JULIO 20

Atráeme; en pos de ti correremos. Cantares 1:4
El creyente, la esposa de Cristo, dice: "Atráeme;" a tu Justicia porque eres tan poderoso para justificar como rico para perdonar. Que por la fe haces justo al pecador y así justificado por esa fe estará en paz con Dios. Atráeme a la santificación, pues los que han sido previamente justificados de sus pecados añoran correr tras esa santidad, sin la que nadie verá a Dios, y escuchan tu voz que dice: "Bienaventurados los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios." Atráeme a Tu Sabiduría pues, "Cristo es poder y sabiduría de Dios." 1Cor.1:24
"Porque la palabra de la Cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 1Cor.1:18. "Atráeme" a tu verdad, pues tú eres la verdad y la vida. Atráeme a tu liberación que me libra de la esclavitud del pecado; porque has dicho: "Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Y Si el Hijo, Jesucristo, me libera seré verdaderamente libre." Juan 8:32-36 La esposa de Cristo, pide que le permita seguir tras las huellas de su vida, porque ÉL es el camino que lleva a la vida eterna.
Jesús consumó todo esto en la Cruz, de modo que, cuando los ojos espirituales del creyente son abiertos y comprende la obra que el SEÑOR hizo por él, es atraído y corre tras el SEÑOR, que iluminó al ciego, soltó al preso, atrajo al perdido y lo reconcilió con Él. ¡Quién no correrá sin dudarlo tras Aquel que libera del pecado, saca del error, que dio su vida por salvarnos y darnos vida eterna! ¡Cómo podrá excusarse el que no corra! SEÑOR Jesús, queremos correr en pos de ti de tí, Señor Jesús, al oír que no desprecias al necesitado ni al pecador.
La esposa quiere seguir las pisadas de Cristo, y obedecer Su Palabra, pues si "le ama guardará Su palabra; el Padre le amará y harán morada en su corazón." Juan 14:23. Pero necesita del poder de Su Espíritu Santo, para renunciar a sí misma, tomar su cruz y seguir a Cristo. Precisa ser atraída, por Aquel que dijo: "Separados de mí nada pueden hacer." Sabe muy bien, que no puede llegar, a no ser que el SEÑOR la ayude y camine tras Él. Por eso, pide: "Atráeme en pos de Ti", porque: "Bienaventurado, dichoso, el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos.... Irán sus fuerzas en aumento, y en Sión verán a Dios. Salmo 84:5-8Somos atraídos al SEÑOR cuando somos probados en las tentaciones y tribulaciones. Sí, los israelitas en Egipto, fueron oprimidos por los egipcios, volvieron sus ojos hacia el SEÑOR: Los israelitas gemían a causa de la servidumbre, y clamaron. Su clamor subió a Dios...Dios oyó su gemido. Éxodo 2:23-24, y los sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido. "Vagaron por el desierto, por un lugar desolado....Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. Entonces en su angustia clamaron al Señor, Y Él los libró de sus aflicciones;" Salmo 107:4-6
Si no hubieran pasado por todo esto el SEÑOR no hubiera escuchado sus voces clamando. Por lo tanto, El SEÑOR permite que pasemos por distintas adversidades para atraernos en pos de Él, para que le busquemos de todo corazón. ¡Qué pocos, quieren ir en pos del SEÑOR, aunque todos desean llegar hasta Él y gozar de sus bendiciones, pero no todos quieren imitarlo. Muchos quieren reinar con Él, sin sufrir con Él, quieren la corona pero no llevar la cruz. Pero, Pablo dijo: "Si sufrimos, también reinaremos con Él".2Tim2:12
No le sucede esto a quienes dice: "Ustedes son los que han permanecido a mi lado en las pruebas". Lucas 22:28 ¡Dichosos, buen Jesús, los que han obtenido este testimonio tuyo! Ellos caminan realmente en pos de ti, con sus pasos y todo su corazón, pueden decir: "Hemos dejado todo para seguirte.". Mat.19:27 Contrario a muchos que dicen amarlo, pero corren tras las riquezas terrenales, y corren en pos de ÉL, por algún interés personal, atraídos por las Dádivas más que por el Dador de estas, atraídos por lo material y corren en pos de Él por lo perecedero, a estos dice: "Les aseguro que ustedes me buscan no porque han visto señales, sino porque comieron pan hasta llenarse. Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre." Juan 6:25-27.
Es difícil escapar de la tentación de querer ser alguien. De un modo o de otro, todos de alguna manera tenemos el deseo, más o menos inconfesado, de ser importantes y reconocidos. Perseguimos el éxito, el dinero, el poder, precisamente para enmascarar complejos de inferioridad, traumas del pasado, rechazos, abandono. El SEÑOR, Jesús nos invita a quitarnos todas estas máscaras y a seguirle porque en Él encontramos la verdad que nos hace libres. Por lo cual nos recomienda: "Para que seas realmente rico, yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego, y vestiduras blancas, para que te vistas y no se descubra la vergüenza de tu desnudez. Unge tus ojos con colirio, y podrás ver. A todos los que amo, yo los reprendo y los castigo; así que muestra tu fervor y arrepiéntete." Apoc.3:18-19.
Corramos en pos del SEÑOR, verdadera riqueza, así saldremos vencedores, y nos será concedido el derecho de sentarnos a Su lado en Su trono. Apoc.3:21SEÑOR, no me abandones, atráeme en pos de ti, no sea que intente andar errante tras otros amantes, no me dejes en mi frialdad y falsa seguridad, no sea que corra sin rumbo fijo. Atráeme en pos de ti, porque se entibió el ardor de mi amor por ti. Devuélveme el gozo de tu salvación, para que brille de nuevo el Sol de Justicia sobre mi, y pasen las nubes de la prueba y la tentación, entonces correremos, correremos en pos ti libremente, porque desaparecerá la pesadez que ahora nos abruma y volverá la devoción. Pero ahora, entre
tanto, atráeme en pos de ti. -Bernardo Claraval