OCTUBRE 11

"...LÍBRANOS DEL MAL." Lucas 11:4
¡Cuán grandes y abundantes riquezas se encierran en la oración del SEÑOR! Están recogidas en pocas palabras, pero tienen una profundidad espiritual inmensa: "Líbranos del mal". Lo que pedimos al SEÑOR cuando ofrecemos esta petición es que nos libre del peor de los males en esta vida y en la venidera ; el pecado y sus consecuencias. Estamos en peligro del diablo y del pecado, si el SEÑOR no nos protege ni nos libera. Al pedirle a Dios que nos libre del mal, reconocemos que somos incapaces por nosotros mismos de seguir a Jesús por el camino de la justicia que él modeló para nosotros. No somos capaces de superar nuestras propias tendencias pecaminosas. ¿Cómo podemos esperar enfrentarnos a las fuerzas del mal y a los sistemas de opresión? Sólo con la ayuda de Dios. "EL SEÑOR te guardará de todo mal; Él guardará tu alma." Salmo 121:7
Cuando oramos "líbranos del mal", estamos pidiendo hacer el bien que es el mejor preservativo y cura contra el mal. Tener el corazón ocupado con el amor de Dios. Dios, en Su providencia, quita de nosotros la oportunidad u ocasión de pecar, o nos aparta de ella, como alejando personas, amigos, familiares, pone alguna restricción providencial, crea alguna circunstancia que no entendemos o alguna desviación repentina, para librarnos del mal. " Y a Aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría. al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos." Amén. Judas 1:24-25
Que oportuna es esta oración hoy más que nunca estamos rodeados de muchos peligros; estamos expuestos a violencia, maldad de hombres perversos, aflicciones y dolor, a fuerzas de la naturaleza inundaciones, sequías hambres, grandes terremotos, virus y bacterias letales, pandemias, hambres, grandes terremotos, guerras y rumores de guerras. Luc. 21:7-12 Por lo cual, el SEÑOR, Maestro Divino nos enseñó que debemos pedir cada día a nuestro Padre Celestial: "Líbranos del mal".
Esta sencilla petición hecha con la fe de un niño, con un corazón sincero y no solo de labios, sin distracciones, en humildad, guiada por el Espíritu Santo, se convierte en una oración poderosa con efectos en el mundo espiritual: Nos libra de situaciones que pueden ser para ruina de nuestras vidas, destruye los planes y las trampas del enemigo y sus secuaces contra nosotros y nuestros familiares. Por eso, el salmista clamó: "Líbrame del lazo del cazador, de la peste destructora. No temeré el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a mi lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a mi no llegará....El SEÑOR mandará sus ángeles a ti, para que te cuiden en todos tus caminos...Lo librare y le glorificaré. "Salmo" Salmo 91.3-7-11-15 "SEÑOR, Líbranos del mal"....
Debemos estar preparados y cimentados en la Palabra de Dios. Que more abundantemente en nuestros corazones, Col. 3:16, para que el enemigo no nos intimide y podamos enfrentar los tiempos que estamos viviendo sabiendo que El SEÑOR es más poderoso para librarnos del mal. Jesús cuando fue tentado venció respondiendo a satanás: "Escrito está", nos enseña que la palabra de Dios debe estar en nuestra mente siempre para aplicarla a cada situación en la que nos encontremos. Si leemos detenidamente las escrituras nos daremos cuenta que está llena de promesas en las que vemos como Dios puede librarnos de la muerte, librarnos de nuestras aflicciones, librarnos del día malo, de nuestras angustias, librar nuestra alma, nos libra del mal camino, de nuestros enemigos, nos librará de tropezar, librará nuestra vida y nos librará de la muerte eterna, de toda obra mala, del temor de la muerte, de la tentación y de toda destrucción.
"Guárdanos, SEÑOR, oh guárdanos siempre, Nuestra esperanza es vana sin Tu apoyo; Somos Tuyos; oh no nos abandones nunca, Hasta que veamos Tu rostro en el cielo; En el cielo, donde te alabaremos Por toda una resplandeciente eternidad. Toda nuestra fuerza nos abandonaría al instante, Si fuéramos desamparados, Señor, por Ti; Nada podría servirnos, teniendo ese vacío, Y nuestra derrota segura sería: Los que nos odian verían de esta manera saciado su deseo." "Líbranos del mal""La oración es la luz del alma, el verdadero conocimiento de Dios, la mediación entre Dios y los hombres. A través de ella el alma se eleva hacia el cielo y abraza al SEÑOR con un abrazo inexpresable. Como un niño de pecho hace con su madre, el alma clama a Dios hambrienta de la leche divina. Expresa sus deseos más profundos y recibe regalos que sobrepasan todo lo que se puede ver en la naturaleza. La Oración con la cual nos presentamos con respeto delante de Dios, es gozo para el corazón y descanso del alma." Anónimo