ABRIL  14

11.04.2022

Él mismo, llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la Cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados(Salvos). 1 Pedro 2:24

La Cruz es el símbolo de la salvación de Cristo, quien tomó voluntariamente el camino que lo condujo a ella. Es la base del Evangelio. Destaca de manera preeminente como el gran centro en torno al cual gira la fe cristiana. Es la base de su esperanza en Dios. La Cruz es sin duda alguna el símbolo del Cristianismo por excelencia, porque en ella murió el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, resucitando al tercer día. Es el lugar donde se libró la mayor guerra de la historia de la humanidad: Las almas para la eternidad, en ella se abrió la puerta, el camino y la vida a la eternidad para nosotros que no lo merecemos. En la Cruz, Cristo obtuvo la corona de justicia, la corona del Reino de Dios, la victoria sobre la muerte, el perdón por el pecado y el cumplimiento de la Ley. "¡La cruz de Cristo! Oh mundo, esta es tu única esperanza. Esa cruz contiene todo lo que necesitas de amor, curación y paz. Bajo su sombra el primero de los pecadores puede sentarse y regocijarse.

La Cruz es el camino de salvación de Dios. (Hechos 10:39-43) El perdón está escrito en la cruz; salvación; vida eterna. El ladrón salvado, que pasó de su cruz al paraíso, es la gran ilustración del poder salvador de la cruz. Para la salvación nada conocemos, excepto a Jesucristo y éste crucificado (1 Corintios 2:2). Las buenas nuevas están escritas en la cruz: buenas noticias de una salvación gratuita para los no salvos. La cruz es la lámpara de luz de Dios. El mundo es oscuro. La cruz es luz. La cruz brilla con la misma luz del cielo. ¡Aquel que es el Dios de la luz colgó allí! Lo que la cruz da a conocer acerca de Dios y su amor es la luz de un mundo en tinieblas. Sólo de la cruz puede el pecador obtener su luz. 'Miraron y fueron iluminados;' porque Cristo crucificado allí dice: "Yo soy la luz del mundo". Y nunca fue más su luz que cuando fue clavado en la cruz en impotencia. Desde la cruz esa luz aún brilla para un mundo oscuro. Caminemos a la luz de la cruz. Dios nos dice: "¡Levántate, resplandece, que ha llegado tu luz!" "¡La verdadera luz ahora brilla!' Ha amanecido, y las sombras han huido.

La cruz es el bálsamo y la medicina universales. Es el bálsamo de Galaad, y el Cristo crucificado es el Médico allí. De ese árbol destila la curación para los hijos de los hombres. Sus hojas son para la sanidad de las naciones. Sus propiedades medicinales han sido probadas por el tiempo y se han encontrado divinas. No hay enfermedad que sea capaz de resistir sus poderes medicinales: fluyen por todos lados y fluyen hacia abajo por todas partes. ¡El que se acerca, el que toca, no, el que mira de lejos,está curado! La salud eterna está allá. Deja que fluya. El mundo está enfermo, enfermo de muerte. Aquí está la curación para ello. ¿Serás íntegro, oh hombre? ¡Ven a la cruz sanadora, ve al Sanador divino y vuélvete a Él por completo!

La cruz proporciona un tema para gloriarse. (Gálatas 6:14) Pablo se gloriaba en ello, considerándolo como lo único digno de gloriarse, digno de admiración, digno de cuidar. La cruz es el desprecio del mundo, es la gloria del creyente. Es el tema del canto de la iglesia, el tema de su alabanza. Ella se gloria en la cruz. ¡La cruz de Cristo! Oh mundo, esta es tu única esperanza. Esa cruz contiene todo lo que necesitas de amor, curación y paz. Bajo su sombra el primero de los pecadores puede sentarse y regocijarse."

La cruz es el foco o centro de toda sabiduría (1 Corintios 1:24) Es la exhibición más completa y gloriosa de la sabiduría de Dios. Aquí está la perfección de la sabiduría; y toda la sabiduría que exhiben las ciencias (astronomía, anatomía o similares) no puede compararse con ella. El mundo piensa que es locura. La palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios. 1Cor.1:18 Pero Dios la considera sabiduría; y toda alma que ha llegado a conocer sus propias necesidades y pecados piensa lo mismo. En lo que más brilla la sabiduría y poder de Dios es en haber triunfado en todo por medio de algo que parece tan insensato y débil. Horatius Bonar

Dijo Pablo: Porque nada me propuse saber entre ustedes excepto a Jesucristo, y Éste crucificado.1 Cor. 2:2 El apóstol temió y rehuyó a la sabiduría de las palabra, a la elocuencia humana, para que así la cruz no fuera disfrazada, opacada y desfigurada. Dijo Agustin: "La cruz es el púlpito en el que el Maestro Divino enseña al mundo." De modo que si la predicación no lleva a la Cruz de Cristo, esa predicación está incompleta, lleva a la muerte, a la condenación eterna. Y todos los predicadores deberían tener como púlpito la Cruz de Cristo, y siempre presente las palabras de Pablo: "Pues Cristo no me mandó a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con alardes de sabiduría y retórica, para no quitarle valor a la muerte de Cristo en la cruz."1Cor.1:17

" Meditando a los pies de la Cruz se aprende muchísimo más que en todos los libros de teología y filosofía y el alma saca del cielo mayores luces que de todas las lecturas, estudios y debates. La cruz es la cátedra de la bondad divina, del amor purísimo. La cruz ante todo enseña el precio de nuestra redención. La cruz es prenda y estandarte del amor divino. (Romanos 5:8) Enseña que es el libro de la sabiduría y de la ciencia divina. El hombre más ignorante puede leer este libro divino escrito con sangre y clavos. Por eso los creyentes han tomado la cruz casi como un libro que estudian y meditan noche y día." - Cornelio

"La cruz, es el principio de toda nuestra felicidad y de nuestras riquezas; ella nos libra de la ceguedad del error; ella nos hace pasar de las tinieblas, á la luz; ella da paz á los vencidos; ha unido a Dios los que de Él se apartaban; ha convertido extranjeros en ciudadanos. La cruz termina las discordias, asegura la paz, y distribuye todos los bienes con abundancia. Hoy la cruz está plantada, y el mundo se halla santificado; la cruz está levantada, y los demonios han huido; la cruz está levantada, y la muerte ha quedado abatida; la cruz ha vencido, y la muerte sufrió la derrota. ¿ el demonio está encadenado, el hombre ha visto rotas sus cadenas, y Dios es glorificado. " Agustín

El admirable hijo del carpintero llevó su cruz a las moradas de la muerte, que todo lo devoraban, y condujo así a todo el género humano a la mansión de la vida. Y la humanidad entera, que a causa de un árbol había sido precipitada en el abismo inferior, por otro árbol, el de la cruz, alcanzó la mansión de la vida. En el árbol, pues, en que había sido injertado un esqueje de muerte amarga, se injertó luego otro de vida feliz, para que confesemos que Cristo es Señor de toda la creación.

¡A ti la gloria, a ti que con tu cruz elevaste como un puente sobre la misma muerte, para que las almas pudieran pasar por él desde la región de la muerte a la región de la vida! ¡A ti la gloria, a ti que asumiste un cuerpo mortal e hiciste de él fuente de vida para todos los mortales! Tú vives para siempre; los que te dieron muerte se comportaron como los agricultores: enterraron la vida en el sepulcro, como el grano de trigo se entierra en el surco, para que luego brotara y resucitara llevando consigo a otros muchos. Venid, hagamos de nuestro amor una ofrenda grande y universal; elevemos cánticos y oraciones en honor de aquel que, en la cruz, se ofreció a Dios como holocausto para enriquecernos a todos.-Efren

"Cristo crucificado llama al pecador a grandes voces . Colgado en el tormento, ofrece la paz. Se dirige a ti con deseos de verte abrasado en el amor: ¡Considera esto! Yo, el Creador sin límites, he desposado la carne para ser capaz de nacer de mujer. Yo, Dios, me he presentado a los pobres como su compañero. He elegido una madre humilde. He comido con los publicanos. Los pecadores no me han inspirado aversión. He soportado a los perseguidores. He padecido flagelación y «me he humillado hasta la muerte en la cruz» (Flp 2:8). «¿Qué he debido hacer que no haya hecho?» (Is 5:4). He abierto mi costado a la lanza. He dejado traspasar mis manos y mis pies.

¿Por qué no miras mi cuerpo ensangrentado? ¿Cómo no prestas atención a mi cabeza inclinada? (Jn 19:30). He pasado por ser un condenado cualquiera, y ahora, hundido en el sufrimiento, muero por ti, para que tú vivas por mí. Si te tienes en poco, si no tratas de desembarazarte de las redes de la muerte, arrepiéntete por lo menos ahora, por respeto a mí que he vertido el bálsamo precioso de mi propia sangre. Mírame a punto de morir, y detente en la pendiente del pecado. Sí, deja de pecar: ¡me has costado tanto! Por ti me he encarnado, por ti también he nacido, por ti fui circuncidado, bautizado, saciado de oprobios, preso, maniatado, cubierto de salivazos, mofado, azotado, herido, clavado en la cruz, inmolado por ti. Mi costado está abierto y mi corazón atravesado. Acércate, rodea mi cuello: te ofrezco mi beso. Te he adquirido como lo que me toca en herencia, de suerte que no seas poseído por nadie más. Entrégate totalmente a mí que me entregué totalmente por ti." - Richard Rolle