DICIEMBRE 14

26.12.2022

"Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios," Salmo 46:4

¿Cuál es el Río que alegra la ciudad de Dios? Dios mismo es el Río, según el verso siguiente: "Dios está en medio de ella" Salmo 46:5. La cuidad está conformada por los creyentes y el SEÑOR habitando en sus corazones. "El Rey de reyes, está en medio de ti....Se encuentra allí la grey feliz de las ovejas que no cayeron en las trampas que les tendieron las sensualidades de este mundo. Todos los habitantes de esta ciudad tienen mansiones especiales o diferentes grados de gloria, pero el gozo de cada uno es el gozo de todos. Pues reina allí únicamente el amor pleno y perfecto, "porque Dios es todo en todos" 1Cor.15:28; ese Dios que ellos contemplan sin cesar, y cuya visión les mantiene encendidos siempre en el amor.- Agustín de Hipona

"Hay un Río. "La eternidad es el océano en el que se pierde este río que alegra. Río de "Agua viva". "Vi que brotaban aguas del templo...Y sucederá que dondequiera que pase el río, todo ser viviente que en él se mueve, vivirá. Ezeq.47:1-9. Las aguas que brotan del Templo, o sea, que vienen de Dios, lo purifican y lo curan todo a su paso, hacen que los campos sean fertilizados y produzcan frutos y lo que está estéril y muerto se llene de vida.
De Cristo es de quien brota el agua que apaga nuestra sed y fertiliza nuestros corazones. Aquí los culpables son perdonados gratuitamente; aquí se renueva el corazón corrupto y degenerado. Dios ha hecho que brotara del costado de su Amado Hijo Sangre y agua, río de vida que purifica todo cuanto penetra. Nuestra vida reverdece cuando el Espíritu nos inunda. "El que cree en mí....de su interior correrán ríos de agua viva." Juan 7:37. El ser un templo para el Espíritu Santo es la porción deleitosa de cada cristiano; el ser un templo vivo para el SEÑOR nuestro Dios es también un alto honor. "Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,"
Por siempre sea Bendito el Río de Vida, Cristo, glorioso manantial que restaura, libera, refresca, sustenta la vida, salva. Nos recuerda "el Agua Viva", de la cual habló el SEÑOR a la samaritana: "Y todo el que beba de esta agua nunca más tendrá sed"; cuando se ha recibido dentro del alma, "se convierte en un manantial de agua que fluye para vida eterna" Juan 4:14. Quien bebe de esta fuente espiritual no deseará buscar la felicidad en otros objetos. El templo nuevo, el corazón del creyente, es santificado por la presencia divina y será fuente de gracia. Así satisfechos con la gracia de Cristo, no desearemos los placeres y las diversiones de este mundo. Y esto será para siempre, en este mundo y en el mundo venidero. Y Todo el que bebe de esta agua, es decir, todos los que participan del evangelio, estarán para siempre satisfechos y se alegrarán. -Albert Barnes

El Río de la gracia divina fluye profundo y abundante, y de Él fluyen "corrientes" de bendición que difunden vida y alegría. El Altísimo consagra Su morada. El creyente Teniendo a Dios habitando en medio de su corazón se goza y no será conmovido, Su gracia lo hizo triunfar sobre todas las dificultades; "Dios le ayudará al comenzar el día. ¡Con nosotros está el SEÑOR de los ejércitos! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!" Salmo 46:5-7. "En este Río se obtiene todo, vida, amor y santidad. Vigor sobrenatural, amor, que conecta nuestros afectos con Dios y el cielo; y santidad, que nos lleva a la comunión actual con Dios y nos prepara para una inmortalidad dichosa"- T.Watson