ABRIL 13

03.04.2023

Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. Josué 1:8


Este verso es la demanda para Josué y para todo hijo de Dios. La ley o la verdad revelada, la Palabra de Dios, debe ser no sólo estudiada sino meditada continuamente, con la expectación que Dios por Su Espíritu, haga de ella una potencia viviente en el corazón. El verdadero creyente, no por intuición, sino por inspiración divina, medita en la Palabra del SEÑOR todo el día y hace de ella su deleite: "En la ley del Señor está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche" Salmo 1:2 El motivo por el que salimos tan fríos después de leer la Palabra es porque no nos calentamos en el fuego de la meditación. La Biblia es un libro aburrido hasta que te ilumina, un enigma hasta que consigues la clave; pero, una vez encontrada la pista, absorbe nuestra atención, deleita nuestro intelecto y enriquece nuestro corazón.

"Este libro de la ley no se apartará de tu boca". Las palabras son el espejo de la mente, ¡muestran lo que hay en el corazón! Un hombre que es terrenal habla de la tierra, "porque de la abundancia del corazón habla la boca" Lucas 6:45. Donde hay meditación continua en la Palabra de Dios, la mente está totalmente ocupada por ella, por tanto, de ella hablamos. El que medita en la Palabra, su boca está llena de oro, como el pez en el evangelio; Mat. 17:27. Por la boca entra el alimento, y la Palabra de Dios es el maná celestial, el alimento que satisface el alma de cada cristiano. Fortaleza, paz, consuelo, vida eterna ¡en este Maná se puede encontrar todo esto! No es suficiente escuchar un mensaje, hay que probarlo, digerirlo, asimilarlo; no basta con leer una promesa, hay que saborearla. Cuando hayas recibido este paladar espiritual, entonces la Palabra de Dios será para ti, "el gozo y el regocijo de tu corazón". Jer. 15:16.

 
"Para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito". El éxito verdadero se promete a los que meditan y obedecen la Palabra de Dios, "para que cuides de hacer Todo lo que en él está escrito". Este éxito y prosperidad es según los ojos de Dios y no según los del mundo. Los que agradan a Dios no solo tendrán bendición en la tierra sino en el mundo venidero. Desde la perspectiva del Nuevo Testamento, la principal aplicación de esta promesa son las riquezas eternas y el éxito centrado en Cristo, la prosperidad del alma y éxito espiritual. Y Dios bendice a los que viven de conformidad a su Hijo: Dios predestinó a todos los que son suyos para que lleguen a ser hechos como Cristo. Rom. 8:29

¿Dónde conoceremos nosotros cuál es nuestra herencia eterna? ¿Dónde encontraremos a Cristo? En la Palabra de Dios, leyendo sus páginas desde Génesis a Apocalipsis una y otra vez, nos pasearemos por ella buscando qué nos dice de Cristo, y cuánto nos muestra de la herencia que tenemos en Él. La Biblia es como leer un testamento, no es interesante hasta que descubres que tienes una parte en él. Así que, meditar en la Palabra es encontrar la buena tierra y explorar en ella para encontrar a Cristo. En Él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. En esta buena tierra hay tesoros que están disponibles para buscadores de tesoros espirituales, para aquellos que han sido atraídos por Cristo como María a sentarse a Sus pies, para escuchar Sus palabras. Lucas 10:39

¡La Ley bendita de Dios, es una carta de amor que nos envió desde el cielo, escrita por el Espíritu Santo, y sellada con la sangre de Cristo! "Así como el gozo del esposo con la esposa, así tu Dios se regocijará por ti"; Isa.62:5 "Yo te desposaré conmigo para siempre en justicia, en derecho, en misericordia y compasión."Oseas 2:19 ¡Que agradable es la lectura de esta carta de amor! ¡Oh, qué tesoro raro es la palabra de Dios! ¡Cuán preciosas son las promesas! Estas sellan el perdón, la adopción, y la gloria! "Oh SEÑOR, por estas cosas viven los hombres", Isaías 38:16. ¡Que este libro de la Ley no se aparte de tu boca, sino que medites en él día y noche, lo obedezcas, porque entonces harás prosperar tu camino y Todo te saldrá bien! -Thomas Watson