrituras! Contienen la vida eterna. Estudia la Palabra y encontrarás allí la Sabiduría de Dios. Estudia la Palabra. Santifica a sus lectores. Estudia la Palabra, en ella hay bienaventuranza, la paz y el gozo de Dios. -Horatius Bonar
"La Escritura es la carta de amor de Dios a los hombres. ¡Las benditas Escrituras tienen un valor infinito! Aquí puedes encontrar: Un remedio para cada enfermedad, un bálsamo para cada herida, leche para los niños, alimento sólido para los más maduros, consuelo para los afligidos, apoyo para los tentados, alivio para los cansados, un bastón para sostener al débil, una espada para defender del enemigo. Las Sagradas Escrituras son: La piedra de toque de la verdad, el taller de remedios contra todas las enfermedades, el martillo de los vicios, el tesoro de las virtudes, el expositor de todas las vanidades sensuales y mundanas, la regla más perfecta de toda justicia y honestidad.
¡Ah, ningún libro conviene a tus manos como la Biblia! La Biblia es el mejor predicador y lo hará en tu trabajo, en tus aposentos, sí, ¡en tu propio corazón! Te predicará en casa y en el extranjero; te predicará en todas partes y en todas las condiciones. ¡Por este libro serás salvo! ¡Por este libro serás condenado! Por este libro debes vivir. Por este libro debes morir. ¡Por este libro serás juzgado en el gran día! Oh, por tanto....ama este libro por encima de todos los demás libros, valora este libro por encima de todos los demás libros, lee este libro antes que todos los demás libros, estudia este libro más que todos los demás libros! Porque el que lee mucho y no entiende nada, es como el que caza mucho y no pesca nada. "¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación." Salmo 119: 97. - Thomas Brooks