OCTUBRE 1

Entonces el amo de José lo tomó y lo echó en la cárcel.... Allí permaneció en la cárcel. Pero el SEÑOR estaba con José. Génesis 39:20-21

El SEÑOR estuvo con José en el palacio de Potifar; pero cuando fue a la cárcel, el SEÑOR también estuvo allí con él. La única cosa que nos separa de Dios es el pecado: entretanto que andamos con Dios, Dios andará con nosotros, y si nuestra senda deja las llanuras bañadas de sol para bajar al valle lleno de nieblas espesas, Él irá a nuestro lado.

Siempre que te metas en una prisión de circunstancias, espera algo. Fue en la cárcel donde Pablo encontró al SEÑOR, y Juan miró la puerta abierta del Cielo, y José vio la misericordia de Dios. Dios tiene oportunidad para mostrar su misericordia a algunos de nosotros, sólo cuando estamos en medio de un gran dolor. La noche es el tiempo para ver las estrellas.

Nunca has sido puesto en un calabozo; y no obstante, con frecuencia, te has sentado en tinieblas, sintiendo a tu alrededor la limitación que te prohíbe hacer lo que deseas. ¿Estás en la cárcel por haber obrado bien? ¿Los mejores años de tu vida se te deslizan en una monotonía y melancolía inevitables? ¿Te sientes estorbado por oposición, malos conceptos, difamación, y desprecio? Entonces te quejas como David: " ¡Ah! de nada me ha servido mantener mi corazón y mis manos sin pecado, no consigo más que problemas Salmo 73:13 Si esta es tu situación, ten ánimo; el tiempo no está mal gastado. Si has sido calumniado y tratado injustamente bien puedes esperar el veredicto de la eternidad, el de Dios, que exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Salmo 37:6

En la cárcel José fue preparado para ser gobernador de Egipto en el palacio de Faraón, lo que no pudo imaginar, y si hubiera podido ver con anticipación el futuro, no se habría admirado de la severa disciplina. Si pudiéramos ver todo lo que nos espera en el palacio del gran Rey, Cristo, no nos sorprenderíamos tanto de ciertas experiencias que nos acontecen en las celdas oscuras de la Tierra. Estás siendo educado para el servicio en el hogar de Dios, y en los espacios superiores de Su universo.

Vendrán horas en la vida de todos nosotros, cuando seremos mal entendidos, calumniados, acusados falsamente, perseguidos injustamente. En semejantes ocasiones es muy difícil no seguir la política de los hombres del mundo. Desde luego apelan éstos a la ley, a su fuerza y la opinión pública. Pero el creyente lleva su caso al tribunal de Dios, depende mucho más de la Justicia divina. Confía y espera meses y años, hasta que Dios se levante para vengar su causa. El ser juzgado por los hombres no le importa, sino el juicio de Dios, y espera el momento cuando los justos brillarán en el Reino de su padre.

En toda disciplina por la que atravesemos es de suma importancia ver solo la Voluntad de Dios que ordena y dirige todo, porque si nos enfocamos en nuestras cárceles y desgracias como resultado de la maldad, nuestra vida se llenará de inquietud, amargura y tristeza. Es muy duro sufrir injustamente a manos del hombre, y pensar que tal vez pudo haber sido de otro modo, si hubiéramos actuado y tomado otras decisiones. Pero si miramos Todas las cosas que nos acontecen como que están bajo la ley y dirección de Dios; aunque tengan su origen por el rencor y malicia de otros, sin embargo, antes que lleguen a nosotros, siempre tienen que pasar por la Presencia de Dios, donde son transformadas en Su bondadosa Voluntad para con nosotros.

Fue Judas quien maquinó la muerte del Salvador, y llevó al huerto los soldados que lo entregarían; y sin embargo el SEÑOR Jesús dijo que era el Padre quien ponía la copa en sus labios. Aunque fue asesinado por los sacerdotes y escribas sin embargo estuvo en completa conformidad a la disposición de Su Padre. No hay mal para los que aman a Dios; el creyente pierde de vista las causas secundarias, al estar tan absorto en la contemplación del desarrollo del misterio de la Voluntad de Su Padre. - F.B.Meyer

He aprendido a amar la oscuridad de la aflicción, allí se puede ver el esplendor del rostro del SEÑOR. -Madame Guyon