NOVIEMBRE 10

"Despierta, despierta, Jerusalén, levántate..." Isaías 51:17
"Despierta". Es figura del sueño. La condición del sueño es aquella en la que estamos ciegos a las condiciones que nos rodean. Las llamas pueden estar arrastrándose por nuestra casa, el ladrón puede estar robando nuestros tesoros, pero estamos dormidos y no lo vemos. El hecho de que seas indiferente o despreocupado por tu alma no es evidencia de que estés a salvo, sino más bien de que estás dormido.
El durmiente vive en un mundo irreal. Los pensamientos que vienen a él son sueños vanos y visiones falsas de cosas irreales mientras el mundo está pasando a su alrededor, y él no sabe nada al respecto. Miles de personas viven como en un sueño, luchando apasionadamente por las cosas vanas de este pequeño día que pronto se desvanecerá y será olvidado, mientras que las grandes realidades del tiempo y la eternidad son para ellos como sueños. ¡Oh, ustedes que están viviendo en un mundo falso y para las cosas perecederas despierten, despierten.
El sueño también es una condición de ociosidad. El durmiente está indefenso y expuesto a los ataques del enemigo. ¿Cuántas oportunidades se han perdido por el sueño? Cuán patético fue el llamamiento de Cristo a sus tres discípulos: "Quédense y velen conmigo", y cuán conmovedor su reproche cuando los encontró durmiendo. "¿No pudiste velar conmigo una hora?". Mat. 26:40 Y cuán indescriptiblemente tristes fueron Sus últimas palabras para ellos cuando regresó por fin, agotado en agonía y pisando solo el lagar, dijo: "Duerman ahora y descansen". Mat.26:45. Perdieron la oportunidad de orar conmigo. Ya ha llegado mi hora. "El Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores". Mat.26:45 ¡Oh las oportunidades de estar junto al SEÑOR en comunión con ÉL se están pasando! ¡Despierta, Despierta! -AB Simpson