JULIO 10

02.07.2021

No estén tristes. El gozo del SEÑOR es su fortaleza. Nehemías 8:10

Cristo no es solamente amigo de las penas. No es necesario que esperemos hasta que lleguen las tribulaciones para disfrutar de su amor y recibir la bendición de sentir Su presencia dentro de nosotros. Su luz brilla con más intensidad en muchos lugares donde brilla la luz de otras lámparas. Si, y aún allí no brilla en vano.

Cristo en el corazón tiene un profundo sentido para el que está gozoso y para el que está triste. Las bendiciones son más ricas, los goces son más dulces, el amor es más puro, cuando Cristo está presente. La paz en el corazón hace que las bellezas de la tierra sean más hermosas. Desde luego, las alegrías humanas son pasajeras, son una ilusión que pasa, si el gozo del SEÑOR no es el motivo para qué estar tras ellas. ¡Que confianza produce en nosotros saber que gozar de las cosas perecederas de la tierra, no son nuestra única posesión! Si las perdemos seguiremos siendo ricos y estaremos seguros porque aún conservaremos a Cristo en nosotros.

Las estrellas están siempre en el cielo. No las podemos ver durante el día debido al resplandor del sol; pero nos tranquiliza el saber que están allí, y que cuando oscurezca darán su luz. De la misma manera, en medio del abundante goce humano momentáneo, tenemos la confianza de saber que hay consuelos invisibles que brillarán en el mismo momento que el gozo terrenal se oscurezca. Porque lo invisible de Dios se puede llegar a conocer, si se reflexiona en lo que Él ha hecho. En efecto, desde que el mundo fue creado, claramente se ha podido ver que Él es Dios y que Su poder nunca tendrá fin. Rom.1:20

Me pregunto si la creación estará llena de otros secretos hermosos difíciles de descifrar, como el dulce misterio de las estrellas. ¿Es que los ángeles se esconden en el espacio y tras la luz del sol? ¿Hay alas blancas que se mueven de aquí para allá que nosotros no nos damos cuenta cuán cerca de nuestras vidas están? Si es así, a la puerta de la vida podremos ver en la penumbra silenciosa dulces rostros que conocimos, ojos queridos como estrellas de suave resplandor, manos queridas que nos indican el camino, y estimaremos que la noche es más hermosa que el día. Para el alma feliz que realmente ha dado lugar a Cristo en su corazón, existe siempre la seguridad de un mundo de bendiciones espirituales, amor, consuelo, esperanza y gozo, que se encuentran ocultas debido al brillo de los placeres humanos temporales, que eclipsan la luz del mediodía, pero que están listas para dar su luz a los que tiene toda su confianza puesta en Cristo, en el momento que la noche llega con sus sombras. De modo que haya luz o tinieblas, Cristo da bienaventuranza y paz. Así que NO estén tristes, porque el gozo del SEÑOR es su fortaleza. -J.R. Miller