ABRIL  11

11.04.2022

"Y serán llamados árboles de justicia, plantío del SEÑOR, para gloria suya." Isaías 61:3

En hebreo, la palabra árbol significa roble: Algo fuerte, resistente. Y Jesucristo es por excelencia el "Roble de Justicia", "El árbol de la vida" o de la inmortalidad. Gen.2:9. Los creyentes adquirimos la denominación de "cristianos" debido al nombre de Cristo, así el profeta dice que seremos "llamados árboles(robles) de justicia". Y "Justicia" implica salvación. Cristo nuestra Justicia. Jer.23:6. Cuando la Biblia dice que nuestros frutos deben ser frutos de justicia (2Co 9:10; Ef 5:9; Fil 1:11), es porque nuestra naturaleza es la misma del "Árbol de Justicia, Cristo", así como cada árbol da fruto según su género. (Gén.1:11).

Esta nueva naturaleza de Justicia es una herencia espiritual en Cristo Jesús, entonces podemos decir que un "árbol de justicia" es, alguien que ha puesto su Fe y su confianza en Cristo, (Filip. 3:9; Jeremías 17:7-8) y como consecuencia produce frutos que reflejan el carácter de Cristo, la Justicia de Dios. 2Cor.5:21

Como "árboles de Justicia" fuimos perdonados de todos nuestros pecados a través de la muerte de Cristo en la Cruz y reconciliados con el Padre: Justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro SEÑOR Jesucristo. Rom. 5:1 Los efectos de ser justificados por la Fe en Cristo son: Reconciliados con Dios estamos en paz, reposo, tranquilidad con ÉL. Obtenemos la gozosa esperanza de la vida y gloria eterna. Rom.5:2, Col.1:27 Y la esperanza no avergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos fue dado. Rom.5:5 Obtenemos la Salvación: "Porque por gracia son salvos por medio de la Fe; y esto no de ustedes, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Ef. 2:8-9 La gracia de Dios en Cristo Jesús, nos mira justificados para siempre, este amor incondicional, eterno y gratuito, nos impulsa a depender y permanecer en Jesucristo SEÑOR nuestro.

"Plantío del SEÑOR". Si confiamos en Cristo como nuestro SEÑOR y Salvador seremos "robles" bien plantados, cuya raíz está en Cristo, cuya savia es Su Espíritu Santo fluyendo a través de cada vida, "llenos de frutos de justicia", fuera del desierto del mundo, plantados en la semejanza de su muerte y resurrección. Viviendo una vida que agrada a Dios, conforme a sus estatutos y a Su voluntad, en comunión con Él; "Serán como árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae. Todo lo que hace prosperará." Salmo 1:3

Esta forma del profeta Isaías referirse al creyente, "plantío del SEÑOR", es también una imagen presentada de permanencia de vida en la presencia de Dios, a través de la Oración, así lo manifestó David: "Plantados en la casa del SEÑOR, florecen en los atrios de nuestro Dios. Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos, para proclamar: "El SEÑOR es Justo; él es mi Roca, y en él no hay injusticia". Salmo 92:13-15 Los creyentes son plantas establecidas en el santuario, en el altar, es decir, en oración y meditación de Su Palabra, allí son cultivados en Su presencia, bajo su sombra sentados con gran deleite, hasta que florecen, y este florecer no es simplemente en las hojas de la Fe, sino en los frutos de la justicia. Allí, son regados con la gracia divina, teniendo el beneficio de la Palabra; estas son las aguas del santuario, que los refresca permitiendo su crecimiento y fructificación. Ezequiel 47:1 -John Gill

Como los robles en la naturaleza están expuestos a las inclemencias del clima, heladas, tormentas, incendios, plagas, pese a esto, el árbol está ahí, de pie, año tras año. Así los creyentes, "plantío del SEÑOR" que permanecen confiando en Él, dependiendo de Él, unido a Él como el pámpano a la Vid. Juan 15:5, si perseveramos unidos a Cristo y como injertados en su persona; adheridos a Él por la fe; nos hace partícipes de su propia naturaleza, como afirma Pablo: "El que se une al SEÑOR es un espíritu con él." Entonces, seremos como árboles plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía(del problema, la dificultad) no se fatigara, ni dejará de dar fruto. Jeremías 17:7 Seremos robles que prevalecen ante la adversidad, enraizados y firmes en la Fe, frondosos y llenos de frutos vivificantes, preservados por la mano de Cristo, el Roble de Justicia, que nos sostiene para beneficio de Su gloria.

El plantío del SEÑOR crece lentamente. "Los árboles no crecen y dan fruto de la noche a la mañana, los procesos de Dios no siempre son rápidos. Sus obras más grandes se elevan lentamente. La rapidez del crecimiento ha sido una de las pruebas de grandeza del hombre; no es así con Dios. Sus árboles crecen lentamente; los más majestuosos son los más lentos. Sus criaturas crecen lentamente, año tras año; el hombre, el más noble, crece más lentamente de todos. Dios puede darse el lujo de tomarse su tiempo. El hombre es apresurado e impaciente. Tendrá todo para ser como la calabaza de Jonás, que en un día creció y al amanecer fue comida por un gusano. Jonás 4:6-7 Olvidamos lo lento que crecen la palmera y el cedro.

En el SEÑOR los árboles de Justicia, florecen y fructifican lentamente, porque Dios quiere perfeccionar a sus hijos. "Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús." Filip. 1:6 Y esta perfección es lograda por medio de muchas luchas y sufrimientos: "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios." Hechos 14:22 Filip. 1:6 -Horatius Bonar

"Crece lento (Cristo, el árbol de Justicia) también en el alma de todo creyente, porque ninguno se hace perfecto de pronto. Creciendo, pues, se eleva, no como las hierbas (que se secan pronto), sino a semejanza de los árboles que se elevan mucho. Las ramas de este árbol son sus diferentes doctrinas, en los que las almas limpias forman su nido y descansan subiendo a lo alto con las alas de sus virtudes.-Beda