SEPTIEMBRE  21

" EN LA SOMBRA DE SU MANO ME HA ESCONDIDO." Isaías 49:2

"EN LA SOMBRA", bajo la protección del Hijo de Dios, Jesucristo, donde sabemos que estamos a salvo. Su Sombra nos proporciona la vida eterna y la salvación. Nos cubrimos a la sombra de quien es el Camino, la Verdad y la Vida. Juan 14:6. Cuya sangre y justicia, lanzó una sombra que nos protege del calor de la ira divina, de las maldiciones de la ley, de los dardos de fuego del maligno y de la furia del mundo y la carne, porque solo Su Sombra enfría el fuego de los malos deseos. Sólo el autor de la vida, sólo el mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo puede asegurar al creyente: "Yo soy tu salvación."

Jesucristo da luz y da Sombra. Sin luz no hay sombra, de tal forma, que cuanto más nos acercamos a la luz del Sol de Justicia, Cristo, más sombra de Su Espíritu Santo cubrirá todo nuestro ser, mente, alma y cuerpo. "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con Su Sombra." Lucas 1:35 Así, el cristiano, abrasado y sofocado por problemas externos y terrores internos, a Su Sombra camina por Fe y no por vista. Acude a Su Sombra refrescante en busca de refugio y descanso para su alma, pues sólo en Él encuentra alivio, el consuelo y la paz que sobrepasa todo entendimiento. "Él es fortaleza del pobre, del necesitado y del afligido; eres nuestro refugio contra la tormenta y nuestra sombra contra el calor." Isaías 25:4

" En la Sombra de Su Mano vemos su amor incomparable, su ternura divina. No es posible imaginarse un refugio comparable a la protección de la propia sombra del SEÑOR. Allí donde está Su Sombra está el Omnipotente, el Todopoderoso, por tanto, los que moran en Su lugar secreto, en oración, son resguardados por Él. ¡Qué sombra es el SEÑOR en el día del calor insoportable! ¡Qué refugio en la hora de la tormenta mortal! La comunión con Dios es la seguridad. Cuanto más nos acerquemos a nuestro Padre Todopoderoso más confiados podremos estar. ¡Oh si más personas pudieran conocer la excelencia del refugio celestial! No buscarían refugio en la cueva(del pecado), sino en la Roca de los siglos, Cristo...." - C. H. S.

"En la sombra de las aflicciones, también está la Mano de Dios, todos debemos pasar por ahí, las muchas luces pueden ser demasiado brillantes y deslumbrarnos; nuestros ojos se lastiman y no pueden distinguir las sombras delicadas del color o apreciar el tinte neutral de la habitación oscurecida por la enfermedad, la sombra del dolor que cubre la casa o la sombra de la muerte. Pero no temas. Es la sombra de la mano de Dios. Él te está guiando. Hay lecciones que sólo pueden aprenderse allí. La fotografía de Su vida sólo puede ser revelada en la cámara oscura. Pero no pienses que Él te ha arrojado a un lado. Tú aún estás en Su rebaño. El no se ha desprendido de ti como si tú fueses una cosa indigna. Él está guardándote de cerca, hasta que llegue el momento en que pueda enviarte con rapidez y certeza para llevar tu testimonio con el cual Él sea glorificado. Recuerden, los que se encuentran solitarios y cubiertos por alguna sombra amarga de la vida, lo cerca que se encuentra la espada del Espíritu(la Palabra) del guerrero. Puede alcanzarse fácilmente con la mano y ser guardada con gran celo. - F.B. Meyer.

En algunos procesos de la vida el mayor crecimiento se produce por medio de la sombra. La sombra ofrece un beneficio que no se encuentra en la luz. Cuando mejor puede percibirse la belleza de las estrellas en el firmamento; es en las sombras de la noche. En los lugares en que hay niebla, nubes y sombras, hay también mucho verdor. Hay plantas que solo florecen y fructifican en la sombra, así los creyentes sentados bajo la sombra de Cristo; son vivificados como trigo, y florecen como la vid; Oseas 14:7

"Así como la noche y las sombras son buenas para las flores, y la luz de la luna y el rocío son mejores que un sol continuo, porque hay algún beneficio nutritivo en ellas, así es estar a la SOMBRA DE CRISTO, nutre la Humildad, pone un límite a la Codicia y proporciona un hermoso campo para que la Fe y la vida piadosa se desarrollen." Samuel Rutherford