DICIEMBRE 10

"Hasta que apunte el día y huyan las sombras, Me iré al monte de la mirra, Y al collado del incienso". Cantares 4:6
"Hasta que apunte el día huyan las sombras". Es decir, hasta que amanezca el último y gran día del SEÑOR, ese "día de refrigerio", Hechos 3:19, ese día de consolación, hasta que "el gozo eterno sea sobre la cabeza de todos los creyentes; obtendrán gozo y alegría, y la tristeza y el gemido huirán". Hasta ese tiempo bendito, Cristo, en respuesta a la petición de su esposa, el Esposo promete llevarla "al monte de la mirra y al collado del incienso", como en alusión al monte Moriah, donde se construyó el altar, especialmente en referencia a las oraciones y buenas obras de los justos, esos sacrificios con los que Dios se complace. -JohnTrapp
"Hasta que apunte el día huyan las sombras". Noche es el diablo, noche es el ángel de Satanás, aunque se disfrace de mensajero de luz, "por tanto no es de sorprender que sus servidores también se disfracen como servidores de justicia, cuyo fin será conforme a sus obras". 2 Cor.11:14-15 Noche es también el Anticristo, a quien el SEÑOR destruirá. Noche es la ignorancia, el que no sabe es como el que no ve, claramente dice el Salmista: "No saben ni entienden; caminan en tinieblas". Salmo 82:5. El SEÑOR nos sacó del dominio de las tinieblas. Por eso dijo Pablo: "En otro tiempo, ustedes eran oscuridad; pero ahora son luz en el SEÑOR. Por tanto, vivan como hijos de luz" Ef.5:8 ¿Acaso no es el SEÑOR ese día? Día radiante de luz y de brisa; que disipa las tinieblas con Su poder, a la luz de su llegada. Pero cuando amanezca se inclinarán las sombras, porque cuando la luz, Cristo, llegue a su plenitud, no subsistirá la más leve sombra. Cuando venga lo perfecto se acabará lo limitado.
"Iré al monte de la mirra y el collado del incienso", para Jesús es Su pueblo, a quien ha redimido con Su sangre preciosa, ya sea que triunfen en el cielo o sigan combatiendo en la tierra. "Este es mi descanso para siempre; aquí habitaré; porque lo he deseado". Salmo 132:13. La esposa, cada creyente, permanece en oración, porque la noche es la hora de las sombras, es decir, de la prueba, de la tribulación, es cuando la esposa intensifica sus súplicas. Allí solicita la pronta ayuda de Cristo en el tiempo de su dolor, y en la tentación, huye en busca de refugio al "monte de la mirra y collado del incienso", y de Su Palabra donde encuentra consuelo.
Efectivamente, la noche nos permite estar ocultos. Por eso, nos dice el SEÑOR que entremos en el cuarto por razón del secreto para evitar que, si oramos en público; la gloria humana nos robe el fruto de la oración y frustre su efecto. Levántate de noche, derrama como agua tu corazón en presencia del SEÑOR, "hasta que apunte el día y huyan las sombras". ¡Qué secreta sube de noche la oración, ante la presencia del SEÑOR y del ángel que la recoge para presentarla en el altar del Cielo! ¡Qué grata, sincera y lúcida! ¡Qué serena y plácida, no perturbada por el bullicio! ¡Qué limpia y segura, desprovista de toda vanagloria y preocupación terrena, con toda humildad, sin ninguna mirada que la alabe, ni tentación alguna que la adule! - Bernardo de Claraval
"El monte de la mirra, es el monte de Cristo lleno de ricos dones, pero solo disponible para nosotros por la amargura de su muerte. Cada creyente, la esposa, que ha ido al monte de la mirra, es decir que ha muerto juntamente con Cristo, canta lleno de gozo, mediante su muerte, al SEÑOR: "Soy redimido por Su Sangre, salvado y revestido de su misma gloria...." Nuestro amado se ha alejado de nosotros hasta el día de su regreso, hasta que la noche de la ansiedad de su iglesia termine, y el Sol de la Justicia surgirá trayendo sanidad en Sus alas, Jesús se ha ido de la Tierra, pero ¿Dónde está Él? Está intercediendo por nosotros ante el trono de Su padre. Piensa en el dulce perfume que surge de su gran sacrificio por los pecados; Bueno, puede compararlo con el Monte de la Mirra.- C.Spurgeon