ABRIL 19

Porque ÉL ME ESCONDERÁ en su tabernáculo en el día del mal; ME OCULTARÁ en lo reservado de Su morada; Salmo 27:5
¡El Rey Soberano y divino me esconderá en lo oculto, en lo secreto de su Tienda, de Su presencia! Me esconderá para estar en comunión con Él por medio de la oración, que es la relación más secreta del alma con Dios. La Oración requiere retiro, al menos del corazón. Para estar en lo reservado de Su morada, es necesario apartarse de lo mundano, con el corazón vacío de preocupaciones y afanes: Cuando ores, entra en tu cuarto, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en Secreto; Mateo 6:6. Para entrar en el secreto de Dios, es necesario cerrar la puerta del corazón al mundo, y a toda distracción para centrarse en Él, meditar en Su Palabra, contemplar Su hermosura y recrearse en Su presencia. Salmo 27:4
El SEÑOR, me ocultará en lo reservado de su morada, para librarme de la peligrosa tentación de la vanagloria, del orgullo y deseo de ser visto por los hombres. Dijo Jesús: Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Mateo 6:5. El que no procura ser visto por los hombres, aunque haga algo en presencia de ellos, puede decirse que no obra en presencia de ellos, porque todo lo hace para la gloria de Dios y para que Él y solo Él reciba la gloria. El pecado no está en hacer algo delante de los hombres, sino en la intención del corazón de buscar ser visto para su propia gloria.
El SEÑOR, Maestro Divino, nos instruye con Su ejemplo: Cuanto más se extendía su fama; Él se apartaba al Desierto, y Oraba. Lucas 5:15-16 El SEÑOR se retiraba para evitar la vanagloria, para estar en comunión con el Padre, en la soledad del desierto espiritual. Este es lugar al cual el Espíritu Santo conduce, para propiciar un encuentro en el Secreto con Él, alejados de la multitud, de honores, de aplausos, del deseo de exhibición. Ocultos(Escondidos, en secreto) en lo reservado de su morada, es el lugar donde somos despojados de aquello que más amamos, de las cosas que "parecen" importantes, que nos afanan y nos llenan de ansiedad, de temores.
El desierto espiritual, o desprendimiento de lo terrenal, es el lugar que hace ver y comprender desde otra perspectiva el mundo y lo que hay en él. Es allí, donde el alma encuentra al SEÑOR de manera más personal, más profunda, más intensa, más abundante. Y cuanto más le busca en el secreto, en lo reservado de Su morada, más se despoja y se vacía el corazón de su propio Yo, del deseo de reconocimiento, pues el único que brilla y resplandece es el Sol de Justicia, Cristo. Así el alma halla más plenitud en Él, la oración fluye con mucha facilidad, los tesoros escondidos de la Palabra son revelados y puede compartir con otros los dones recibidos libre de egoísmos y con más eficacia. En Su presencia hay plenitud de gozo, delicias del cielo a Su Diestra para siempre. Salmo 16:11
"¡0h soledad, primavera cargada de flores de Jesucristo! ¡0h soledad, en la cual nacen esas piedras preciosas, con las que está construida la ciudad del Gran Rey según el Apocalipsis! ¡0h soledad, disfrutas familiarmente de Dios! Atraeré esta alma hacia mí, la conduciré a la soledad, y allí hablaré a su corazón. Oseas 2:14" Jerónimo
Pablo dijo: "Porque ustedes han muerto, y su vida está Escondida con Cristo en Dios." Col.3:3 Morir a los deseos de la carne para vivir en el Espíritu: Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Rom.8.5 Esta es una muerte maravillosa, porque no destruye el cuerpo pero eleva el alma a lo sublime, celestial y divino. Es una muerte que da paz y vida eterna: Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Rom.8:5 Un alma que vive así, en verdad puede decir con toda confianza como David: "Me esconderá en lo reservado de su morada en el día del mal". En el día de la angustia, en el día de la adversidad, está escondida en la Roca, Cristo. Sabe que el SEÑOR le dará el mejor refugio en el peor peligro. Tiene toda la armadura de Dios(Cristo), para resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firme. Efe.6:13. Escondida con Cristo, el enemigo no puede verle ni hacerle daño, protegida por el escudo de la fe, con el que puede apagar Todos los dardos de fuego del maligno. Efe.6:16. Porque ÉL ME ESCONDERÁ en su tabernáculo en el día del mal; ME OCULTARÁ en lo reservado de Su morada; Salmo 27:5"
Es deleite para mi alma esconderse en el SEÑOR; cuán preciosas las lecciones que yo aprendo con Jesús; los cuidados terrenales no me pueden perturbar, ni las pruebas más agudas pueden mi ánimo abatir, porque siempre que a mi paso se adelanta el Tentador, mi alma tiene su escondite en los brazos del SEÑOR....Si mi alma desfallece agobiada por la sed; a la sombra de Sus alas refrescante abrigo hay, y una fuente fresca y clara como límpido cristal. A mi lado viene Cristo y tenemos comunión; Son tan dulces los momentos y es tan grande la visión que aunque trato, nunca logro, lo que con Él vivo, comunicar. Solo sé que le confío dudas, penas y temor, que me oye con paciencia y me sabe confortar.... ¿Quieres de Su escondedero las dulzuras disfrutar? Ve debajo de sus alas extendidas a morar; y al salir del silencio de tu sitio de oración, llevarás sobre tu rostro, luminosa, la Presencia del SEÑOR...." - Ellen Lakshmi Goreh