13.10.2021

"No contristéis al Espíritu Santo". Efesios 4:30.
Mientras el Espíritu Santo mora en nosotros, a Él debe ser dedicada cada parte de nuestra alma y de nuestro cuerpo. Pero si nos entregamos a algo que es impuro, palabras malas, con ira, mentiras o acciones injustas, si no perdonamos, como el SEÑOR nos ha perdonado, entristecen al Espíritu Santo, y pueden retirar su luz y alejar al Espíritu de hacer su morada con nosotros. Y en la medida en que se retira, se producen dureza y oscuridad; y lo que es aún peor, un estado de insensibilidad es la consecuencia. La oscuridad ciega y no permite ver el mal estado del alma, y la insensibilidad endurece y evita que lo sienta.
Esfuérzate porque el Espíritu Santo pueda habitar alegremente en ti, como en una morada agradable y gozosa, y no des ocasión para contristarlo. "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." Romanos 8:14. Cualquier cosa que sea contraria a la piedad contrista al Espíritu Santo.
TODO lo que el creyente tiene debe venir de Cristo, pero viene únicamente por el canal del Espíritu de toda gracia. Además, así como todas las bendiciones vienen a ti por medio del Espíritu Santo, así también los pensamientos santos, el culto fervoroso y los actos de bondad no pueden salir de ti, sin la obra santificadora del mismo Espíritu. Aun la buena simiente (si fuese sembrada en ti) no germinará si el Espíritu no obra en ti porque "Él da así el querer como el hacer por su buena voluntad". Fili.2:13
¿Deseas hablar de Jesús? ¿Cómo lo podrás hacer si el Espíritu Santo no toca tu lengua? ¿Quieres orar? ¡Qué pesada resulta esta obra si el Espíritu no intercede por ti! ¿Deseas vencer el pecado? ¿Quieres ser santo? ¿Quieres imitar a tu Maestro? ¿Deseas ascender a las más encumbradas alturas de la espiritualidad? ¿Anhelas ser como los ángeles de Dios: lleno de celo y ardor por la causa del Maestro? Sin el Espíritu Santo de Dios no puedes hacer ninguna de esas cosas. "Porque separados de Mí nada pueden hacer."Juan 15:5
¡Oh, pámpano de la vid, tú no puedes llevar fruto sin la savia! ¡Oh, hijo de Dios, aparte de la vida que Dios te da por medio de su Espíritu, tú no tienes vida en ti mismo! No lo contristes, pues, ni provoques su ira con tus pecados. No lo apaguemos en ninguna de las delicadas operaciones que lleva a cabo en nuestras almas; cumplamos cada una de sus sugerencias y estemos listos para obedecer todos sus impulsos. Si el Espíritu es en realidad tan poderoso, no intentemos nada sin Él.
No empecemos ningún proyecto, ni prosigamos ninguna empresa, ni cerremos ningún trato sin implorar su guía y bendición. Estemos convencidos que sin Él somos enteramente débiles, y dependamos sólo de Él, haciendo nuestra esta oración: "Abre tú mi corazón y todo mi ser para que puedas entrar, y susténtame con tu libre Espíritu cuando yo lo haya recibido en mi corazón". C.Spurgeon