JULIO 14

13.10.2022

"Maestro, todo esto lo he cumplido desde mi juventud. Jesús lo miró y, con mucho amor, le dijo: "Una cosa te falta: anda y vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme." Cuando aquel hombre oyó eso, se afligió y se fue triste, porque tenía muchas posesiones." Marcos 10:20-22

"Una cosa te falta." A la pregunta de este hombre al SEÑOR: ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? Marc. 10:17 Jesús le respondió: "Una cosa te falta" puede ser la falta de todo. La falta de una cosa vicia y anula la presencia de todas las demás. Un edificio puede parecer muy lujoso y bien construido, pero si falla una cosa, una columna, se viene abajo y queda en ruinas. Según el ego de este hombre y su propia opinión, él cumplía con todos los mandamientos, exponiendo así su vanidad al jactarse de su perfección. A los ojos del SEÑOR que conoce y escudriña los corazones, le faltaba una cosa: El hombre rico en esencia era un idólatra. "Hagan morir, pues, lo terrenal en ustedes: Avaricia que es idolatría". Col.3:5 La riqueza era su dios en lugar del verdadero Dios de la Biblia, en la riqueza tenía su corazón, amor y confianza. No puso el amor a Dios en primer lugar, por lo cual, estaba lejos de guardar todos los mandamientos, al incumplir el primero y el más importante de ellos: "Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente." Mateo 22:37-38.

"Vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres." Y como no pudo cumplir el primer mandamiento, quebrantó también el segundo, que es semejante al primero: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." Mat. 22:37-40 Quien ama al SEÑOR de veras y lo tiene en primer lugar, ama también al prójimo y no tendrá dificultad en compartir su bienes con los demás. "Vende todo". No dijo esto el SEÑOR porque las riquezas sean malas, sino por los que las acumulan y las idolatran. Convertir las riquezas en ídolos es condenación. "Los avaros.... no heredarán el reino de Dios." 1Cor.6:10 y Gal.5:21, por consiguiente, es preciso no atesorar, sino usar de las riquezas en lo que es necesario, esencial y útil. Muchos acumulan y coleccionan cosas como objetos, ropa, zapatos que no usan, en lugar de despojarse y entregarlo a quienes en verdad lo necesitan, y no pueden desprenderse porque tienen una idolatría por éstos, y cómo este hombre piensan erradamente de sí mismos que no son avaros. Conozco muchos creyentes que ayunan, oran, saben biblia y repiten versículos de ella, parece que practican muy bien toda clase de obras de piedad, pero son avaros, y aún si dan ofrendas lo hacen con el interés de recibir multiplicado. "No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: "Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré". Hebreos 13:5

"Así tendrás un tesoro en el cielo". Nos enseña el Maestro Divino con estas palabras, la manera de venir al reino que el Padre quiere darnos; a saber, no buscando riquezas con ansiedad y avaricia. Cuán importante para el SEÑOR que no nos hagamos tesoros en la tierra: "No acumulen para sí tesoros en la tierra.....porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón..... acumulen tesoros en el cielo. Mat.6:19-20 Este hombre estaba más interesado en los tesoros terrenales que en los tesoros celestiales de Dios. En realidad, las riquezas temporales no son verdaderas riquezas, no tienen más que un valor convencional, no son gloria que merezca ambicionarse, por tres razones: Porque son viles, porque son exclusivamente externas y porque no duran más que un momento. "Aprovecha todas las oportunidades para enriquecer tu alma con riquezas espirituales. Los hombres aprovecharán fácil, pronta, codiciosa e incansablemente todas las oportunidades en las que puedan obtener riquezas terrenales; y ¿por qué no deberían ser igualmente diligentes en aprovechar todas las oportunidades para enriquecer sus preciosas almas? ¿No vale el alma más que el vestido, más que los amigos, más que las relaciones, más que la vida, ¡sí, más que todo! Y por qué, entonces, no trabajas para enriquecer tu alma. El descuido de las oportunidades doradas que enriquecen el alma ha convertido la vida de muchos hombres en un infierno." -Thomas Brooks

"Cuando aquel hombre oyó eso, se afligió y se fue triste, porque tenía muchas posesiones." Marcos nos refiere la causa de la aflicción y tristeza de este hombre, diciendo: "Porque tenía muchos bienes". Cuanto más se tiene más se desea y más crece el temor de perder. Hay mucha diferencia entre tener riquezas y amarlas, y es por ello que Salomón dijo: "El que ama el dinero no se saciará de dinero, Y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias. También esto es vanidad." Ecle. 5:10. Vemos en el Evangelio a Mateo, a Zaqueo, a José de Arimatea, y en el antiguo Testamento, a tantos ricos que entran en el reino de Dios, porque tuvieron como nada sus riquezas, o las abandonaron del todo por inspiración del SEÑOR. Este hombre enía el deseo de la vida eterna, pero le retuvo una pasión muy difícil de superar, la mundanalidad de su espíritu, la codicia y el apego a las riquezas que eran muchas. Se afligió por no poder ser seguidor de Cristo en condiciones más fáciles; no poder aferrarse a la vida eterna y amar también sus posesiones mundanas: "Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas." Mat.6:24. Notemos que no dijo el SEÑOR quien tiene las riquezas, sino quien ama y sirve a las riquezas. Renunciemos, pues, al amor a las riquezas y consagrémonos a Dios y amemosle con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente.