SEPTIEMBRE 13

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Simón y los que estaban con él lo buscaban. Lo encontraron, y le dijeron: "Todo todos te buscan". Jesús les respondió: "Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que Yo predique también allí, porque para eso he venido". Marcos 1:35-38
Cada hecho en la vida de nuestro SEÑOR en la tierra, y cada palabra que salió de sus labios, debe ser profundamente interesante para un verdadero cristiano. Vemos un hecho y un dicho en el pasaje que acabamos de leer que merecen mucha atención. Vemos, por un lado, un ejemplo de los hábitos de nuestro Señor Jesucristo acerca de la oración privada. Se nos dice que "levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba". Encontraremos lo mismo a menudo registrado de nuestro SEÑOR, en el Evangelio, cuando fue bautizado, nos dice "que mientras oraba el cielo se abrió". Lucas 3:21 Cuando fue transfigurado, nos dice que "mientras oraba, cambió la apariencia de su rostro", Juan 17:2 Antes de elegir a los doce apóstoles, dice que "pasó toda la noche orando a Dios". Lucas 6:12-13 Cuando todos los hombres hablaron bien de Él y de buena gana lo habrían hecho rey, dice que: "Mientras su fama se esparcía más y más. Él se apartaba a lugares desiertos, y oraba." Lucas 5:15-16. Cuando fue tentado en el jardín de Getsemaní, dijo: "Siéntense aquí mientras yo oro". Marc.14:32 En resumen, Nuestro SEÑOR oraba siempre, y no desmayaba. Sin pecado como era, nos dio un ejemplo de comunión diligente con su Padre. Su Deidad no lo hizo independiente del uso de todos los medios como hombre. Su misma perfección fue una perfección mantenida a través del ejercicio de la Oración.
Debemos ver en todo esto la inmensa importancia de la devoción privada. Si el SEÑOR, que era "santo, inocente, sin mancha y apartado de los pecadores", oraba así continuamente, ¿cuánto más nosotros que estamos rodeados de debilidad? Si a Él le fue necesario ofrecer súplicas con gran clamor y lágrimas, ¿cuánto más necesario es para nosotros, que en muchas cosas ofendemos a diario? ¡Qué dirán aquellos que nunca oran en absoluto, frente a un pasaje como este! Hay muchos así, muchos que se levantan por la mañana sin orar, y sin orar se acuestan por la noche, muchos que nunca hablan una palabra a Dios. ¿Son creyentes verdaderos? Estar sin oración es estar sin Cristo, sin Dios, y en el camino de la destrucción. Estamos obligados a decir que muestran muy poco de la mente de Cristo. Buscando poco, no pueden sorprenderse si poseen poco. Un Maestro que ora, como Jesús, no puede tener discípulos que no oran. El Santo Espíritu de adopción siempre hará que el verdadero creyente invoque a Dios.
Notemos el honor infinito puesto por el SEÑOR Jesús, en la Oración y la Predicación. Cuando Simón y otros lo buscaban, Él estaba en un lugar apartado Orando. Cuando lo encontraron dijo: "Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que Yo predique también allí, porque para eso he venido". Él vino a la tierra para mostrar al hombre el camino de la paz, para proclamar liberación a los cautivos y dar vista a los ciegos. Una parte principal de su obra en la tierra fue subir y bajar y publicar buenas nuevas, sanidad a los quebrantados de corazón, dar luz a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y dar perdón a los peores pecadores. Hasta el momento en que murió como sacrificio por nuestros pecados, su trabajo diario y casi cada hora fue Orar y enseñar la Palabra. Por la Oración y predicación, la Iglesia de Cristo primero fue reunida y fundada, y por la oración y predicación, se ha mantenido siempre en salud y prosperidad. Mediante la oración y predicación, los pecadores son despertados. Mediante la oración y predicación, los incrédulos son guiados. Por la oración y predicación se edifican los creyentes. Mediante la oración y la predicación, el cristianismo se está llevando al mundo pagano.
Cuando otras actividades quisieron distraer a los discípulos, dijeron: "Así nosotros podremos dedicarnos a Orar y a Proclamar la Palabra." Hechos 6:4. Explicaron que debían permanecer fieles a su llamado principal: La Oración y el Ministerio de la Palabra o la predicación, esto aprendieron del SEÑOR, Su Maestro. De modo que, se dedicaron fervientemente a estos, sin que las preocupaciones de la vida, o la atención por las necesidades temporales de la iglesia los desenfocaran. Lo hicieron no porque solamente ellos deberían orar y predicar (porque estas son disciplinas comunes a todos los piadosos), sino porque este sería su principal y único trabajo. "El trabajo que Dios nos encomienda no puede llevarse a cabo sin ORACIÓN. Es la Oración que compromete los más altos intereses espirituales y asegura la más elevada Gloria a Dios.... LA ORACIÓN es la más divina de todas las labores y el más importante de Todos los ministerios. Quien ORA mejor no es aquel que tiene más fluidez o una imaginación más brillante o los dones más ricos, si no el que está más inundando del Espíritu de Cristo." - E.M.Bounds
Vigilemos pues, nuestros hábitos de oración. Aquí está el pulso de nuestro cristianismo. Aquí está la verdadera prueba de nuestro estado ante Dios. Aquí la verdadera Fe comienza en el alma. Aquí decae y retrocede, cuando un hombre se aparta de Dios. Caminemos en los pasos de nuestro bendito Maestro en este aspecto como en todos los demás. Como Él, seamos diligentes en nuestra devoción privada. Conozcamos lo que es "ir a lugares solitarios y orar". -J.C Ryle