NOVIEMBRE 19

"Panal de miel son los dichos agradables, dulzura al alma y salud a los huesos." Proverbios 16:24
La miel ha sido apreciada, no sólo como un placer para el paladar por su dulzura, sino también por sus propiedades medicinales y saludables. A esto hace alusión este verso. Las palabras expresan la doble idea de agrado y beneficio. Muchas cosas tienen una cualidad y no la otra. Muchos venenos son como la miel, dulces al paladar, pero en lugar de ser "salud al cuerpo", están cargadas de muerte: "En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto." Prov.18:21
"¿Has hallado miel? Come sólo lo que necesites, No sea que te hartes...." Prov. 25:16 La miel en exceso hostiga, así las muchas palabras hacen errar. "El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua." Prov.10:19. Bien hacemos en seguir el consejo de Pablo: "No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen" Efe. 4:29 Las palabras bien dichas que edifican, en efecto, caen como gotas de miel sobre el alma, no sólo deliciosas al paladar sino como tónico para el corazón. ¡Qué grato es hallar la respuesta apropiada, y aún más cuando es oportuna! Prov.15:23
La dureza y la severidad en las palabras nunca proporcionan placer y rara vez producen beneficios. Pero normalmente se encontrará que ambos están unidos. Las palabras agradables, sin embargo, deben distinguirse de las palabras lisonjeras, estas pueden ser a veces apetecibles, pero pueden ser más que perjudiciales; porque no son palabras de verdad; "porque no hay sinceridad en lo que dicen; Dentro de ellos no hay más que maldad, Su garganta es como un sepulcro; Con su lengua hablan lisonjas(falsas alabanzas) ".Salmo 5:9- Wardlaw .
David encontró que las palabras de Dios son dulces: ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! más que la miel a mi boca, Salmo 119: 103. Son "pozos de salvación". Isa. 12: 3. Son "Pechos de consolación"; Isa 66:11. Las gotas de miel de la boca de Cristo. ¡Oh, escucha atentamente todo lo que Él te diga de sus santos labios! "Todo el pueblo estaba pendiente de lo que Él decía", Luc. 19:48. "Come el libro de Dios como lo hizo el profeta: "Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón. Jer.15:16 Encuentra satisfacción en él: "Saciará su alma" Isaías 58:10 y dulzura en él. "Tus mandamientos han sido mi delicia." Salmo 119:143, Obtiene gozo y alegría de el. Salmo 119:2 Y si en algún momento Su Palabra al escudriñar tus heridas te causa dolor, soporta, y no seas como los niños, a quienes, aunque les gusta mucho la miel, pero no soportan que se les acerque a los labios cuando tienen la boca dolorida. -John Trapp
El Evangelio fluye de Cristo, la Roca; Es una fuente de refrigerio para el alma, y se encuentra en Él, el león de la tribu de Judá inmolado, y tiene una virtud iluminada en ella; Y particularmente se dice que estas palabras agradables son como el panal, son "dulces al alma" de él que las entiende, tiene un sabor espiritual en el. No así para un hombre incrédulo y no regenerado, cuyo sabor mundano permanece en él, y no cambia; "Quien llama al mal bien, y al bien mal; Pone amargo por dulce, y lo dulce por amargo"; Isaías 5:20. Para el incrédulo, las doctrinas del Evangelio son insípidas y desagradables. Como tampoco son dulces para el maestro carnal; que, aunque puede expresar un poco de valor por el Evangelio, no tiene poder espiritual ni un gusto por él.
Pero para los que creen, para quienes Cristo es precioso, que "han probado y visto cuán bueno y dulce es el SEÑOR"; Salmo 34:8, para estos las palabras de Cristo "son dulces más dulces que la miel que destila del panal", Salmo 19:10. "Son salud y medicina para los huesos"; "dan vigor a tus huesos"; Isaías 58:11. Las palabras salvadoras de nuestro SEÑOR y Salvador Jesús son el medio para curar las enfermedades de la mente; para sanar los espíritus heridos, los corazones y huesos rotos. Hace que los huesos secos vivan Ezequiel 37:4.
La medicina que cura los huesos fortalece todo el cuerpo del hombre, porque la fuerza de un hombre se encuentra en sus huesos, son por así decirlo, el soporte del cuerpo, y lo que es saludable para el alma hace bien al cuerpo a la vez. De igual manera, las palabras de Cristo fortalecen al hombre interior, causan que los creyentes vayan de poder en poder, los mantiene y preserva firmes hasta el final. -John Gill