OCTUBRE 21

01.02.2023

"Agradable es la luz, y bueno para los ojos ver el sol." Eclesiastés 11:7

"Dulce y agradable es la luz, y es cosa muy buena contemplar con nuestros ojos este sol visible. Sin la luz, en efecto, el mundo se vería privado de su color y belleza, la vida sería opaca. Por esto, Moisés, el profeta de Dios, había dicho: "Y vio Dios que la luz era buena", Gen.1:4. Pero nosotros debemos pensar en aquella magna, verdadera y eterna Luz que "vino a este mundo alumbra a todo hombre", Juan 1:9, esto es, Cristo, salvador y redentor del mundo, el cual, hecho hombre, compartió hasta lo último la condición humana; acerca del cual dice el salmista: "Canten a Dios, canten alabanzas a Su nombre; Abran paso al que cabalga por los desiertos, Cuyo nombre es el Señor; regocíjense en Su presencia". Salmo 68:4

Aplica a la luz el calificativo de agradable y dulce, y afirma ser cosa buena el contemplar con los propios ojos el sol de la gloria, es decir, a Jesús quien dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." Juan 8:12 Y también: "El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo"Juan 3:19. Así, pues, al hablar de esta luz solar que vemos con nuestros ojos corporales, anunciaba de antemano al Sol de Justicia, el cual fue, en verdad, sobremanera dulce para aquellos que tuvieron la dicha de ser instruidos por Él y de contemplarlo con sus propios ojos mientras convivió con los hombres, como otro hombre cualquiera, aunque, en realidad, no era un hombre como los demás. En efecto, era también Dios verdadero, y, por esto, hizo que los ciegos vieran, que los cojos caminaran, que los sordos oyeran, limpió a los leprosos, resucitó a los muertos con el solo poder de su voz.

Pero, también ahora, es cosa dulcísima fijar en Él los ojos del espíritu, y contemplar y meditar interiormente su pura y divina hermosura, y así, mediante esta comunión y este consorcio, ser iluminados y embellecidos, ser colmados de dulzura espiritual, ser revestidos de santidad, adquirir la sabiduría y rebosar, finalmente, de una alegría divina que se extiende a todos los días de nuestra vida presente. Esto es lo que insinuaba Salomón, cuando decía: "Si uno vive muchos años, que goce de todos ellos." Porque realmente aquel Sol de justicia es fuente de toda alegría para los que lo miran; por lo cual dice el salmista: "Los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,. Y saltarán de alegría: Salmo 68:3 Gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría; y también: "Los que miran al SEÑOR quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados". Salmo 34:5 -Gregorio

"Los que miran al SEÑOR quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados". Cuanto más pensamos en nuestro SEÑOR y menos en nosotros, tanto mejor. El mirarle a Él, sentado a la diestra del trono de Dios, va a ayudarnos a mantener firmes nuestras cabezas y nuestros corazones cuando atravesamos las aguas turbias de la aflicción. He pensado con frecuencia en esto al cruzar las aguas y enfocarme en el movimiento de las olas. Me he dado cuenta que cuando más miro al agua siento vértigo, y por tanto fijo los ojos en un objeto distante, al otro lado, y me siento tranquilo. - David Smith