JUNIO 14

Pero para ustedes que temen Mi Nombre, se levantará el Sol de justicia trayendo en sus rayos Salvación. Malaquías 4:2
Este día tuvo su aurora, cuando el arcángel Gabriel anunció al mundo el Sol de Justicia, diciendo a María: Ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; Lucas 2:31-32
Dijo
Pablo: "La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues,
las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz." Rom.
13:12 "El día está cerca", es decir, la plena manifestación del Sol de
justicia, viene para iluminar las tinieblas del mundo incrédulo. La
noche sería absorbida por la victoria de Cristo en la Cruz. Recuerda
aquel otro texto: El primer día de la semana, muy de mañana, recién
salido el Sol, fueron al sepulcro. ¿Acaso no era ya de día cuando salió
el Sol? Pero por la Resurrección lucía una nueva hermosura y una luz más
radiante que la ordinaria, pues lo habíamos conocido en la carne pero
ya no lo conocemos así.
David lo presenta: Vestido de majestad, vestido y ceñido de poder, porque se despojó de la debilidad de la carne, como si fuese una niebla, y se vistió la túnica de la gloria. Desde ese momento se levantó el Sol de Justicia, y derramando al fin lentamente sus rayos sobre la tierra, comenzó poco a poco a verse con mayor claridad y a sentirse más su calor.
Él
es el "Sol de Justicia". Este Sol de Justicia es mucho más glorioso que
aquel que está en el firmamento. El sol del firmamento sale y se
esconde, pero el Sol de Justicia, una vez que se ha alzado sobre el alma
para convertirla, jamás se pondrá(esconderá) sobre ella. Puede que tire
de sus rayos cuando las nubes de nuestro pecado se aproximen, pero
resurgirá de entre las nubes nuevamente (como hizo con David); y así
finalmente, jamás se ocultará.El sol en el firmamento solo brilla sobre
nosotros, pero el Sol de Justicia brilla en nosotros: Porque agradó a
Dios "revelar a su Hijo en mí" (Gálatas.1:16).
El sol del firmamento solo brilla sobre nuestros rostros; pero el Sol de Justicia brilla en nuestros corazones: "Porque Dios es el que resplandeció en nuestros corazones" (2Cor.4:6) ¡Cuán hermosos son sus rayos! El Sol sobre el firmamento solo brilla cuando es de día, pero el Sol de Justicia lo hace en la noche. En la noche del abandono y aflicción este Sol brilla. "Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos" (Sal.112:4). ¡Oh, cuán adorable es este Sol de Justicia! Por los brillantes rayos de este Sol, vemos a Dios.
Cuando
las tentaciones de la duda, la murmuración, la ingratitud, el orgullo y
las doctrinas del error, quieran conducirnos por el camino de la
oscuridad, que el verdadero Sol de Justicia se manifieste como lo hizo
con los discípulos, diciendo: "Soy yo, No teman;" y disipó toda
inquietud. Dios quiera que cuantas veces se disponga a irrumpir la
maldad encubierta, el verdadero Sol nos envía su luz y su verdad para
mostrarla como Sol que nace de lo alto, separe lo malo de lo bueno, y no
digamos a lo malo bueno, ni tengamos lo amargo por dulce ni lo dulce
por amargo, separe la luz de las tinieblas y No tengamos las tinieblas
por luz y la luz por tinieblas. Isaías 5:20-21
Si los ojos fueran tan puros como el sol, podríamos verle, sin sufrir
ningún daño gracias a su total semejanza. Lo mismo acontece con el Sol
de Justicia, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. Lo
podemos ver con la luz que nos alumbra, porque mantiene una semejanza
con ella. Pero no puedes verle tal cual es, porque todavía no eres
totalmente semejante a ÉL.
Quienes por medio de la fe están casados con Cristo, brillarán por Sus rayos, no solo observarán la gloria de Cristo, sino que también serán transformados a ella: "Seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es." (1.Jn.3:2), seremos irradiados y pulidos con su gloria. Esto es cierto con tal que seamos iluminados de tal modo que, contemplando la gloria de Dios a rostro descubierto, nos vayamos transformando en su imagen con resplandor creciente, por el poder del Espíritu del SEÑOR. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga. Mateo 13:43. -Thomas Watson