OCTUBRE 13

01.02.2023

El desierto y la soledad se alegrarán; el yermo se regocijará y florecerá como la rosa. Isaías 35:1

Esta analogía ilustra bellamente lo que hizo Cristo. El mundo padece por falta del agua de la vida; pero Jesús murió y fue sepultado, y de Su Cruz y tumba derramó el río del agua de la vida para saciar la sed del mundo. Sus arroyos corren por todas partes, y dondequiera que fluyan, el desierto florecerá como un jardín de rosas. Su belleza florece dondequiera que corran. - JR Miller

El mundo antes de la aparición del Evangelio estaba seco como un desierto, desprovisto del Espíritu Santo de Dios, que es el agua de vida y la causa inmediata de toda justicia. Aguas en el desierto, arroyos en el desierto, estanques que cubren la arena reseca y manantiales que brotan de tierras sedientas; ya no será un espejismo arrojado por unos céspedes de hierba seca, sino una verdadera hierba con juncos que saludarán a los peregrinos que regresan y que han sido liberados, sanados y restaurados. El comienzo de esta maravilla de la redención se produjo cuando Jesucristo vino "para abrir los ojos ciegos, para sacar de la cárcel a los presos, y de la prisión a los que moran en tinieblas". Isaías 42:7

Ningún otro símil podría representar tan vívidamente la esterilidad y la desolación moral, ya sea del individuo o del mundo en general, aparte del glorioso Evangelio. ¡Qué desierto es el corazón, que no tiene a Dios habitando en él! La idea de "soledad" desaparece para un corazón que tiene en su interior a Cristo, "el pozo de agua que brota para vida eterna". Juan 4:14 " Tus manos pueden estar débiles y tus rodillas débiles, pero cuando tu impotencia invoca Su ayuda, Él comenzará a realizar cosas maravillosas que superan todas tus expectativas. Repite una y otra vez: "El SEÑOR ha prometido estar siempre conmigo; esfuérzate, corazón mío, y no temas."

"El desierto y la soledad se alegrarán....y florecerá como la rosa". Qué alegría trae el Evangelio al alma cuando se recibe con plena fe, la alegría del agradecimiento, del amor, de la esperanza, de la comunión con la bondad infinita. Donde descansa la presencia del SEÑOR, los desiertos se alegran y se tapizan de flores. Tu desierto más triste se convertirá en manantial de agua; el espejismo ya no defraudará; la sed será saciada; y los temores del corazón exterminados. Nada puede lastimarnos mientras caminamos con Dios en obediencia y comunión con ÉL. Males temidos pueden amenazar con proyectar sus sombras en nuestro camino, pero no detendrán nuestro avance en el camino al gozo eterno.

"Florecerá como la rosa". Imagina la tierra reseca, desierta y estéril, y piensa en el maravilloso cambio que se produciría en ella cuando es regada por las lluvias, se cubre de las más hermosas flores. Así el Evangelio imparte al alma la belleza del más alto tipo: la del SEÑOR Jesucristo, La Rosa de Sarón. Su Sangre Preciosa limpia y purifica el corazón del pecador. Con razón el SEÑOR, esposo de la iglesia dice a su esposa: "Toda tú eres hermosa,...Y en ti no hay mancha." Cantares 4:7 ¡Qué hermosa eres cuando naces de nuevo y sepultas al viejo hombre con sus delitos y pecados, que bella eres oveja del rebaño del SEÑOR! ¡Qué bella eres amada mía, cuando haces mi voluntad y obedeces mi Palabra! ¡Qué bella eres en este mundo y en el mundo venidero!