SEPTIEMBRE 14

17.12.2022

"Vengan, cantemos con gozo al Señor, Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación." Salmo 95:1

Cada vez que venimos a la presencia de Dios, debemos venir con acción de gracias. El Señor debe ser alabado; no queremos materia, estaría bien si no quisiéramos un corazón. Cuán grande es ese Dios, de quien es toda la tierra, y su plenitud; ¡quién dirige y dispone de todo! El Señor Jesús, a quien aquí se nos enseña a alabar, es un gran Dios; el poderoso Dios es uno de sus títulos, y Dios sobre todo, bendecido para siempre. A él se le da todo el poder, tanto en el cielo como en la tierra. Él es nuestro Dios, y debemos alabarlo. Él es la Roca de nuestra Salvación y el Autor de nuestra bendición. Él es el gran y buen pastor de los creyentes; los buscó cuando se perdieron y los llevó a su redil. "Pueblo suyo somos y ovejas de su prado." -Mathew Henry

Entre mi conversión y la entrada en la plenitud de la vida en el Espíritu, hay un desierto por el que debo pasar. A medida que voy creciendo, que aprendo acerca de Dios, que Dios me revela Su poder, y llego a las aguas amargas de la aflicción, y sin embargo veo cómo el SEÑOR puede convertir las aguas amargas en dulces, éxodo 15:25, y me doy cuenta de cómo Dios puede tomar amargas experiencias de mi vida y sacarles dulzura. Entonces, aprendo a seguir a Dios y aprendo a comprometer mi vida y a confiar en Dios para que me guíe, entrando en esta nueva relación con Dios, en esta nueva vida y experiencia. Dios no espera que pases toda tu vida en tu propia voluntad. Dios quiere llevarte a una vida plena, rica y abundante del Espíritu.

Mientras aprendemos a confiar en el SEÑOR, nos preguntamos: ¿cómo puedo cantar con gozo al SEÑOR, si estoy pasando por un desierto? Dios quiere llevarte a Su reposo. Cuando la paz misma que llena la naturaleza divina se instala en el corazón. Esa experiencia es una entrada al reposo de Dios. Ese descanso glorioso que Dios tiene para su pueblo donde no estarás siempre preocupado, molesto, inquieto, ni lleno de ansiedades. Allí en ese descanso hermoso con el SEÑOR, donde estarás completamente seguro que Él tiene todo bajo Su control y escucha tu clamor. Cuando logras este nivel de fe, entonces, puedes entrar en el reposo del SEÑOR. Porque leemos que el pueblo de Israel no entró en este reposo, por su incredulidad. Hebreos 3:1. Pero cuando descansas de todas tus angustias y echas toda tu ansiedad sobre el SEÑOR porque sabes que sabes, que Él tiene cuidado de ti, 1 Pedro 5:7. Entonces, entras a ese lugar glorioso, donde simplemente aprendes que incluso en las aparentes tragedias, la mano de Dios está obrando y Él va a llevar a cabo Su perfecto propósito y voluntad para hacer lo mejor para ti. Entonces, podrás: "Venir, cantar con gozo al SEÑOR, aclamar con júbilo a la roca de nuestra salvación." -Chuck Smith¡

Oh Espíritu Eterno, nuestro eficiente Consolador, nosotros que somos los templos en que tú habitas, no cesaremos nunca de adorar y de bendecir el nombre de Jesús! Queremos que Jesús tenga la corona del deleite de nuestro corazón; no afrentemos a nuestro Esposo murmurando y quejándose en Su presencia. Estamos destinados a ser los cantores del Cielo; ensayemos, pues, nuestro cántico antes de entonarlo en los palacios de la nueva Jerusalén. "Nos gozaremos y alegraremos," Cantares 1:4, dos palabras con un significado: doble gozo, felicidad sobre felicidad. ¡Qué riquezas están atesoradas en Jesús! ¡Qué ríos de infinita felicidad hallan en Él su manantial y cada gota de Su plenitud! ¡Oh bondadoso Jesús, ya que tú eres la presente porción de tu pueblo, favorécenos con tal sentido de tu inmenso valor y que cada día de nuestra vida: Vengamos a Ti, cantemos con gozo, y Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.... -C. Spurgeon