MAYO 18

02.05.2021

Ciertamente he visto la aflicción de Mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor.... Así que he descendido para librarlos de mano de los egipcios.....Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para que saques a Mi pueblo. Éxodo 3:7-10

La gracia del Dios de Abraham, y Dios de la posteridad de Abraham, gracia absoluta, gratuita e incondicional, brilla aquí con todo su esplendor sin ser oscurecida por los "si" y los "pero", los propósitos, las resoluciones y las condiciones del espíritu legalista del hombre. Dios había descendido para manifestarse, para operar la obra de la salvación perfecta, y poner en ejecución la promesa hecha a Abraham, y confirmada luego a Isaac y Jacob.

Dios no había descendido para ver si, de hecho, los que eran el objeto de esta promesa se hallaban en tales condiciones de merecer Su salvación. No; ellos tenían necesidad de esta Salvación, y esto era suficiente para Él, y había considerado la opresión bajo la cual gemían; había visto sus dolores, sus lágrimas, sus suspiros y su dura esclavitud, porque, bendito sea su Nombre, "El cuenta las idas y las venidas de Su pueblo, y pone sus lágrimas en Su redoma(recipiente)". Salmo 56: 8.

Dios no fue atraído hacia Israel por sus méritos ni por sus virtudes; no fue por algo bueno que Él hubiera visto en ellos. El verdadero fundamento de la intervención misericordiosa de Dios en favor de Su pueblo, nos es revelado en estas palabras: "Yo soy el Dios de Abraham" y "Yo he visto la aflicción de mi pueblo".

Había descendido para librar a Su pueblo, y todos los poderes de la tierra y del infierno reunidos, no habrían podido retenerlos cautivos ni una hora más del tiempo fijado por Él. Dios pudo servirse, y se sirvió en efecto de Egipto, como de una escuela en la que estaba Faraón como maestro; pero una vez cumplida su misión, el maestro y la escuela son puestos a un lado, y su pueblo libertado con mano fuerte y brazo extendido.

"Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para que saques a Mi pueblo." Dios ve la terrible aflicción de Su pueblo y envía un hombre frágil para enfrentarla. ¡Pudo haber enviado fuego del cielo! Pudo haber enviado sus ministros de calamidad y desastre. ¿Por que eligió a un hombre en vez de enviar al Arcángel Gabriel que está siempre dispuesto a obedecer?

Estos son los caminos del SEÑOR. El SEÑOR usa medios humanos para lograr fines divinos. Trabaja por medio del hombre para lograr fines divinos. Trabaja por medio del hombre para emancipar al hombre. Derrama su fortaleza sobre un instrumento de barro y este llega a ser temible. Templa una débil caña y la transforma en un pilar de acero.

Nuestro poderoso Dios te usará a ti y me usará a mí. Por doquiera que haya "Egiptos" con abundantes aflicciones. Hay hogares donde prolifera la incomprensión, la angustia y el maltrato, hay sitios donde reina la tiranía, la injusticia, la opresión desenfrenada. Por lo cual, dice el SEÑOR: "Ciertamente he visto la aflicción de Mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor....Ven ahora y te enviaré." Y Él que da la orden, dará también todo lo que se necesita. - J.H.Jowett