ABRIL 21

13.04.2021

Porque viene el príncipe de este mundo y él no tiene nada en mí. Juan 14:30

El príncipe de este mundo se refiere a Satanás, que es llamado el príncipe que gobierna las tinieblas o príncipe del poder del aire. Efesios 2:2.

El mismo que Pablo denomina, el dios de este mundo que ciega el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 2 Corintios 4:4.

Y Jesús dijo: " Y él no tiene Nada en mi." Son las mismas palabras cuando dijo: " Yo no soy de este mundo." Juan 8:23 No tengo nada con el príncipe de este mundo. No hay en mí ningún principio o sentimiento que concuerde con el suyo, y nada, por lo tanto, por el cual pueda prevalecer. Nada que pueda constituir un peligro de ser llevado al pecado. Absolutamente nada porque fue vencido y derrotado con Su amor, obediencia y muerte en la Cruz.

Si cuando te entregas al SEÑOR retienes algo de tu ser para tu propio deleite en el centro de lo que has rendido al SEÑOR, el diablo tiene derecho a cruzar el territorio de tus buenas resoluciones y propósitos para llegar a su posesión y no puedes impedirlo. La ley de posesión está de su parte. Por ejemplo: Supongamos que tengo 1000 hectáreas de terreno. Tú vienes y me compras 999 hectáreas y retengo para mí una hectárea en el centro mismo de aquella posesión. Tengo derecho a cruzar tus tierras para llegar a mi propiedad, y no puedes impedirlo porque, la ley me protege.

Jesús dijo: "El príncipe de este mundo viene y nada tiene en mí." Él no tiene poder sobre Cristo. Cada hijo de Dios debiera estar en condiciones de decir al diablo: " Tu no tienes derecho en mí y ningún territorio sobre el cual puedas reclamar dominio: Ni en mi corazón, ni en mi mente, ni en mi boca, ni en mi carácter, ni en mi voluntad. No me controlas por medio de la codicia, de la soberbia, ni la sensualidad, ni en ninguna obra de la carne, ni del pecado, porque soy propiedad de Cristo; adquirido a precio de Su Sangre Preciosa. 1Cor.6:20 y 1 Pedro 2:9. ¡Vete de mí seductor y tentador! "

Detén al príncipe de este mundo en los límites de tu vida, sobre los que Él sabe que tiene control, si es que tu vida pertenece enteramente al SEÑOR. Ten por seguro que si hay en ti ambiciones y codicias posiciones, influencia y reconocimiento entre los hombres, si buscas el aplauso de los hombres, el diablo tiene derecho y posesión dentro de ti; pero después que hayas decidido presentarte aprobado delante de Dios y entregado totalmente a Él: Porque LOS QUE SON DE CRISTO han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Gálatas 5:24 Cuando ya no te importen posiciones, bajas, medias o altas, cuando solo te importe agradar, obedecer a Dios y darle TODA la gloria a Él, entonces, el diablo, el príncipe de este mundo pierde todo el poder y dominio que tenía en ti

Que tu vida, mente y corazón pertenezcan y sean enteramente del SEÑOR, entrégale todo, se de Él completamente, eso es todo. De esto depende tu vida espiritual, de esto depende tu relación y comunión con Él, de esto depende tu servicio a Él. - Arthur T. Pierson