JUNIO 11

13.09.2022

¡Oh SEÑOR y Dios nuestro, cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos. Salmo 8:1

¡Oh Dios, SEÑOR nuestro! Nuestro apoyo, nuestro sostén, nuestro maestro, nuestro dueño, nuestro gobernante y gobernador del universo. El Salmista Incapaz de expresar la gloria de Dios, profiere esta exclamación: ¡Oh Dios, Señor nuestro! La estructura sólida del universo se apoya sobre su brazo eterno. El está presente universalmente, y por todas partes su nombre es excelente. Desciende, si quieres, a las mayores profundidades del océano, donde duerme el agua imperturbable, y la misma arena, inmóvil en quietud perenne, proclama que el SEÑOR está allí, revelando su excelencia en el palacio silencioso del mar. Pide prestadas las alas de la mañana y recorre los confines más distantes del mar, y Dios está allí. Sube a los más altos cielos, o lánzate al infierno más profundo, y Dios es en uno y Otro, cantado en un cántico eterno o justificado en una venganza terrible. Por todas partes y en todo lugar, Dios reside y es manifestado en su obra. Apenas podemos hallar palabras más apropiadas que las de Nehemías: «Solo Tú eres el SEÑOR Tú hiciste los cielos, Los cielos de los cielos con todo su ejército, La tierra y todo lo que en ella hay, Los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos Y el ejército de los cielos se postra ante Ti.» Nehemías 9:6.- C. H. S.

"¡Cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra ! - ¡Qué ilustre es el nombre de Jesús en todo el mundo! Su nombre representa Todo lo que Él es y hace. Todos los títulos que se le dan nos demuestran la riqueza escondida en Jesús, el Hijo de Dios. Es la riqueza que Dios Padre quiso compartir con la humanidad. Su nacimiento, vida humilde, predicación, milagros, pasión, muerte, resurrección y ascensión, son celebradas en todo el mundo. Su piedad, los dones y las gracias de su Espíritu, su pueblo, los cristianos, su Evangelio y sus predicadores, se habla por todas partes. En Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él. Col. 1.16. Él obtuvo nuestro perdón y nos ofrece el regalo de la salvación por la Fe. Ningún nombre es tan universal, ningún poder e influencia tan generalmente sentidos, como los del Salvador de la humanidad. Ojalá terminemos nuestra vida con el Nombre de Jesús en nuestros labios y en nuestro corazón. Con solo escuchar este Nombre el alma se pacifica, el corazón se enardece y se ensancha. ¿Cómo no predicar su Nombre por todos los rincones del mundo? En Él está la Salvación. Amén. ¡Oh SEÑOR y Dios nuestro, cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra!

"Tu gloria sobre los cielos" - Los cielos son gloriosos, la más gloriosa de todas las obras de Dios que el ojo del hombre puede alcanzar; pero la gloria de Dios es infinitamente superior incluso a estas. Las palabras también parecen dar a entender que ningún poder, terrenal o diabólico, puede disminuir o dañar esa gloria. La gloria y el honor que Dios tiene por el Evangelio permanecerán por el tiempo y por la eternidad; y de esa gloria nadie podrá robarle, a quien se debe eternamente la majestad y el dominio. Esto ha sido aplicado por algunos a la resurrección de nuestro Señor. Resucitó de entre los muertos y ascendió sobre todos los cielos; y por estos su gloria fue sellada, su misión cumplida, y la última prueba dada a sus milagros precedentes." - Adam Clarke