JUNIO 16

02.06.2021

EL QUE HABITA AL ABRIGO DEL ALTÍSIMO, SALMO 91:1.

La promesa abarca a todos los que han puesto de verdad toda su confianza en el SEÑOR. "Al abrigo del Altísimo" el que habita protegido, escondido, en el secreto del Altísimo, del Todopoderoso; el que habita con el Superior a todos los seres con el creador y el preservador de ellos, con el más alto que el más alto de los ángeles y los hombres. Notemos que no dice: "El que habita al abrigo de los hombres," de los falsos profetas y maestros, que se auto exaltan para tener muchos seguidores y a la vez muchas ganancias económicas, que se interponen como dioses y han opacado al Dios verdadero y a la obra de Su Hijo Jesucristo en la Cruz.

A los que han puesto su confianza en el hombre y habitan al abrigo de los hombres y no del Todopoderoso, del Altísimo, no tienen la bendición del SEÑOR, oran, ayunan, ofrendan, leen la biblia, hablan de ella, pero no pueden ver la gloria de Dios en sus vidas, porque están habitando bajo el abrigo de hombres, a estos dice el SEÑOR: «Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo. Jeremías 17:5 ¡Ay de los hijos rebeldes, que hacen planes sin tomarme en cuenta; que buscan cobijarse(cubrirse, abrigarse) pero no bajo mi Espíritu, con lo que añaden pecado tras pecado! Isaías 30:1

"Al abrigo del Altísimo". Hace referencia al lugar Santísimo, este era el privilegio del sumo sacerdote bajo la ley, pero bajo el nuevo pacto, nuestro Sumo Sacerdote Cristo, por medio de Su Sangre Preciosa otorgó entrada libre a todos los creyentes para entrar libremente al Lugar Santo: Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. Hebreos 4:16. Cada creyente que por la fe, es el templo y morada del SEÑOR y a la vez habita en Cristo, será cubierto con la nube de la gloria de Dios, con la protección del Dios todo suficiente.

Para que este lugar secreto pueda convertirse en nuestra morada, debe haber un sentido de permanencia en el tiempo. Quien tiene sus pensamientos siempre en Dios "mora en él", "hace su morada con él", "se sienta en su lugar secreto". Él tiene al Todopoderoso, por así decirlo, por su compañero constante. Permanecerá bajo la protección del Todopoderoso, quiere decir que la fe amorosa de parte del hombre se encontrará con el amor fiel de parte de Dios.Algunos entran y salen de esta morada, no residen habitualmente en la presencia de Dios, porque tienen doble vida, durante toda la semana pecan y cuando van a la iglesia aparentan ser santos con sus obras externas, pero como dijo Jesús: Son "sepulcros blanqueados", por fuera hermosos, pero por dentro están llenos de inmundicia. Mateo 23:27-28 Sus palabras y sus acciones no son congruentes con la fe que dicen profesar. Estos no pueden afirmar que "habitan al Abrigo del Altísimo" sino del pecado.

Otros sólo acuden "al Abrigo del Altísimo", cuando se ven atrapados en una circunstancia apremiante. Sin embargo, si residimos de manera permanente al "Abrigo del Altísimo" por medio de la Oración constante, seremos dignos de acceder a ese lugar secreto, donde está Cristo, en lo profundo de tu ser, llenando todo tu corazón y tu mente, allí en profunda relación con Él, el alma halla un reposo tranquilo, una dulce calma. Esa es su casa, su lugar de descanso, de seguridad y paz. Esta es la mejor parte que escogió María, y que nadie se la puede quitar. Lucas 10:42.

Los que Habitan al abrigo del Altísimo y confían en el SEÑOR de todo corazón, al entrar en el lugar secreto, son cubiertos bajo Su Sombra del Omnipotente de las preocupaciones, dudas y cargas que socavan la paz y nos hacen caer. Su fe sencilla los coloca en una posición de fuerte defensa y cuidado divino, bien pueden hacer suyas estas promesas:

El te librará del lazo del cazador, de la pandemia(plaga, peste) destructora, No temerás el terror nocturno, Ni flecha que vuele de día, ni la peste que acecha en las sombras, ni a plaga que acecha al mediodía, Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Salmo 91:3-10 Dios mismo, cuando inspiró el Salmo 91, quiso demostrar todo el amor, la ternura y la protección que gozan los que "Habitan al Abrigo del Altísimo," los que ponen toda su confianza en Él.