AGOSTO 14

02.08.2021

"Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. " Génesis 32:24.


Podemos aprender que la lucha de Jacob, no fue meramente un ejercicio corporal, sino también espiritual; luchó en oración, rogó y suplicó que Dios lo bendijera y prevaleció. Los tiempos de incertidumbre y aflicción deben ser tiempos de oración: Jacob, estando solo, luchó toda la noche hasta el amanecer, y allí desplegó más plenamente sus temores orando a Dios. Cuando el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades y no tenemos palabras para expresar nuestros deseos más vastos y fervientes, y queremos decir más de lo que podemos expresar, entonces, la oración lucha, sin duda, con Dios. Por atribulados o descorazonados que estemos, prevaleceremos con Él en oración, y contra todos los enemigos que luchan contra nosotros. La oración ferviente es la oración eficaz.


Perseverar es un emblema del verdadero espíritu de fe y oración. Jacob se mantuvo aunque la lucha continuó largo rato, no se debilitó su fe, ni se silenció su oración. Estaba determinado a obtener la bendición y la obtendría, antes que quedarse sin ella preferiría que todos huesos fueran dislocados. Dios tenía más deseos de bendecir a Jacob que Jacob de recibir la bendición. Quien luchó con él fue el Hijo del hombre, el Ángel del pacto(Jesucristo). Fue Dios con forma humana quien aniquiló la naturaleza pecaminosa de la vida pasada de Jacob, y antes del amanecer Dios había prevalecido y Jacob había quedado con la coyuntura de su muslo dislocado. Génesis 32:25-27 Entonces nació de nuevo y se elevó de lo terrenal a lo celestial, de lo humano a lo divino, de lo natural a lo sobrenatural.


Al marcharse aquella mañana, él era un hombre débil y quebrantado, pero Dios le había transformado y la voz celestial proclamó, " Y el hombre dijo: Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido." Génesis 32:28 Esta debe siempre ser una escena típica en la transformación de cada vida cristiana. Cada uno de nosotros tiene que atravesar una cierta hora de crisis si Dios nos ha llamado para lo mejor y más elevado. Pero cuando todos los recursos nos faltan; cuando estamos frente a la ruina o de algo peor que nosotros nunca pudiésemos haber soñado; cuando tenemos necesidad de la ayuda infinita de Dios, antes de obtenerla tenemos que abandonar algo, renunciar a algo, morir al ego, tenemos que someternos por completo a Él, tenemos que desistir de nuestra propia sabiduría, fuerza y justicia y ser crucificados con Cristo y vivir en Él. Gálatas 2:20


Dios sabe la manera cómo conducirnos a esta crisis, y Él también conoce cómo llevarnos por medio de ella. ¿Es ésta la intención de tu gran prueba, del ambiente tan difícil que te rodea, de aquella situación insoportable, de aquel lugar tan tentador que no puedes atravesar sin Su ayuda, y sin embargo, no posees de Él lo suficiente para obtener la victoria?


¡Oh, vuelve al Dios de Jacob! Arrójate desamparado a Sus pies. Muere a tus propias fuerzas y sabiduría en Sus amantes brazos y levántate como Jacob en Su poder. No hay ninguna otra salida del lugar tan difícil y estrecho en que te encuentras, sino por arriba, mirando al cielo, tomado de la mano del SEÑOR. Obtendrás tu libertad y bendición, elevándote más y pasando por una nueva experiencia con Dios. ¡Que el SEÑOR te permita recibir y comprender todo lo que significa la revelación del Todopoderoso de Jacob!